El legado de Humberto Rivas ya es del Archivo Fotográfico de Barcelona

BarcelonaTal como avanzó el ARA hace unos meses, el fondo del fotógrafo argentino Humbero Rivas (Buenos Aires, 1937 - Barcelona, 2009) ha sido comprado por el Ayuntamiento de Barcelona. Había que concretar varios trámites burocráticos antes de hacer efectiva su adquisición, que ha costado 200.000 euros, según ha explicado este martes Oleguer Benaiges, director del Arxiu Fotogràfic de Barcelona, la institución que desde 2017 ya conservaba buena parte del legado en régimen de comodato. Ahora se está trabajando en la conservación y posterior digitalización del material de uno de los grandes de la fotografía barcelonesa, figura fundamental del documentalismo desde su llegada a Cataluña, en 1976.

"Durante la Transición hizo retratos de catalanes ilustres", recuerda Salvador del Carril, hijo de Rivas. Retrató a Joan Miró, Josep Tarradellas, Frederica Montseny, Charlie Rivel, JV Foix, Salvador Espriu, Joan Brossa y Antoni Tàpies, entre otros. Fue "pintor antes que fotógrafo", dice Del Carril, lo que se nota en la composición de muchas fotografías. "Pensaba las fotos como un artista", añade. Humberto Rivas también destacó con series como Huellas, que documenta las marcas que la Guerra Civil dejó en rostros, muros, casas y paisajes de lugares como Corbera d'Ebre, Figueres, Lleida y Belchite, y que pudo verse en una exposición en el mismo Archivo Fotográfico de Barcelona en 2016 Además, realizó un ingente trabajo como pedagogo fotográfico, una tarea que llevó a cabo en espacios como el actual Centro Cívico Can Basté, en el barrio del Turó de la Peira, detrás del cual hay una plaza que lleva su nombre.

El fondo adquirido incluye 23.193 negativos, placas, diapositivas y contactos; seis maquetas de fotomontajes; 200 tiradas originales, y documentación diversa, entre la que se encuentra la correspondencia con el diseñador América Sánchez, que fue quien le animó a instalarse en Barcelona. El resto del archivo de Humberto Rivas está en un almacén de Badalona. "Lo teníamos en Poblenou, pero el alquiler se puso tan caro que ahora lo tenemos en Badalona", explica Del Carril, que confía en que pronto pueda hacerse una exposición antológica.