¿Y si la única casa en la que te puedes permitir vivir estuviera embrujada?
'El último rito' es la nueva entrega de 'Expediente Warren', la franquicia dominante en el cine de terror de la última década
- Dirección : Michael Chaves. Guión : Ian Goldberg, Richard Naing y David Leslie Johnson-McGoldrick
- 135 minutos
- Estados Unidos (2025)
- Con Vera Farmiga, Patrick Wilson, Mia Tomlinson y Ben Hardy
Con cuatro películas y dos spin-offs (los dedicados a la muñeca Annabelle ya La monja) que, a su vez, han generado múltiples secuelas, Expediente Warren se ha convertido en la franquicia dominante en el cine de terror de la última década. Un éxito apuntalado en la elaboración artesanal de los sustos, y también en una concepción clásica del horror, que presenta un Mal Absoluto de raíz diabólica enfrentado a las fuerzas del bien cristianas. Este conservadurismo es fruto de la deuda que los filmes contraen con su fuente de inspiración: el matrimonio formado por Lorraine y Ed Warren, investigadores pioneros de lo paranormal y católicos practicantes.
Pero las simpatías que ha cultivado la pareja en la ficción, encarnada por Vera Farmiga y Patrick Wilson, también se deben a cómo la saga retrata a una clase trabajadora oprimida por la angustia. No es casual que la lamentación más sentida a lo largo de la serie sea la de no poder permitirse vivir en ninguna parte más que en una casa maldita. De hecho, la flamante Expediente Warren: el último rito transcurre mayormente en una localidad de Pensilvania presidida por una imponente fábrica que recorta su silueta como si se tratara de un castillo en los Cárpatos; un carácter ominoso que se traslada al interior del hogar asediado por los espíritus, que percibimos vivido, lleno de sombras, polvo y objetos con potencial esotérico.
Este es uno de los aciertos de un filme en el que Michael Chaves endereza el rumbo perdido al anterior Obligado por el demonio (que se desviaba hacia el thriller sobrenatural) y pone en escena un susto climático cada pocos minutos, siguiendo las pautas marcadas inicialmente por James Wan. Si medimos la valía deEl último rito en la cantidad de sacudidas que ofrece, el precio de la entrada queda más que amortizado. Pero esto no maquilla el hecho de que se trata de calorías vacías, que no llegan a calar en el relevo dramático que quieren alcanzar las dos horas y cuarto de metraje.