Muere a los 81 años David Crosby, guitarrista salvaje de los Byrds y Crosby, Stills & Nash

Barcelona"David no tenía miedo ni a la vida ni a la música", escribía ayer Graham Nash para despedir a David Crosby, amigo y sparring musical. El cantante y guitarrista murió este jueves a los 81 años y será recordado como una de las leyendas del folk-rock norteamericano de los años 60 y 70, famoso por sus armonías vocales, la heterodoxia en la guitarra y unas letras incisivas; y por el espíritu salvaje del sexo, drogas y rock 'n' roll. "Teníamos razón sobre los derechos civiles, teníamos razón sobre los derechos humanos, teníamos razón en que la paz es mejor que la guerra... pero creo que no teníamos ni idea de las drogas y eso lo acusamos mucho", dijo al Times en 2006 sobre los turbulentos años 60.

David Crosby (Los Angeles, 1941), hijo del cineasta Floyd Crosby, fue fundador de dos de las bandas que más influyeron en el folk-rock y el country-rock que surgió en California en 60 y lograron gran popularidad en los 70: The Byrds y Crosby, Stills & Nash. Las dos le hicieron entrar en Salón de la Fama del Rock and Roll dos veces.

Con The Byrds (1964-1967) coescribió hits como Eight miles high, pero acabó expulsado de mala manera porque no querían tocar sus temas. Después, con Crosby, Stills & Nash (y la extensión Crosby, Stills, Nash & Young) se convertirían en referentes tanto en la contracultura norteamericana de los 70 como al redefinir por su sofisticación melosa la música de la generación Woodstock. Desde el primer álbum, en 1969, fueron un éxito de ventas y con la entrada de Neil Young se consideró la unión de talentos más grandes del momento. Su segundo concierto fue en Woodstock en 1969, y el álbum de 1970, Déjà-vu, contenía éxitos como Teach your children, Woodstock y una de las canciones más conocidas de Crosby, Almost cut my hair. Los egos hacían imposible mantener la continuidad de la banda: Crosby y Nash hicieron tres discos en 70, el trío inicial se mantuvo activo en etapas fluctuantes hasta 2016, y con Young hicieron varias actuaciones desde los 70 hasta los 2000. En todo caso, Crosby mantuvo una carrera en solitario y formó bandas de influencia jazzística. Se calcula que su nombre aparece en 35 millones de álbumes.

Crosby era indomable. Tuvo una vida tumultuosa y su carácter abrasivo hizo que las bandas acabaran rompiéndose y pasara épocas sin hablarse con sus colegas. En el documental David Crosby: Remember my name lo lamentaba y aseguraba que le gustaría volver a tocar con la banda. "Me doy cuenta de que el tiempo que tenemos aquí es tan corto que estoy molesto conmigo mismo porque durante al menos diez años solo me dediqué a destrozarme; estoy avergonzado", decía en 2019 a Los Angeles Times. Había caído "tan bajo como un hombre puede caer", había dicho. La muerte de su novia en un accidente acabó de hundirlo en la adicción al alcohol y las drogas, que le comportó un trasplante de hígado (pagado por Phil Collins), varios accidentes de moto, hepatitis C y diabetes. Incluso en 1985 acabó unos meses en la prisión, donde le hicieron raparse su famoso bigote. Los intentos de rehabilitación fueron en vano.

El 2014 lanzó Croz, su primer álbum en solitario desde 1993, pero no lo pudo promocionar por un problema de corazón. En 2021 presentó su último disco, For free, y vendió todos sus derechos musicales. Siguió escribiendo, grabando y tuiteando. Sus últimos tuits son de un día antes de morir y son sobre los Beatles, Greta Thunberg y la música.