Al rescate de las maravillas del underground musical catalán
Ricky Gil & Biscuit publican un disco con versiones de Toti Soler, Pau Riba, Guillermina Motta y Melodrama, entre otros
BarcelonaUn día escuchas una canción como Hay gente y te estalla la cabeza. Y te pides cómo no se conoce más esta maravilla de blues-rock psicodélico con letra del poeta Joan Vergés que Toti Soler publicó en 1970, cuando tenía 21 años. Semejante sensación experimentó Ricky Gil cuando la descubrió. Luego la versionó y ahora forma parte del disco Artefactos sonoros del underground catalán (Chesapik, 2023), el segundo que Gil hace con el grupo vilanovense Biscuit. Además de Hay gente, el álbum incluye otras diez versiones de canciones de grupos y artistas como Pau Riba, Sisa, Melodrama, Gato Pérez, María del Mar Bonet, Ia & Batiste, Jordi Paniagua y Guillermina Motta.
Después de la canción de Toti Soler, suena Chica (quédate conmigo), una delicia de 1969 de Miniatura, una especie de supergrupo formado por Albert Batiste, Pau Riba, Jaume Sisa y José Manuel Brabo, el Cachas. Ambas canciones representan aquella rapidísima transición que hubo entre la Nova Cançó, el destilado de folk estadounidense del Grupo de Folk y la revuelta sonora que protagonizarían Pau Riba y Jaume Sisa. "¡Es que de repente pasaron del Grupo de Folk a hacer rock psicodélico!", exclama Ricky Gil, un músico con una larga trayectoria desde que fundó Brighton 64 en los años ochenta.
Artefactos sonoros del underground catalán es fruto de una necesidad. "Cuando publicamos el primer disco –Infinitas rutas invisibles (2021)–, sólo teníamos nueve canciones. Era un repertorio muy cortito, y cuando empezamos a dar conciertos incorporamos otras canciones, entre ellas Hay gente. A partir de entonces, escuchamos otras canciones de la misma época, material muy interesante que en gran parte estaba bastante olvidado, o que ni siquiera había tenido repercusión en su momento", explica Gil. Incluso hay una canción que nunca se había grabado en catalán: Tú, yo y el Tibidabo, de Melodrama. "Tengo un recuerdo imborrable de cuando era adolescente. un programa del Ángel Casas salieron los Melodrama tocando esta canción con la letra en catalán. Pero después sólo la oí en castellano, que es como salió publicada en un sencillo –recuerda–. Yo tenía la seguridad de que en la tele la habían hecho en catalán, y los hermanos Olivé, de los Melodrama, me confirmaron que, efectivamente, la letra original era en catalán. Para nosotros es importante, porque, además de ser una canción muy chula, por primera vez la estamos publicando de acuerdo a la versión original".
En la elección del repertorio, Gil y los Biscuit han barajado material realmente underground, como Un deseo antiguo, un tema del sencillo que Jordi Paniagua hizo con el grupo Om de Toti Soler. "Solo publicó un disco de dos canciones. Luego se retiró, y se dedicó a la medicina", informa Gil. Pero también existen versiones de canciones de artistas más populares como La curva del Morrot de Gato Pérez, Los snobs de Guillermina Motta, Yo me daría a quien me quisiera de María del Mar Bonet y Mambo de Sisa. De la rumba de Gato Pérez hacen una versión más desgarrada y rockera. "Como rumba no habría salido bien, así que tiramos por el derecho y la hemos hecho más rockera", asegura Gil. En Los snobs cuentan con la colaboración de Namina, "para quien Guillermina Motta es una influencia superimportante": "Cuando fuimos al estudio, Namina nos dijo que cuando era niña era el referente que la impulsó a cantar". Para versionar a Maria del Mar Bonet, cuentan nuevamente con Joana Serrat, que ya había colaborado en el disco anterior; y es un gozo sentir la de Osona cantando en catalán en una adaptación que respira aromas de Neil Young.
En cuanto a Sisa, Gil admite que es el único artista del rock de los setenta hecho aquí que ha seguido con ganas desde hace tiempo: "Es un personaje que siempre me ha apasionado, me sé las canciones porque me' Encantan, en cambio, todo lo demás para mí eran como si fuera música de otro planeta –lamenta– Cuando empezamos con Brighton 64, quisimos romper con toda esa gente mayor y no les hicimos ni caso. haber intentado conocerlos, que nos aconsejaran, pero quisimos romper demasiado con el pasado, con la generación anterior, y pienso que ha sido un error.Ahora enmiendan el error e incluso invitan al disco músicos de aquella generación como Manel Joseph (Orquesta Platería), Jordi Batiste (Miniatura, Ia & Batiste) y los hermanos Olivé (Melodrama)
El nivel altísimo de las letras
Artefactos sonoros del underground catalán también funciona como recordatorio del altísimo nivel de las letras de muchas canciones de los años sesenta y setenta, escritas por Marta Pessarrodona (Los snobs), Josep Palau i Fabre (Yo me daría a quien me quisiera), Joan Vergés (Hay gente) o Ramon Folch y Camarasa (que adaptó al catalán Milk cow blues, de los Kinks, titulada Más allá en la versión que hicieron Los Choques). "A veces era el sello Concéntrico, que tenía contacto con escritores y poetas y les pedía letras para grupos que empezaban. También ocurría que había artistas que quizás estaban un poco inseguros a la hora de hacer letras. En cualquier caso, el contenido literario de muchas canciones era superior al que podía haber hecho un chico de 20 años. Las canciones que hemos escogido no sólo son muy creativas musicalmente, sino que las letras están muy bien construidas", dice Ricky Gil.