La proeza chilena del triple trapecio volante: "Desafía las leyes de Newton"

GeronaTres grandes trapecios columpiándose simultáneamente desde lo alto de la carpa de circo, cada uno con un acróbata colgado boca abajo y doce saltadores dando volteretas de un lado a otro sin parar. Así es el número de trapecio volante más impactante, dinámico, difícil y multitudinario del mundo. Lo protagonizan los artistas de The Flying González, una compañía familiar chilena formada por jóvenes de entre 16 y 30 años que, a partir de este viernes, actuarán en el Festival Internacional del Circo el Elefante de Oro, que se celebra del 22 al 27 de febrero en Girona. Ya han realizado una primera prueba de esta exhibición aérea de triple trapecio en Santiago de Chile y ahora, por primera vez, la estrenarán en Europa en el marco del certamen gerundense.

"Es muy difícil dirigir a 15 trapecistas. La coordinación debe ser milimétrica, tanto de los paradores, que cogen los acróbatas al vuelo, como de los saltadores, que hacen los trucos al aire", explica Elías González, director y entrenador de la compañía, que añade: "Llegaremos a dar triples saltos mortales simultáneos en los diferentes trapecios y un remate final de cuádruple salto mortal. Es muy difícil, pero no imposible". Y termina: "Intentamos hacer los números cada vez más difíciles. Los trapecistas desafían las leyes de Newton, ya que para hacer la triple pirueta en el aire deben girar a una fuerza centrífuga de 80 km/hy, para la cuádruple, a 120. Es más serio de lo que parece".

Uno de los jóvenes integrantes que a partir del viernes sobrevolará la carpa gerundense es David González, de 18 años, hijo de varias generaciones de artistas de circo: "Con la fe de Dios y la Virgen de Tirana podremos hacer una actuación impresionante frente a los mejores artistas del planeta. Participar en este número es una sensación increíble e indescriptible. Estás rodeado de trapecistas que no paran de volar y hacer piruetas", comenta. Y sigue: "Para nosotros es un gran desafío. Somos conscientes de que cualquier mínimo error penaliza y del riesgo que asumimos, ya que, pese a la red de protección, una mala caída es peligrosa". "Haremos historia y el momento quedará grabado en el festival para siempre", promete Elías González.

Entre la magia del circo y el deporte de alto rendimiento

En el certamen gerundense de circo, todos los espectáculos están abiertos al público, pero también forman parte de una competición, ya que en cada función hay un jurado que puntúa cada exhibición hasta una gala final que proclama al ganador de la edición . Por este formato competitivo, sumado al tipo de propuestas que se representan, todas de altísimo nivel y exigencia, el Elefante de Oro de Girona se encuentra en la frontera entre el arte y el deporte de alto rendimiento: "Es cierto que además de ser artistas tenemos una preparación física que no es muy distinta a la de un deportista de primer nivel", reconoce David González. "Es una fusión entre ambas cosas. Cada trapecista debe tener talento y bendición para la danza aérea, pero también un trabajo físico muy riguroso. Algunos de nuestros trapecistas chilenos han acabado participando en las Olimpiadas, por ejemplo", dice el entrenador. Sin embargo, The Flying González no quiere perder la esencia del circo tradicional: "La gente puede aplaudir, hay pista redonda, una banda en vivo, magia, vestuario, foco y mucha conexión con el público, que queda boquiabierto", destaca Elías . En este sentido, el referente absoluto para la compañía chilena son los shows del Cirque du Soleil.

De Las Vegas a Gerona

En la admiración de The Flying González hacia la productora de circo canadiense, el festival gerundense juega un papel importante. "En 2013 vinimos por primera vez al festival, cuando se celebraba en Figueres. No fue una actuación muy lucida pero, gracias a nuestra actuación, Jonathan González, uno de los integrantes de la compañía, logró un contrato con el Cirque du Soleil", recuerda agradecido Elías. Ahora está actuando en el espectáculo de Las Vegas y, gracias a las gestiones de Genís Matabosch, director del festival, ha obtenido el permiso para viajar a Girona y liderar la compañía en la que se formó en el estreno europeo del triple trapecio volante . "Es mi hermano; para mí es una inspiración. Me ha hecho ver que, aunque no es nada fácil, se puede llegar a vivir del circo. Es un orgullo para la profesión y para Chile. El mío sueño también es llegar; sería como entrar en Harvard", admite David González.

Gracias al impulso de su actuación en el festival gerundense hace diez años, The Flying González también ha podido promover el proyecto del Circo Panamericano, la primera carpa moderna de circo en Santiago de Chile, que programa y gira de espectáculos de entrenamiento circense por todo el país. "En Sudamérica a la gente le encanta el circo, pero no teníamos recursos suficientes para organizar grandes eventos, hasta que nosotros hemos podido llevar la tecnología de Europa para instalar una carpa moderna y avanzada", dice Elías, que concluye : "Estamos muy contentos de representar a nuestro país en Catalunya y llevar algo de alegría a los problemas que estamos viviendo, con los incendios en Viña del Mar y la muerte reciente del expresidente Sebastián Piñera".