Cultura

La Generalitat buscará a los maquis que intentaron acabar con Franco en 1944

Dentro del Plan de Fosas también se exhumarán los restos de Cipriano Martos, que murió a manos de la Guardia Civil en 1973

Una de las zanjas exhumadas al viejo cementerio del Soleràs
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BarcelonaEntre los días 19 y 27 de octubre del 1944, un grupo de cerca de 4.000 hombres entraron en la Vall d'Aran por diferentes puntos pero sobre todo por el Pònt de Rei, que conecta con Francia a través del río Garona. Eran hombres que habían luchado en la Guerra Civil, habían combatido con la Resistencia Francesa contra Hitler y soñaban con derrocar a Franco. El Partido Comunista los había convocado en Foix y Tolosa para formar un ejército y participar en una operación que denominaron Reconquista de España. Acabó mal. En muy poco tiempo en la zona se desplegaron 50.000 efectivos de Franco y los guerrilleros que no cayeron tuvieron que volver a Francia nueve días después de haber empezado la operación. Algunos de los que murieron fueron enterrados en diferentes fosas. Según algunos testigos, hay maquis enterrados en el cementerio de Unyà, en el Pla de Beret, a Rasos de Liat y en L'Artiga de Lin. Se sabe también que en el cementerio de Bòrdes hay cinco maquis enterrados.

Exhumar los restos de estos guerrilleros es uno de los objetivos del Plan de Fosas de la conselleria de Justicia para este 2022. El presupuesto del plan es de 800.000 euros y uno de los propósitos es localizar las fosas vinculadas con los maquis que hay también en Castellnou de Bages. Allí se exhumaron en los 2000 los restos de Ramon Vila Capdevila, más conocido como Caracremada, pero también está enterrado el maquis Ramon Bosch Noguera, un compañero suyo no identificado, y Ramona Bessa y su marido, Domènec Rovira, que ocultaron a los dos maquis en su masía la noche del 22 de febrero del 1945.

La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, ha explicado que durante el segundo semestre del 2022 también se exhumarán los restos de Cipriano Martos. Este obrero de origen granadino murió el 17 de septiembre de 1973 con la única compañía de dos agentes de la Guardia Civil, después de 21 días de agonía, en el Hospital Sant Joan de Reus, donde lo ingresaron por haber ingerido una botella de ácido sulfúrico. Tenía 31 años. El periodista Roger Mateos explicó cómo fue torturado en Caso Cipriano Martos. Vida y muerte de un militante antifranquista (Anagrama). "La manera en la que murió es cruel, no solo por la ingesta del cóctel molotov, sino porque lo dejaron agonizar durante 21 días y no dejaron que lo viera nadie", declaraba Mateos en una entrevista en el ARA. Lo enterraron en una fosa de beneficencia del Cementerio General de Reus sin permitir que la familia asistiera a la inhumación ni que se llevara su cuerpo. Ni un último beso, ni una última caricia en la mano. Y mucho silencio hasta que en noviembre del 2014 su caso salió del olvido para formar parte de la macroquerella que familiares de las víctimas del franquismo llevaron ante los tribunales argentinos.

Este 2022 también se acabarán, según ha explicado Ciuró, las intervenciones que se han hecho para localizar restos en superficie en diferentes escenarios de la Batalla del Ebro del Baix Camp, la Ribera de Ebro y la Terra Alta; la exhumación de restos vinculados a los hospitales de campaña o de retirada en las comarcas de L'Urgell, el Segrià, la Noguera y la Terra Alta; y la de los restos localizados en fosas fuera de los cementerios de la Anoia, el Moianès y el Berguedà. A finales de año se hará una exposición sobre las exhumaciones que ha llevado a cabo la Generalitat a lo largo de los últimos años. Ciuró ha explicado los objetivos de este año del Plan de Fosas en el Parlament de Catalunya respondiendo a una interpelación de Junts.

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