Para despedirse del público catalán, los Zoo han elegido a la Telecogresca. "Fue el primer festival gordo de Catalunya donde tocamos, en 2015", ha recordado Panxo, que ha aprovechado el evento universitario, que se celebra desde 1978, por citar al poeta Miguel Hernández (" La juventud siempre empuja, / la juventud siempre vence "). En 2015 formaron parte de una programación que incluía Txarango, Los Amigos de las Artes y La Raíz, entre otros. Este sábado, con entradas a 32 euros, encabezaron un cartel con JazzWoman, Declive, Sara Socas, Whale Trip y Dan Peralbo y el Comboi.
¡No hay nada comparable a los Zoo!
La banda de Gandia da un vibrante y emocionante concierto en la Telecogresca, dentro de la gira de despedida
Barcelona¿Qué vacío que dejarán los Zoo en la música de los Països Catalans... ¿Qué consuelo habrá para quienes han vivido como propios el hedonismo crítico y el espíritu pícaro de la banda de Gandía? ¿Quién alimentará de nuevo las ganas de revueltas cotidianas? ¿Quién será capaz de mantener en marcha la hilandera que liga la conciencia de clase de Ovidi Montllor, la poética de proximidad y la fiesta electrónica que se baila con gafas de sol? ¿Quién calentará y excitará el corazón y los pies de gente como las más de quince mil personas que este sábado fueron a la Telecogresca, en el Parc del Fòrum de Barcelona? El lamento es comprensible, porque los Zoo pliegan. Se están despidiendo con una gira de una decena de conciertos que culminará el 13 de julio en el Pirata Beach Fest de Gandia. Y se despiden pletóricos, con la formación esencial de seis miembros, sin el despliegue instrumental de la memorable actuación en el Palau Sant Jordi de 2022 pero con un añadido emocional enorme, y el sábado con cuatro colaboraciones especiales: la rapera Carmen Aguado (JazzWoman) en Tiro al muñeco; el cantador Pep Gimeno Butifarra, "el mayor entre nosotros", dijo el cantante de los Zoo, Toni Pancho Sánchez, al término de Caminos, y los raperos Rodrigo Laviña (At Versaris) y Toni Mejías (Los Chikos del Maíz) en Imperfecciones.
"¿Qué tal, cómo estáis? Nosotros muy, muy contentos, algo emocionados y muy agradecidos por teneros al lado todos estos años. Es un orgullo hacernos un hueco en este país que también es nuestro", va decir Pancho dirigiéndose al público catalán después de un arranque inapelable. Y, durante una hora y tres cuartos, la gente que llenaba el anfiteatro del Fòrum en una noche húmeda respondió participando en una danza tribal, con pilares de tres y fuego de bengalas incluidos, y cantando una veintena de himnos cívicos críticos: Quiero, Verano, Pana, Sereno, Canción póstuma, Corbellas, el tramo final con Ventiladores, Tobogán y Avant... y con momentos especialmente emotivos como La maestra, el homenaje a Marifé Arroyo y en general a todas las maestras valencianas, y Calle de la amargura, situadas en el centro del repertorio y contrastadas por la ferocidad rítmica de Nuestra bota.
Las habituales versiones de Obrint Pas (Caminos) y La Perra Sorda (Zarzas), el hilo rojo de la música valenciana, también tuvieron espacio en una noche apoteósica, síntesis de las virtudes de un grupo que a lo largo de diez años ha ofrecido consistencia lírica, temática, sonora y musical y una envidiable fortaleza en las dinámicas del directo. Un directo, por cierto, lleno de detalles que también explican por qué los Zoo son tan relevantes: la guitarra final de Correfuego, el ritmo kuduro de Quiero, el trombón deImpresentables, las rimas bailables de Golosinas...
Pancho, que citó a Eskorbuto ("Somos los mismos que cuando empezamos"), no pudo esconder el trasiego que remueve el grupo (y el público) en esta despedida. Al terminar Avant, se quedó unos segundos con las manos detrás de la nuca mirando un horizonte de más de 15.000 personas, que en ese mismo momento seguramente pensaban que no hay nada comparable a los Zoo. Es la imagen del concierto, por supuesto.