Pensamiento

Comunidad y libertad frente a la erosión democrática

Debate filosófico y político en el monasterio de Pedralbes sobre 'Comunidad e inmunidad. ¿Proteger en exceso la comunidad la destruye?'

Marc Sanjaume-Calvet, Mar Rosàs y Miquel Seguró en el Monasterio de Pedralbes.
2 min

BarcelonaUna palabra tan aparentemente sencilla como comunidad se convirtió en un desbordante chorro filosófico y político. Fue este jueves en el monasterio de Pedralbes en una nueva sesión del ciclo Diálogos de espiritualidad: ¿qué comunidad?, organizado con la colaboración del ARA y bajo la dirección intelectual y moderación de la filósofa Mar Rosàs. En este caso, se trataba de estirar el hilo a partir de este enunciado: Comunidad e inmunidad. ¿Proteger en exceso la comunidad la destruye? Fue una tarde de pensamiento de altos vuelos, repleto de “ideas brillantes que estorban e incomodan, que son las mejores ideas”, tal y como dijo un espectador en el turno de preguntas y reflexiones.

“Ninguno de nosotros va en ninguna parte solo. Debemos dejar de asumir que el yo va delante de todo”, advirtió Miquel Seguró, doctor en filosofía y director de la revista Argumenta Philosophica y la colección Pensamiento Herder. Fijó también la naturaleza polisémica de la comunidad entre el nosotros de Hegel y el ser relacional de Kant, y sospechando de quien considera a la comunidad como “un gran yo”. También cuestionó a las comunidades trenzadas únicamente por un solo interés, un guante que recogió Marc Sanjaume-Calvet, profesor lector de teoría política en la Universidad Pompeu Fabra. Sanjaume-Calvet detalló cuestiones en torno al concepto comunidad que están “erosionando las democracias”. Por ejemplo las “comunidades de opinión que se convierten en burbujas donde todo el mundo piensa igual y no está expuesta a otras opiniones”, los barrios donde todo el mundo vota lo mismo, los repliegues identitarios o la obsesión por la seguridad, “un exceso de celo en la protección de la comunidad por parte del estado”. Ante este panorama, Sanjaume-Calvet reivindica "la libertad de los antiguos", que no tiene que ver con la protección del individuo, sino en el ejercicio de la libertad según el cual uno es libre en la medida en que contribuye en la comunidad y participa. A su juicio, una aproximación positiva a la comunidad pasa por “recuperar esta idea antigua de libertad y de democracia para mejorar la sociedad”. "Y la receta es extremadamente impopular: entender que la política es muy importante, que los políticos son muy importantes y que dedicarse a la política es lo más noble que se puede hacer para mejorar la comunidad", añadió.

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