El Festival de San Sebastián mantiene el estreno de un film acusado de explotar a menores
Testimonios anónimos aseguran que actores infantiles fueron expuestos a violencia y desnudez en el nuevo film del austríaco Ulrich Seidl
BarcelonaEl austríaco Ulrich Seidl, uno de los directores más provocadores e incómodas del cine europeo actual, ha sido acusado de haber confrontado a los actores infantiles de su última película, Sparta, de edades comprendidas entre los nueve y los dieciséis años, a escenas de alcoholismo, violencia y desnudez "sin preparación suficiente ni el apoyo adecuado". Las acusaciones las han hecho de manera anónima actores y miembros del equipo de la película, que se rodó en Rumanía y cuenta con actores no profesionales rumanos.
El estreno mundial de Sparta tenía que tener lugar estos días en el Festival Internacional de Toronto, pero fue cancelado a última hora por los organizadores en respuesta a la polémica suscitada por las acusaciones. Por lo tanto, la première mundial de la película será ahora en el próximo Festival de San Sebastián, donde participa en la competición oficial.
El festival, además, ha garantizado el estreno del film si no hay ningún impedimento legal. "Solo una orden judicial nos llevaría a suspender una proyección programada", dice el comunicado oficial, que subraya también que "el festival no dispone de la capacidad de juzgar cómo se ha rodado una película y si durante este rodaje se ha cometido algún crimen". "El equipo de programadores valora las películas después de su visionado en función de su interés y calidad –insiste el texto–. Si alguien tiene alguna prueba de un crimen, tiene que denunciarlo ante un juez".
Un protagonista con tendencias pedófilas
Según la sinopsis, Sparta explica cómo Ewald, un austríaco que vive en Rumanía desde hace años, transforma una escuela en ruinas en un lugar "donde los niños disfrutan de una existencia nueva y sin preocupaciones" hasta que empiezan a desconfiar de sus intenciones y el propio Ewald se enfrenta "a una verdad que ha mantenido oculta durante mucho tiempo". El secreto en cuestión son las tendencias pedófilas del personaje, un detalle que, según Der Spiegel, Seidl ocultó a los menores que actuaban en la película.
La revista también reconstruye algunas escenas del rodaje que habrían sido abusivas y violentas para algunos de los menores implicados, y presenta a Seidl como un director insensible a las necesidades y el bienestar de los niños. El director austríaco ha contestado a las acusaciones publicadas por Der Spiegel calificándolas de "descripciones incorrectas, rumores y acontecimientos del rodaje sacados fuera de contexto que crean una imagen distorsionada que no se corresponde a la verdad".
"Nunca empujé a los niños (o ningún otro actor) a hacer cosas ante la cámara que no quisieran hacer –asegura Seidl–. Los actores menores de edad estuvieron bajo supervisión constante. Junto al set de rodaje había habitaciones donde podían descansar o jugar, acompañados por educadores entrenados, igual que hemos hecho en otras películas mías". El director defiende también que explicó "los elementos esenciales" de la historia a los padres en varias conversaciones individuales, "incluyendo la ambivalencia del personaje de Ewald, el protagonista, y su relación con los niños".