Estopa: "No queremos ser como los artistas que se vuelven baladistas"

Barcelona"Lo haremos guay. Estoy convencido. Haremos un buen show. Y sobre todo confío en el público. Donde no lleguemos nosotros llegará el público", dice David Muñoz (Cornellà de Llobregat, 1976). "Estamos buscando la manera de que el público tenga aún más protagonismo", añade su hermano Jose, nacido en 1978. Hablan del nuevo reto de Estopa: dar el salto a recintos como el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona, el 10 de julio del próximo año, y el Cívitas Metropolitano de Madrid, el 22 de junio. Según David, espera que la gente disfrute tanto como cuando él va a un concierto de Extremoduro y coincide con toda gente a la que también le gusta Extremoduro: "Hay una comunión muy grande. Los miro y pienso: son mi gente". "Como dice mi sobrino, tienes que hacer cosas guais para que queden recuerdos guais", añade Jose.

David no tiene muy buen recuerdo de la última visita al Olímpic ("Fue el Barça-Madrid del 1 a 2"), pero sí del último concierto que vieron. "Fuimos a un concierto de Coldplay y esa noche aprendimos que, aparte de lo que ocurre en el escenario, el mayor espectáculo está en el público, en la comunión que se establece entre escenario y público", explica Jose. Es curioso que lo diga alguien que ha tenido a 25.000 personas cantando Tu calorro en el Parc del Fòrum como si en ese momento no hubiera nada más importante en la vida que esa canción. "Pero es que cuando tocas en el Olímpic ya no es un concierto, es algo más", dice David, que seguramente para quitarse el peso de la responsabilidad bromea a propósito de las más de 50.000 pulseras de luz que Coldplay repartieron entre el público. "Pues nosotros regalaremos un anillo del chino o dos. ¿Te imaginas, todo el mundo con dos anillos?", dice y ríe. Lo que seguro que no habrá en el Olímpic será "artistas invitados". "Es que no somos mucho de colaboraciones", asegura Jose. "Nos sentimos más seguros haciendo nosotros nuestras canciones", continúa David. "Cuanto mayor es el concierto, mejor no hacer experimentos", insiste Jose. "Si viene Rosalía y dice que quiere cantar... pues quizás sí. O nos haríamos los interesantes: «Hum, no lo sé, déjame que piense... medio segundo»", dicen completando uno la frase del otro.

¿Y qué piensan cuando Rosalía o C Tangana explican que crecieron escuchando a Estopa? “Es muy halagador. Será la misma sensación que teníamos nosotros con Los Chichos, cuando hablábamos de nuestros referentes", dice Jose. "O con Sabina y Extremoduro, que para mí eran inalcanzables", añade David. "Y, sobre todo, que la música no tiene fecha de caducidad", continúa Jose antes de que su hermano cierre la respuesta: "Todo me hace pensar que no hemos intentado ser modernos. No éramos moda, éramos una movida, como decían del rap los raperos".

Estamos en el estudio de grabación que los hermanos Muñoz tienen en Sant Feliu de Llobregat. Lo primero que han hecho ha sido reproducir el videoclip de El día que tú te marches, la primera canción del disco Estopía, que publicarán con Sony en marzo, veinticinco años después de aquel impresionante debut discográfico titulado Estopa (1999). Es una rumba-rock poderosa, quizás uno de los temas de los últimos años que más conecta con el espíritu y el sonido del primer disco y donde, además, colabora la cantante Chonchi Heredia, que también participó en aquel debut. Aparentemente, El día que tú te marches es una canción de amor, como Como Camarón, pero donde el amor secreto sepultado por la timidez es ahora la inquietud por un amor que podría irse. "Sí, es una canción de amor –admite David–, pero superpuesta a otra sobre la inspiración. El miedo a que la inspiración pueda marcharse la tenemos desde que hicimos la primera canción, que pensamos que ya no saldría adelante ninguna más". Aquella primera canción era El ballenero, pero nunca la han publicado. "Cuando la hicimos dijimos: joder, es una canción que antes no existía y ahora sí. La melodía es nueva, la letra es nueva, qué locura... Esto nos sigue pasando y el día que no ocurra, el día que se vaya, será muy frustrante", dice David.

Los Estopa del 2023 luchan a su manera contra ese miedo. Aseguran que no les pesa el pasado, sino "el futuro". Saben que cada disco incorpora al menos una o dos canciones a las páginas gloriosas de los dos primeros álbumes, el Antiguo Testamento de Estopa. Sin embargo, conscientes de que el concierto en el Estadi Olímpic será especial para celebrar el 25 aniversario, dedicarán "el 60% del repertorio al Antiguo Testamento". "Haremos flashback", dice Jose recordando una escena de la película Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda.

El ejemplo de Robe Iniesta

Cualquiera que haya ido a un concierto de los hermanos Muñoz conoce la magnitud del pellizco emocional que causan algunas canciones, sobre todo las de los dos primeros discos. ¿Pero qué canciones de otros artistas causan ese mismo efecto en ellos? David lo tiene clarísimo: Nada que perder, la nueva canción de Robe Iniesta al margen de Extremoduro: "El otro día casi lloro escuchándola. Mi hijo me decía: «Papá, ¿lloras?» No, no. Es una canción que me flipa: «Volvería a mis adicciones si acaso fuera, si fuera necesario [...] Volvería a hacerlo por amor, si acaso fuera, si fuera necesario» –canta David entonando unos versos de Nada que perder–. Robe me inspira porque tiene sesenta años y no se le ha ido la inspiración. Hay gente que ha hecho canciones buenísimas, pero se ha secado. Y él no". "O algunos se vuelven baladistas", añade Jose. "Y no queremos ser como los artistas que se vuelven baladistas", añade su hermano. "Robe también me emociona mucho –dice Jose–. Y Albert Pla. Y el otro día me emocioné mucho con La puerta violeta de Rozalén. La emoción no entiende de géneros musicales”.

El once ideal de Estopa

Aprovechando que Estopa actuarán en dos estadios donde ahora juegan como locales dos equipos de fútbol, el Barça y el Atlético de Madrid, el ARA ha pedido a los hermanos Muñoz que elijan su once ideal, referentes culturales que están en el corazón de Estopa. Cada uno ha hecho su lista y después han consensuado una conjunta con músicos, cineastas, películas, series de televisión y deportistas. "Todo lo que hemos puesto es nuestro mundo estópico", dice David.

El once de Estopa es éste:

1. Joaquín Sabina
2. Perico Delgado
3. Andrés Iniesta
4. Quentin Tarantino
5. Albert Pla
6. La serie La dimensión desconocida
7. Extremoduro
8. La película La vida de Brian
9. Son Goku (el personaje del manga y anime Dragon Ball)
10. Lionel Messi
11. Los Chichos

"Eh, falta hip-hop. Pon a Run DMC como número 12", reclama David. También añaden a Joan Manuel Serrat, el artista que sienten más cercano. "Este hombre nos da paz. Es como un familiar nuestro", dicen. La lista de consenso ha dejado fuera nombres de las individuales como Martes y Trece (en la de David) y Faemino y Cansado (en la de Jose), además de unas cuantas frases de la película Amanece que no es poco, como los diálogos sobre la ingle y Dios. Junto con La vida de Brian, de los Monty Python, ayudan a describir el sentido del humor de los hermanos Muñoz, terrenal y surrealista a la vez.

El once de David Muñoz:

1. Bruce Lee
2. Martes y Trece
3. Marty McFly (el personaje de la película Regreso al futuro)
4. Mike Donovan (el personaje de la serie V)
5. Quentin Tarantino
6. Joaquín Sabina
7. Albert Pla
8. Robe Iniesta
9. Los Chichos
10. Son Goku
11. Lionel Messi

El once de Jose Muñoz:

1. Joan Manuel Serrat
2. "La ingle y Dios" (una frase de la película Amanece que no es poco)
3. Perico Delgado
4. Andrés Iniesta
5. La película Bitelchús
6. Camarón de la Isla
7. "No ha nacido la ingle que me domine" (una frase de la película Amanece que no es poco)
8. Sabrina
9. La serie La dimensión desconocida
10. Faemino y Cansado
11. "Yo soy Brian, y mi esposa también es Brian" (una frase de la película La vida de Brian)

La inspiración que llega en sueños

A lo largo de la conversación con Estopa aparece a menudo el concepto de inspiración. Jose admite que lo peor es cuando "pasan los meses y no coges la guitarra para tocar, porque no te sale nada". Por eso le gusta cuando se fuerzan a componer. "Entonces es cuando sale todo, cuando la inspiración te pilla con la guitarra en las manos", dice. En cambio, su hermano David explica que, de vez en cuando, la inspiración se le aparece en sueños, como "el del medio de los Chichos": "La canción Vino tinto, por ejemplo: hay una estrofa que la soñé entera. Y ahora, a veces, estoy soñando, me despierto y cojo el móvil para grabar lo que canto".

Justamente eso es lo que le ha pasado con una canción del disco que publicarán el próximo año. "Soñé la parte importante. En el sueño aparecía un amigo que no sabe tocar, que es protésico dental y me decía: «Mira, David». Y comienza a tocar una canción. «Pero si tú no sabes tocar, esa canción no es tuya...», le recriminaba. Me desperté y decidí adjudicarme la canción, porque no era de nadie. Cogí el móvil y canté la canción que me había tocado en sueños. Me sentí algo culpable, como si estuviera robando a un sueño. Pero es que incluso el acuerdo que tocaba él en el sueño, que era un re, lo he puesto en la canción". David revuelve el móvil buscando aquella nota de voz que grabó medio dormido hace un año. "Intento hacerlo con todo el interés. Piensa el esfuerzo de estar dormido a las cinco de la madrugada, coger el móvil y apretar el REC", dice. Efectivamente, reproduce la nota de voz.

"Canta como si fuera el de Nirvana, todo desganado", describe Jose. "Es que no puedo tener menos ganas, ¡es imposible!", admite David.