Sergio Bernal: "¿Por qué no puedo bailar con música de Beyoncé?"

BarcelonaTarde o temprano, muchos bailarines sienten la llamada de debutar como coreógrafos. A Sergio Bernal (Madrid, 1990), esa inquietud le llegó durante la pandemia, poco antes de cumplir 30 años. "Presentar por primera vez un proyecto propio es una especie de evento mítico", dice el bailarín madrileño. En 2019 había dejado el Ballet Nacional de España para fundar la compañía Sergio Bernal Dance Company junto al coreógrafo Ricardo Cue, su gran mentor. Y en el 2020, con el confinamiento de por medio, decidió darse "la oportunidad de hacer lo que realmente quería hacer, sin temer a lo que la gente pudiera pensar".

"Pasé muchas horas solo, encerrado en la habitación, y pude hurgar en mis inseguridades –explica–. Me di cuenta de que mi gran miedo era cambiar de estilo. Tenía ganas de crear algo más moderno y juvenil, pero me daba miedo que me juzgaran, me asustaba el 'qué dirán'. Venía del Ballet Nacional, donde la tradición prevalece por encima de todo". El resultado de este ejercicio de valentía es el espectáculo Ser, que se estrenó en el 2020 en Madrid y ahora, el 2 y 3 de mayo, aterriza en el Teatro Victoria de Barcelona.

Para ser coherente con sus gustos artísticos, Bernal difumina del todo los límites de la tradición clásica: "Dices Vivaldi y es música culta. En cambio, ¿dices Beyoncé y no lo es? ¿Por qué no puedo bailar con música de Beyoncé ?Si le encaras con profesionalidad, por qué no? No estamos hablando de arte, estamos hablando de lo que te emociona". Otro reto que se ha marcado el bailarín es "superar el miedo al flamenco individual": "Vengo del flamenco, pero no tengo mucha experiencia en el flamenco individual. En este espectáculo he querido atreverme, con una pieza de José Manuel Álvarez. Quizás en un momento dado me equivocaré, pero es la forma de crecer como bailarín".

La pieza más íntima de Ser es El cisne de Ricardo Cue, una coreografía basada en el movimiento homónimo deEl carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns. "Es el momento en que me desnudo más, me saco el traje de escena y puedo ser yo mismo", explica. Y añade: "Uso la desnudez para mostrarme vulnerable. Cuando buscas un gesto erótico, creo que se nota mucho. Los bailarines no exponemos el cuerpo para exhibirnos, sino para crear una belleza. Para mostrar una sensibilidad, una vulnerabilidad ".

El Billy Elliot español

"Llegué a la danza por casualidad, porque en mi familia no había ningún artista –explica Bernal–. Empecé a bailar en la asociación vecinal La Mancha, en el barrio de Usera [de Madrid], que es donde me crié. Era todo muy amateur, jamás me había planteado que la danza podría ser una profesión, hasta que un día un guitarrista del barrio me dijo: 'Sergio, creo que deberías intentar ir al conservatorio para profesionalizar un poco tu carrera'. ¡Ni siquiera sabía qué era el conservatorio! Billy Elliot [2000] y de repente pensé: 'Ostras, me parezco mucho'".

Después de estudiar en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, en Madrid, Bernal se convirtió en el primer bailarín de la Compañía de Rafael Aguilar y en el 2012 entró en el Ballet Nacional de España como solista. En el 2019 el Reino Unido le nombró "embajador de las artes" y en el 2023 la revista Esquire le concedió el premio al Hombre del Año. "Me siento muy afortunado de que la vida me haya llevado hasta aquí y me gustaría devolver a la sociedad la ayuda que he recibido", dice el bailarín, que resalta que Sergio Bernal Dance Company tendrá "una vertiente social muy importante para ayudar a bailarines sin recursos e introducir el arte donde no haya".