In memoriam

"Núria Feliu es imposible de olvidar, es irrepetible"

La muerte de la cantante este viernes ha provocado una oleada de reacciones en el mundo de la música

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La cantante Núria Feliu retratada por Horacio Seguí en sesenta

Barcelona"Pionera". "Gran dama". "Querida". La muerte de Núria Feliu este viernes ha suscitado una oleada de luto popular y reacciones de admiración en el mundo de la música, la cultura y la política, que destacan tanto su trayectoria, poco reconocida, como su calidad personal.  "Supongo que en algunos momentos no se la ha valorado lo suficiente, pero creo que lo que tenemos que hacer es valorarla ahora, en este momento", ha reclamado Joan Manuel Serrat. Núria Feliu fue la primera cantante que interpretó sus temas a comienzos de su trayectoria: "Era una mujer extraordinariamente curiosa y capaz de tocar muchas teclas", ha dicho Serrat en declaraciones al canal 324, y también que hizo unas "unes versiones realmente magníficas" en el campo del jazz.

Dos de los últimos homenajes que recibió Núria Feliu tuvieron lugar dentro del festival Barnasants en 2017 y el año pasado: "Deja una herencia desde el punto de vista artístico y popular importantísima y sobre todo una actitud ante nuestra lengua y nuestra cultura que a veces echo mucho en falta", dice el director del festival, Pere Cabrera. "Ahora que parece que lo más cosmopolita es cantar en inglés, hace sesenta años ella hizo una cosa fundamental para nuestra lengua: cantar traducidos al catalán innumerables de jazz, y esto los hizo accesibles a la gente. Esto fue fruto de su voluntad y la de toda una generación que vivía durante la dictadura de nuestra lengua y nuestra cultura", subraya.

Guillermina Motta: "La quería mucho, nos reímos mucho muchas veces y merecía más reconocimiento del que ha tenido. Este es un país que no tiene memoria".

Mireia Feliu, sobrina de Núria Feliu y también cantante, ha destacado de su tía que "la música y su saber hacer eran como un servicio a la comunidad". Ha explicado que Núria Feliu dejó escrito cómo quería que fuera su despedida: "Rodeada de música". La sobrina ha dicho que los últimos meses fueron difíciles, pero que recibía cariño: "Todo el mundo le reconocía el trabajo que hizo, a muchos niveles: cultural, por la lengua y musical. Creo que es un referente de la cultura catalana", ha dicho en TV3.

La participación de Núria Feliu en un capítulo de la mítica serie Teresina S.A .fue uno de los hitos de la colaboración de la artista con la compañía La Cubana. Antes, la habían convencido para que bajara por una escalera difícil en una actuación para una gala televisiva de una nochevieja en TV3 en 1990. "Era un actoraza, una teatrera de arriba abajo, una artistaza", ha dicho el director de la compañía, Jordi Milán. "Para nosotros es una persona muy especial", subraya. También "el entusiasmo y la ilusión".

Òscar Dalmau: Òscar Dalmau estudió el bachillerato con una sobrina de Núria Feliu, Eulàlia Feliu, que fue clave para conocerla y para que le empezara a profesar una "admiración espontánea". Todo empezó con un disco con unos estándares de jazz en catalán que hasta entonces había oído en la voz de grandes divas como Ella Fitzgerald y Billie Holiday. También porque Núria Feliu le regaló una parte de sus vinilos de jazz cuando dejó de tener tocadiscos. "Me dijo que fuera con una bolsa y me fui de su casa con una maleta llena de discos, así era su generosidad". En las antípodas de la etiqueta de mujer chabacana que a menudo se le quiso colgar, Dalmau la recuerda como una mujer "supermoderna" que puso en marcha su propia discográfica para poder desarrollar sus propios proyectos con independencia y dar a conocer a otros artistas. "Abrazó el pop, en el aspecto amplio de lo que es popular", dice Dalmau.

Marina Rossell: "Núria Feliu es imposible de olvidar, es irrepetible", dice Marina Rossell para empezar una conversación durante la que recuerda el aprecio personal y la admiración profesional que tiene por Feliu. Y de su legado destaca "la divulgación de un género en catalán [el jazz] que hasta entonces no se había explorado, su fraseo, su manera de cantar". También recuerda que se retiró hace diez años estando "arriba de todo" con un gran concierto en el Liceu. "Fue una luchadora hasta el final", subraya Rossell, que recuerda también su "bonhomía. "Se hacía querer y trataba a todo el mundo por igual. Si iba a un restaurante, saludaba a la mujer que le había hecho una sopa especial que había pedido, era muy agradecida".

"Núria Feliu nos enseñó a todos que se podía cantar en catalán sin complejos", ha advertido el cantante, músico y guitarrista Pep Sala. "Se podía hacer jazz, hacer cuplés, las sardanas, canción de autor”, ha subrayado. También ha puesto de relevo que abrió el camino a los músicos posteriores y que Feliu fue de los últimos miembros de una generación, junto con artistas como Albert Mallofré, Tete Montoliu y el maestro Borrull que fueron "pioneros de hacer música en este país”.

La primera en hablar del ámbito político ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha parado el pleno municipal para señalar que "la ciudad de Barcelona no olvidará nunca a Núria Feliu". La ha definido como una "santsenca convencida", y una "cantante, actriz, mujer polifacética y popular". Desde Òmnium Cultural han calificado la cantante de "catalana universal", y desde el Govern de "icono indiscutible". Desde el departamento de Cultura, Natàlia Garriga ha recordado el carácter polifacético y comprometido de la artista, “un icono de la cultura catalana, que normalizó el catalán en la canción en un momento en que no era normal". "Núria Feliu nos deja un legado de compromiso con la sociedad y el conjunto del país", ha apuntado el president, Pere Aragonès. "Su música nos acompañará para siempre", ha dicho el ministro de Cultura, Miquel Iceta. Y desde el Gran Teatre del Liceu han recordado su versatilidad y que acogieron el concierto con el que Núria Feliu celebró los cincuenta años de trayectoria en 2011.

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