Música

El Sónar reivindica Barcelona como "capital de la cultura digital"

La 31ª edición reúne a 120.000 asistentes, una cifra similar a la del 2023

Un momento de 'Modelos', el show de Lee Gamble y Candela Capitán.
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Barcelona54.000 asistentes en el Sónar de Día más 66.000 en el Sónar de Noche. Total: 120.000 visitantes en la 31 edición del festival, que se cierra este sábado. Es decir, según los datos facilitados por la dirección del Sónar, se sigue consolidando el formato de los últimos diez años. De hecho, en 2023 la cifra fue de 121.000 (51.000 en las jornadas diurnas y 70.000 en las nocturnas). También se mantiene el porcentaje de público internacional, en torno al 30% (el año pasado fue del 32%). "En los últimos años ha habido una fuerte subida del público local, y estamos contentos de que la gente de casa encuentre que el Sónar es una experiencia que vale la pena", dice Ventura Barba, CEO de Advanced Music, la empresa que organiza el festival. En cuanto a la edad del público, "la franja más representada es la que va de 24 a 36 años".

En la rueda de prensa de balance que se ha hecho este sábado en la Feria de Montjuïc, se ha añadido por primera vez el público de las fiestas y actividades del OffSónar, que se han celebrado en diferentes espacios de la ciudad: 34.000 personas. Por eso Barba habla de 154.000 asistentes totales.

El encuentro con la prensa también ha servido para anunciar las fechas del Sónar 2025, del 12 al 14 de junio, que tendrá una inauguración especial en el Palau de la Música en el que la pianista Lluïsa Espigolé, la saxofonista Helena Otero Correa y el conjunto Frames Percussion interpretarán obras de Steve Reich y de Raquel García-Tomás, flamante Premio Nacional de Cultura. El próximo año el Sónar también celebrará ediciones en Lisboa e Estambul, la cuarta y la novena, respectivamente.

En un festival en el que los cabezas de cartel no lo son tanto (nadie permanece cinco horas frente a un escenario esperando a la estrella del día), el relato es muy importante. En este sentido, Ricard Robles y Enric Palau, dos de los directores del Sónar, tienen la mano rota. "El año pasado hablábamos de celebración cultural, y este año de capitalidad. Barcelona es ciudad capital de la música electrónica y la cultura digital", asegura Robles, que describe el festival, incluida la actividad profesional del Sónar+D, como " un espacio natural para el talento". Hace unas semanas, uno de los directores del Primavera Sound, Alfonso Lanza, también elogió a Barcelona, ​​la ciudad, como "cabeza de cartel", dijo.

"Esto tan poliédrico"

Es cierto que el Sónar ("Esto tan poliédrico", según Palau) puede hacer bandera de premiar al mismo tiempo la curiosidad del público (solo hay que ver algunas propuestas del SonarComplex+D) y las ganas de diversión, tal y como pretendía hacer cuando nació en 1994, una edición en la que ya actuó Laurent Garnier, que en 2024 ha realizado una de las sesiones más interesantes del Sónar de Día. "Estamos contentos porque afianzamos nuevas líneas de programación y de estrenos de proyectos, y apostando por formatos experimentales. Esto se mezcla con el hecho de que el Sónar es una celebración hedonista", explica Palau, que, añadiendo elementos al relato, dice "Invitamos el mundo en Barcelona, ​​y explicamos Barcelona en el mundo... a nuestro modo”.

Modelos encadenadas

La rueda de prensa se ha celebrado en la Feria de Montjuïc, la sede del Sónar de Día, que este sábado ha transitado, efectivamente, entre la experimentación y el hedonismo y que ha dejado momentos memorables como la versión de Wicked game, la canción aullido de Chris Isaak con la que el dúo Natural Wonder Beauty Concept ha cerrado el concierto en el Complejo+D. En el ámbito de la experimentación ha habido propuestas radicales, al menos escénicamente, como la del productor británico Lee Gamble y la performer sevillana Candela Capitán a propósito del disco Modelos: tres cuerpos encadenados retaban por el suelo del escenario del Hall mientras se autofilmaban con el móvil. Sólo les veían las primeras filas o, mediante el móvil, quienes conseguían abrir un QR y entrar en el directo de Instagram, que al principio no funcionaba. De hecho, era más satisfactorio seguirlo por el móvil. Todo ello ha generado la frustración de muchos espectadores del Hall, que no entendían lo que estaba pasando y han acabado silbando, hasta que finalmente las cadenas han despegado a las tres personas que entonces han evolucionado a la vista de todos mientras sonaba una electrónica de voces sintéticas generadas por inteligencia artificial. Y cerca del Hall, el colectivo Asiandopeboys ha ocupado durante seis horas el SonarStage+D para desarrollar la performance mutante Physis.

Pero, como dice Enric Palau, el Sónar también es celebración hedonista, y este sábado lo han despachado la belga Blck Mamba en una sesión trepidante en el SonarPark y la máquina festiva que han puesto en marcha Miss Kittin y David Vunk en el SonarVillage, preludio de una noche en la que la responsabilidad de mantener la llama del baile era de Paul Kalkbrenner, Charlotte de Witte y Kerri Chandler, entre otros.

Público en SónarVillage del Sónar 2024.
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