Literatura

David Walliams, pregonero de Sant Jordi: "Un libro que se lee por placer vale por cien libros que te obligan a leer"

El actor, presentador y escritor David Walliams hace un carismático pregón de la lectura en el Born

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David Walliams, durante el pregón de la Lectura de San Jorge

BarcelonaNi la lluvia torrencial que caía poco antes del inicio del pregón de la lectura de Sant Jordi ni la jornada de huelga en las Bibliotecas de Barcelona han aguado el entusiasmo del actor, presentador y escritor David Walliams (Londres, 1971) , protagonista del pregón de la lectura de este año. Autor de una treintena de libros, desde que debutó, en el 2008, con El chico del traje –en catalán en Estrella Polar–, el británico ha querido compartir con los asistentes su camino hacia la lectura y la escritura horas antes del inicio del día.

"Si no eres buen lector, nunca podrás llegar a ser escritor –aseguró–. Sería cómo tratar de componer una canción sin haber escuchado nunca música". Walliams es, hoy por hoy, uno de los autores de mayor éxito de la literatura infantil y juvenil en todo el mundo –ha vendido más de 56 millones de ejemplares de sus libros–, pero ha confesado ante la audiencia que de pequeño los libros no le atraían mucho: "Prefería mirar la lucha libre en la tele antes que leer... hasta que descubrí Roald Dahl". Fue Charlie y la fábrica de chocolate la novela que le cambió la vida. "Ha cautivado a niños y niñas durante 60 años y estoy seguro de que seguirá siendo así durante los próximos 60 años, o quizás los próximos 600, ¡o 6.000!", ha continuado, sin hacer ninguna referencia a la polémica reescritura reciente de algunos pasajes de ésta y otras novelas del autor para eliminar su lenguaje políticamente incorrecto. "Es una novela con un argumento sencillo, pero está llena de ideas complejas –ha dicho–. Y es oscura. No se trata de una historia cuqui sobre ositos de peluche. Es perturbadora".

"¿Qué pasaría, si un niño fuera a la escuela vestido de niña?"

Walliams, que se dio a conocer gracias a su papel en la comedia Little Britain en 2003, ha querido enfatizar la importancia de leer por placer mientras Barcelona se prepara para celebrar un nuevo Sant Jordi masivo (si la lluvia no causa estragos como hace dos años). "Un libro que se lee por placer vale por cien libros que te obligan a leer –ha proclamado–. Todos los estudios nos dicen que a los niños que leen a menudo les va mejor en la escuela. Hacen los deberes más fácilmente. Y pueden aspirar a mejores estudios".

El actor y escritor ha recordado que, a diferencia de los años 70, cuando él creció, los niños de ahora tienen mil distracciones antes que leer. Ha enumerado unas cuantas: "El iPhone. El iPad. YouTube. TikTok. Instagram. Snapchat. Twitch. Netflix. Los videojuegos". Aunque admitió que le "encantan el cine y la tele", lanzó una advertencia: "Gracias a las plataformas, los niños ya no deben esperar a que hagan su serie preferida. Mi hijo descubrió Los Simpson en Disney+ y fue recuperando los 763 capítulos. Lleva mucho tiempo esto". El discurso de Walliams estaba en sintonía con las palabras que previamente había pronunciado el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni: "Encendemos los libros y apagamos las pantallas". Dos horas después del pregón, La Paloma acogía la segunda Noche de las Rosas, una velada poético-musical en la que los Mishima se han acompañado de algunos de los protagonistas de este día: Jordi Puntí, Mireia Calafell, Blanca Luz Vidal y Pol Guasch

"Es importante que los niños y niñas lean, porque no es una actividad pasiva como mirar la tele –ha insistido Walliams–. Leer te obliga a realizar el esfuerzo de interpretar. Y puede ser algo tan sencillo como decidir quién es el bueno y quién es el malo de la historia". A Walliams le gusta seguir mirándose el mundo con ojos de niño: "Me puse a escribir para leer el libro que nunca tuve cuando tenía 12 años". Su primer libro nació a partir de una pregunta que se hizo el autor: ¿qué pasaría si un niño fuera a la escuela vestido de niña? "Se inspiraba, en parte, en mi propia vida, porque mi hermana mayor hubiera querido tener una hermana pequeña, y yo a menudo me vestía de niña para complacerla", recordó más adelante, durante la conversación con la periodista Anna Guitart, que también le ha pedido por sus colaboraciones con el veterano ilustrador Quentin Blake, que había trabajado durante años con Roald Dahl: "Fue un sueño hecho realidad, cuando se vino a poner imágenes en El chico del traje".

Desde entonces, Walliams ha publicado novelas como La abuela gángster (Montena, 2013) y Las hamburguesas de rata (Montena, 2013). "Siempre intento elegir un tema con un mensaje importante, pero lo vehiculo de forma entretenida y con sentido del humor". Al final del pregón, Walliams ha soltado un último mensaje atrevido que ha sido recibido con aplausos: "Hace tiempo que he olvidado lo que me enseñaron en la escuela, pero nunca olvidaré los libros que he amado".

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