Con todos los honores... ¡un concertazo!

En un país como el nuestro, poco proclive al reconocimiento propio y más pendiente de deslumbramientos que vienen del espacio exterior, habría que agradecer la meritoria labor de la Joven Orquesta Nacional de Cataluña (JONC) y de quien lleva 23 años. es el director artístico. 30 años de JONC y, desde el 2001, el liderazgo de Manel Valdivieso deberían hacernos sentir más que orgullosos. Y no sólo por la presencia de la formación y por el buen oficio de la batuta de Valdivieso, sino por la vitalidad pegadiza que a lo largo de tres decenios ha llevado programas de gran atractivo en todo el territorio.

El concierto del lunes en el Palau de la Música confirma este entusiasmo. En esta ocasión, con un programa sensacional. Una primera parte con la primera audición entre nosotros de la versión orquestada del ballet de Robert Gerhard Soirées de Barcelone. Y una segunda parte con las Glozas sobre temas de Pau Casals, de Ginastera; la suite Monte Juico, de Benjamin Britten, y finalmente el estreno de una página tan sabia como su compositor: Danzas y canciones para un cumpleaños, de Antoni Ros-Marbà, una sugerente pieza del músico de Hospitalet de Llobregat escrita ad hoc para esta celebración.

Una vez más, la carismática y entusiasta dirección de Valdivieso nos hace pensar que necesitamos mucho más su presencia, con o sin la JUNC. El gesto claro, el buen equilibrio entre secciones y la atención a los jóvenes músicos delante se han convertido en una nueva lección de unos de los mejores directores de casa.

La elección del repertorio no podía ser más adecuada. (Re)descubrir los valores de la música de Gerhard, evocar la maestría de Casals a través de Ginastera o revisitar el amor hacia Cataluña en general y Barcelona en particular a manos de Benjamin Britten nos hace pensar que tenemos todavía mucho que descubrir entre nuestro patrimonio musical. Por no hablar de la permanente maestría de Ros-Marbà en todo lo que ha hecho y que culminará la próxima temporada con el estreno en el Liceu de Benjamin at Portbou. Por el momento, las Danzas y canciones para un cumpleaños con toques de Mompou confirman que es un honor ser partícipe de la cultura de un país con gente como la que ocupaba el escenario del Palau de la Música, revestido (no podía ser de otra manera) de un cumpleaños que debe tener continuidad, al menos, treinta años más.