Oques Grasses no tiene rival: locura, buen rollo y desenfreno en el estreno del nuevo disco
El grupo ha presentado 'Fruit del deliri' con un concierto multitudinario en el Palacio de Ferias de Girona en el marco del Festival Strenes
- Festival Strenes.
- Palacio de Ferias de Girona, 27 de abril de 2024.
Noche de fiesta grande en el Palacio de Ferias de Girona, que se ha llenado hasta los topes para recibir el primer concierto de la gira de presentación de Fruto del delirio, el esperadísimo nuevo disco de Oques Grasses, estrenado hace apenas dos semanas. La banda de Osona ha hecho vibrar a las cerca de 7.000 personas que abarrotaban de pie el recinto gerundense con un concierto larguísimo y espectacular en el que han alternado los doce temas del último álbum, que el público ya canta y baila de memoria, con muchos de los hits de lanzamientos anteriores. El directo es imbatible y sin rival, con una combinación justa de marcha, locura, buen rollo y desenfreno, que, año y medio después de el apoteósico triunfo en el Palau Sant Jordi de Barcelona, se mantiene en lo más alto y no pierde pistonada.
En Fruto del delirio, Oques Grasses, fiel al mismo ánimo alegre de las melodías y al tono bromista de las rimas, se apunta a la corriente actual de la electrónica y la música urbana incorporando beatos de percusión distorsionada o efectos de DJ. Los temas ensamblan tonadas más emotivas y tranquilas, como la deEl día y la noche, con otras más rítmicas y marchosas, al estilo del disco A tope con la vida, pero más pases de vueltas, tales como Cómo está el patio. En la puesta en escena de la gira, la banda, con muchos músicos en el escenario, vestidos con un mono negro y con capucha, actúa ante un dibujo de luces led que envuelve un ojo gigante que hace de pantalla y retransmite el concierto en directo para el público más lejano. La actuación de Girona ha empezado -literalmente- con Mucha tralla, con todo el grupo con el rostro cubierto hasta que el cantante, Josep Montero, ha mirado a cámara para entonar los versos sobre las promesas de amor y las falsas expectativas.
Tras los gritos y la agitación inicial, el concierto ha continuado con una retahíla de éxitos de los últimos años, como Petarlo, Sta guay, Elefantes o Llora y río, intercalados con Gocear, una de las novedades más aclamadas del álbum, con un reggaeton burlón, canalla y arrítmico que Montero ha bajado a cantar con el público. Sin tiempo para calentar motores, el directo comienza a todo trapo desde el principio, y la alternancia de temas viejos y nuevos, lejos de decaer la energía, engancha y genera factor sorpresa. Además de las bases de Gocear, también ha sido muy celebrada Cómo está el patio, con los espectadores saltando y haciendo mover los brazos al unísono, o Ping pong, con el público balanceándose al ritmo de la progresión melódica. Y, por supuesto, no han faltado himnos exultantes como De bonesh, Seremos pájaros, las voces de Culo o las camisetas al aire de Pasos importantes. Todo ello antes de la traca final en la que John Brown o Vuelvo a ser yo, junto con las nuevas Jubilarme, Suerte de ti y Bambi, han culminado la declaración de amor final de La gente que quiero.