Premio FAD de arquitectura para las viviendas sociales de madera de la Fabra i Coats

El jurado valora que José Miguel Roldán y Mercè Berengué introduzcan "de manera brillante" unos pisos dentro de una antigua fábrica

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BarcelonaEl goteo de premios para las viviendas sociales y la sede de la Colla Castellera Jove de Barcelona en la Fabra i Coats continúa: después de ser una de las obras premiadas en la 15ª Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, José Miguel Roldán y Mercè Berengué han ganado el premio FAD de arquitectura por haber construido “un proyecto ejemplar”, como se puede leer en el acta del jurado, que resuelve “de manera brillante” la construcción de unas viviendas dentro de una antigua fábrica del siglo XIX. Las virtudes que reúne esta obra son muchas. Es la rehabilitación de un edificio patrimonial. Así mismo, los arquitectos dieron valor al interior con “un espacio colectivo” que vertebra la distribución de viviendas. El jurado también valora la calidad medioambiental de los sistemas constructivos que usaron los autores porque crean “umbrales térmicos que favorecen el funcionamiento pasivo del edificio” y porque conservaron y reutilizaron las estructuras originarias con madera.

“El proyecto pone de manifiesto cómo la rehabilitación y la conservación del patrimonio industrial representan un desafío cada vez más grande para la definición de un urbanismo sostenible”, dice el jurado. Como explicó la misma Mercè Berengué al ARA en febrero, esta obra es “muy innovadora en cuanto a la estrategia urbana”. “Es la primera vez que se hace vivienda social dentro de un edificio patrimonial –decía Berengué–. 55 de cada 100 metros son recuperados, y creemos mucho en esta línea de hacer dos cosas con el mismo coste: hacer vivienda y recuperar patrimonio”. 

Vivienda social y la sede de la Colla Castellera Jove de Barcelona, de José Miguel Roldán y Mercè Berengué.
Exteriores de las viviendas sociales y la sede de la Colla Castellera Jove de Barcelona.

En paralelo al reconocimiento de estas viviendas, el jurado ha dado una mención a la Casa Tâmega (Portugal), de Hugo Ferreira y Nuno Sousa, por cómo dialogan con el entorno colocando la vivienda en la topografía del terreno “casi sin modificarla”, como dice el acta del jurado. También porque “la elementalidad de los volúmenes contrapuestos a la topografía accidentada del entorno y una elección cuidadosa de la posición de la casa en el terreno establecen un contrapunto radical en el paisaje”. 

Casa Tâmega, de Hugo Ferreira y Nuno Sousa
Intervención en el barrio de La Chacarita, en Asunción, Paraguay.

En la categoría de ciudad y paisaje, la obra ganadora es la remodelación de la plaza de Armas de Ferrol, de Carlos Alberto Pita Abad, porque recupera la vocación pública que este lugar había perdido. “Al definir la plaza únicamente como un plano continuo, diáfano y abierto en la ciudad, el diseño rechaza cualquier protagonismo y manifiesta con claridad que una plaza es, sobre todo, un lugar de encuentro hospitalario, acogedor y amable”, dice el jurado. También hay un afán de mejorar unos lugares existentes en la obra ganadora del premio FAD internacional, las intervenciones que se hicieron a La Chacarita, un barrio degradado en el centro histórico de Asunción (Paraguay), con motivo de la 11ª Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), obra de Arturo Franco Díaz, Ana Román, Joseto Cubilla y otros arquitectos de la BIAU. Para el jurado, el espacio público se mejoró “a través del intercambio de conocimiento que se establece entre vecinos de la misma comunidad y jóvenes arquitectos”. Para acabar, el ganador en la categoría de interiorismo es el barcelonés Estudi Omar, de Arquitectura-G, un interior en doble altura de mármol blanco que el jurado ha reconocido por “la precisión de los detalles y un sabio y osado uso de materiales y sistemas constructivos”.

La plaza de Armas de Ferrol, Carles Alberto Pita Abad
Estudio Omar, por el Arquitectura-G
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