Crítica de teatro

Desnudando al héroe de Joanot Martorell

Joan Arqué hace una muy buena dirección de actores y actrices en 'Tirant lo Blanc', en el Teatre Romea

Ireneu Tranis, Agnès Jabbour, Moha Amazian, Quim Ávila, Clara Mingueza y Neus Ballbé en 'Tirant lo Blanc'
2 min
  • Texto: Màrius Serra, a partir de la novela de Joanot Martorell
  • Dirección: Joan Arqué
  • Música original: Judit Neddermann
  • Intérpretes: Quim Ávila, Laura Aubert, Judit Neddermann, Moha Amazian, Nieves Ballbé, Clara Mingueza, Ireneu Tranis y Agnès Jabbour

Miguel de Cervantes y Saavedra, a través de su Quijote, consideraba el Tirando lo Blanco de Joanot Martorell uno de los libros más importantes de la historia, y por eso es uno de los pocos que el barbero y el cura salvan de ser destruidos. De acuerdo con los expertos, esta opinión estaba fundamentada en que el Tirante rompía con las novelas de caballerías e introducía sensualidad, sexo y humor.

La versión de Màrius Serra a partir de su propia traducción completa en catalán actual (Proa, 2020) sintetiza la larga historia de Tirant, desde su nombramiento como caballero hasta su muerte en la cama, en el periplo africano y sobre todo en la defensa de Constantinopla y el amor por Carmesina. Lo hace con una serie de cuadros escénicos a la manera del Reader's Digest con débiles conectores de carácter divulgativo y que en la voluntad de dar contemporaneidad a la propuesta redefine el perfil del héroe para remarcarlo como asesino, traidor y racista. Una pedagogía innecesaria, como está claro a lo largo de los acontecimientos.

Un Tirante poco sensual y humorístico

La propuesta del director, Joan Arqué, es tremendamente correcta, de un esmerado esteticismo, con una muy buena dirección de actores y actrices e incluso con soluciones imaginativas (el naufragio), pero casi ausente de la sensualidad, el sexo y el humor que fascinaron a Cervantes. Lejos de la versión epidérmica y sensorial que Calixto Bieito dirigió en este mismo teatro, la de Arqué está como liofilizada, víctima de la voluntad de apaciguar el brillo del guerrero y de acercar la confrontación religiosa histórica a los movimientos xenófobos actuales. Funciona mejor con la comedia amorosa, sobre todo gracias a la Placerdemivida de Laura Aubert, y menos en las variaciones bélicas y en los movimientos viajeros que impone la historia.

La narración llega con claridad, aunque diría que la escena de la muerte de Tirant es poco clara, pero lo que echamos de menos son las emociones que se desprenden del texto, a pesar del sugerente envoltorio musical de Judit Neddermann . Propuesta muy coral con un Tirante bastante introvertido de Quim Ávila, una chispeante Carmesina de Clara Mingueza, un convincente turco de Moha Amazian y un furioso rey Escariano de Nieves Ballbé.

Clara Mingueza y Quim Ávila en 'Tirant lo Blanc'.
Laura Aubert en 'Tirant lo Blanc'.
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