Festivales de verano

Simple Minds en Cap Roig: nostalgia de los años 80 para fans y turistas

La banda escocesa de rock electrónico repasa en el festival de Calella de Palafrugell sus grandes éxitos

Jim Kerr y Charlie Burchill, líderes de Simple Minds, en el Festival de Cap Roig.
19/07/2025
2 min

Calella de PalafrugellNoche de revival musical en Festival de Cabo Rojo de Calella de Palafrugell con Simple Minds, una de las bandas más icónicas del rock europeo de los años 80 y 90. Los escoceses, liderados por el cantante Jim Kerr y el guitarrista Charlie Burchill, fueron claves para renovar las sonoridades del rock clásico con un estilo electrónico alternativo, iniciando la era del postpunk y la new wave. Con una trayectoria consolidada de más de cuatro décadas, todavía siguen hoy entregados a la misma fórmula de éxito que les hizo famosos, sin experimentos ni revoluciones, y se mantienen en buena forma sobre el escenario, con un sonido compacto y un directo enérgico.

En su regreso a Cataluña, tocaron una quincena de temas de los álbumes más celebrados, todos ellos del siglo pasado. Son temas de rock moderno, basados en el uso habitual de sintetizadores, los ritmos rápidos de aires punk y una voz melódica, similar al estilo de U2 y con referencias a la etapa más psicodélica de David Bowie. Un patrón pegajoso, muy bailable y que funciona, pero que se repite prácticamente de forma calcada en cada tema, hasta el punto de que, uno tras otro, resulta algo cargante. Sin embargo, el público de Cap Roig, que agotó las entradas, formado sobre todo por espectadores veteranos y muchos extranjeros, no se cansaba de dar palmadas en cada canción, siempre con la misma cadencia, demostrando muchas ganas de rememorar la música de otra época.

Los ritmos musculosos de Waterfront marcaron el inicio de la noche, con una base contundente y cíclica de sintetizadores y batería, para dar paso a Jim Kerr, de 66 años, ágil y comunicativo sobre el escenario, con una voz gastada pero aún bastante potente, aunque a menudo auxiliada por una corista con muchas tablas. Siguieron la expansiva Once upon a time y Oh Jungleland, donde Burchill, pilar de la base musical, ya empezó a lucirse con la intensidad de sus riffs. Tras las tres piezas iniciales, el latido electrónico continuó con piezas como Let there be love y Love song, con un tono más discotequero y bailable. A la mitad, dos de los mejores momentos de la noche, que aportaban matices y variedad, fueron el interludio instrumental Theme for great cities, más funky y con un solo de batería espectacular, y la balada irlandesa Belfast child, donde Kerr desplegó sus dotes de crooner. Entonces ya llegó el turno de la traca final, culminada con la esperada Don't you (forget about me), himno generacional que hizo fortuna en la película El club de los cinco (1985), con todo el público coreando el estribillo infinitas veces.

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