Leopardo de Oro para 'Toxic', una visión del cuerpo de las adolescentes como campo de batalla

Enviada especial a LocarnoYa se había posicionado como una de las propuestas más estimulantes de la 77a edición del Festival de Locarno y, finalmente, Toxic, la opera prima de la lituana Saulė Bliuvaitė, ha ganado el Leopardo de Oro por su "sorprendente visión del cuerpo adolescente femenino como campo de batalla". La película incide en los comportamientos tóxicos que adoptan dos amigas para alcanzar el peso exigido en una escuela de modelos, en una película sobre la presión de los cánones de belleza y la explotación del propio cuerpo como único horizonte de futuro de las adolescentes que se convierte además en un sensible retrato de la realidad marginal postsoviética. Toxic se ha llevado también el premio a la mejor opera prima, al que concursan los largometrajes de cineastas debutantes programados en todas las secciones del certamen, que en el festival suizo no son pocos. La película lituana apunta a convertirse en uno de los logros del cine de autor de la temporada.

El premio especial del jurado que presidía la austríaca Jessica Hausner ha recaído en Mond, tercer largometraje de la directora austríaca de origen kurdo Kurdwin Ayub, en el que sigue las tribulaciones de una joven profesional de las artes marciales de Viena que acepta un trabajo en Jordania para entrenar a las hijas de una poderosa familia. Una vez allí se da cuenta de que las chicas viven prisioneras en una jaula de oro. Ayub ha convertido las contradicciones y el choque de identidades entre Oriente y Occidente en una constante de su cine. En su película anterior, la muy reivindicable Sonne (2022), se centraba en un grupo de amigas austríacas, una de origen kurdo, que se replantean cuestiones ligadas a la identidad cuando se hace viral un vídeo en el que se han grabado cantando con hiyab Losing my religion, del grupo REM. Mond resulta más obvia y prosaica en su planteamiento que Sonne, pero acaba ofreciendo una oportuna reflexión sobre los límites que se te presentan como individuo a la hora de intervenir ante una situación de clara injusticia.

Laurynas Bareiša, mejor dirección

Lituania ha sido la gran triunfadora de la 77a edición de Locarno, porque el otro título de esta nacionalidad a concurso, Drowning dry, se ha llevado otros dos premios del palmarés, el de la mejor dirección para Laurynas Bareiša y uno de los dos de mejor interpretación para los cuatro protagonistas, Gelminė Glemžaitė, Agnė Kaktaitė, Giedrius Kiela y Paulius Markevičius. En su segundo largometraje, Bareiša propone la estructura narrativa más atrevida que hemos visto en la sección oficial. Drowning dry se despliega en principio como un drama en torno a dos parejas que pasan el fin de semana juntas con sus hijos en una cabaña junto a un lago, hasta que un accidente trastoca sus vidas. El cineasta apunta el inicio de la tragedia, pero no la muestra, para saltar a tiempo después cuando el escenario vital de los personajes ha cambiado totalmente. Aunque podríamos cuestionar hasta qué punto funciona este juego de elisiones y giros sorpresa de guion, Bareiša ofrece una mirada diferente al mundo de la pareja y hasta qué punto los roles de género afectan a sus dinámicas de forma más profunda que según qué tragedias.

El otro premio a la mejor interpretación se ha entregado a Kim Minhee, la estrella del cine coreano coprotagonista de La doncella (2016) de Park Chan-wook que después de este filme solo ha trabajado en películas del director Hong Sangsoo, que también es su pareja. En su nuevo filme juntos, By the stream, Kim encarna a una profesora universitaria y artista textil en una película que apunta cuestiones ligadas al vínculo entre cancelación y arte. Quizás inspirándose en el escándalo que estalló en Corea del Sur cuando se hizo pública la relación entre Hong, entonces casado, y Kim, que afectó a la carrera de la actriz hasta el punto de perder contratos laborales.

La mirada poco convencional a la experiencia de la maternidad de Salve María, de la barcelonesa Mar Coll, se ha hecho un hueco en este breve palmarés con una mención especial, el mismo reconocimiento que ha recibido la monumental Youth (Hard times), del chino Wang Bing. La película catalana también se llevó el tercer premio que concede el jurado joven.

Premios a proyectos catalanes

En su vertiente centrada en la industria, el Festival de Locarno cuenta con una sección, First Look, que cada año pone el foco en proyectos de una cinematografía en concreto que son valorados y galardonados con distintas ayudas por un jurado internacional. Este año, First Look se ha centrado en producciones de España, con una selección de seis proyectos, cuatro de ellos catalanes. De estos, tres han sido reconocidos con distintos premios económicos destinados a poder terminar algún aspecto de la producción: son los documentales Mares, de Ariadna Seuba, y Dream of another summer, de Irene Bartolomé, y la ficción Río abajo, un tigre, de Víctor Diago.