Julia Roberts abre el debate sobre el #MeToo en Venecia

VeneciaParece imposible de creer, pero este viernes Julia Roberts ha visitado por primera vez el Festival de Venecia. La actriz, de 57 años, todo un icono del cine de Hollywood, ganadora de un Oscar por Erin Brockovich, ha pisado por primera vez la alfombra roja de la Mostra gracias a su participación en la película After the hunt, dirigida por el italiano Luca Guadagnino y presentada fuera de competición en Venecia. En el filme, Roberts da vida a Alma Imhoff, una profesora de la Universidad de Yale que ve comprometidas sus convicciones éticas y sus vínculos afectivos cuando descubre que su mejor amigo y principal confidente (Andrew Garfield) podría haber atacado sexualmente a su alumna predilecta, una chica afroamericana y lesbiana interpretada por Ayo Edebiri, la Sydney de la serie The bear.

"Con esta película le pedimos a la gente que participe en el debate. Si eso les entusiasma o les enfada depende de cada uno", ha explicado Roberts en la rueda de prensa del filme. Y no se puede cuestionar que After the hunt, que se estrenará en España el 17 de octubre con el título de Caza de brujas, pone el dedo en la llaga de muchas de las discusiones que marcan la agenda social contemporánea, del #MeToo a la cultura de la cancelación, de las demandas de restitución de las minorías étnicas en Estados Unidos a la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI.

Según Roberts, After the hunt "no intenta imponer un discurso, sino que se limita a mostrar un conjunto de vidas en un momento específico y abrir una discusión". Una tarea que la nueva película del director de Call me by your name (2017) asume con determinación, pero también con una voracidad omnívora, en el sentido de que no hay tema candente que escape a la pluma de la actriz y escritora Nora Garrett, que debuta como guionista combinando la buena mano para las réplicas ingeniosas y una inclinación al totum revolutum.

"Al leer el guion, sentí que el texto establecía un diálogo conmigo sobre una cuestión que me ronda por la cabeza hace tiempo: la idea del poder", ha explicado Guadagnino ante la prensa: "¿Qué queremos cuando buscamos el poder? ¿Por qué lo queremos? ¿Por qué luchamos por tenerlo en nuestras manos y arrancárselo a los otros?".

Todos estos interrogantes atraviesan una película que hace de los secretos que esconden a los personajes su razón de ser narrativa. El misterio –que aparece repartido entre las versiones opuestas de los implicados en el incidente sexual, y en la salud y el pasado del personaje de Roberts– es alimentado por Guadagnino mediante buenas dosis de suspense hitchcockiano. La lástima es que el guion de Garrett acaba decantándose por el reparto de premios y castigos, en detrimento del poder reflexivo de las incertidumbres.

Y, de repente, Woody Allen

En la Sala Darsena, escenario de las proyecciones de prensa de la Mostra, se ha vivido un momento de incredulidad colectiva cuando, después de un breve prólogo, After the hunt se ha abierto con idénticos títulos de crédito a los de las películas de Woody Allen, que durante décadas se estrenaron en el festival italiano. ¿A qué se debe la sospechosa guiño de Guadagnino al cineasta neoyorquino? "Cuando empezamos a pensar sobre esta película con mi equipo de colaboradores, desde el director de fotografía Malik Hassan Sayeed al diseñador artístico Stefano Baisi, la mente se iba hacia Delitos y faltas, Otra mujer o incluso Hannah y sus hermanas. Había una infraestructura en la historia del filme que nos parecía íntimamente ligada a las grandes obras que hizo Woody Allen entre 1985 y 1991".

Cabe decir que, más allá de los títulos de crédito –letra blanca sobre fondo negro–, es posible encontrar la herencia de Woody Allen en el retrato intimista de la burguesía yanqui. Sin embargo, parece evidente que el vínculo entre After the hunt y la figura de Allen trasciende el ámbito puramente cinéfilo. "Sentí que también era interesante hacer una referencia a un artista que, en cierto sentido, se ha enfrentado a problemas relacionados con su persona", admite el director de Queer (2024). "Y también quería aludir a nuestra responsabilidad a la hora de mirar la obra de un artista que amamos, como Woody Allen".

Como buen cinéfilo, Guadagnino no se queda en las citas en Hitchcock y Allen, sino que también aprovecha After the hunt para recordar a Pedro Almodóvar, cuando en una escena especialmente dramática el póster de La flor de mi secreto se perfila en el suelo de una de las habitaciones de la casa del Alma. He aquí la colección de filias de un director europeo que ha sabido encontrar su espacio en la competitiva jungla del cine americano.