España no es país para músicos británicos
El Primavera Sound cancela la gira de dos bandas por el sobrecoste que implican los visados para los trabajadores
BarcelonaLos problemas burocráticos derivados del Brexit están afectando la música en directo en los países de la Unión Europea, y sobre todo en España. Ahora los trabajadores británicos necesitan un visado para trabajar fuera del Reino Unido, y los trámites cuestan unos 500 euros. Aun así, una veintena de países han llegado a acuerdos de reciprocidad con el gobierno británico para implementar visados gratuitos de 90 días, lo cual beneficia a los grupos musicales británicos que hacen giras por Europa. Los países que han firmado el acuerdo son Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, los Países Bajos, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y Suecia. Es decir, España es uno de los estados que todavía pide visados de pago a los trabajadores británicos. Curiosamente, los trabajadores españoles sí que disponen de visados de trabajo temporales gratuitos para trabajar en el Reino Unido.
Los efectos negativos ya se empiezan a notar: este miércoles la dirección del festival Primavera Sound ha anunciado la cancelación de las giras por España de dos bandas británicas, Squit y Black Country, New Road, que tenían que actuar en Barcelona, Vigo, Madrid y San Sebastián entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre.
El hecho de que el gobierno español no quiera expedir visados temporales gratuitos repercute negativamente en los promotores españoles que trabajan con grupos que actúan en salas de pequeño y medio formato. Por ejemplo, Black Country, New Road es una formación de siete músicos, a los cuales hay que sumar el personal de gira; como mínimo, esto puede implicar tener que pagar una docena de visados, unos 6.000 euros. Tanto si lo asumen los músicos como los promotores, estos 6.000 euros de sobrecoste pueden hacer inviable una gira por salas de 500 personas. El problema también existe en las giras de gran formato y en festivales, a pesar de que el impacto es más bajo cuanto mayor es el aforo de los conciertos.
