Estreno teatral

¿Cuántas veces has visto llorar a los hombres de tu alrededor?

Roger Coma protagoniza en La Villarroel 'Un menú cerrado', una obra de Jordi Casanovas sobre la masculinidad

Una escena de 'Un menú cerrado'
3 min

BarcelonaMateu, Eduard y Oriol son amigos de toda la vida. Ahora tienen 50 años y nunca se han visto llorar. La situación, común entre muchas amistades masculinas, estalla en una cena cuando Oriol lanza la gran pregunta: "¿Por qué nos cuesta tanto a los hombres llorar en público? Somos amigos. ¿Por qué no nos hemos visto nunca llorar?" Éste es el detonante deUn menú cerrado, la nueva comedia de Jordi Casanovas (Vilafranca del Penedès, 1978) que llega este viernes a La Villarroel después de haber pasado por los teatros de 40 municipios catalanes. Dirigida por Lázaro García y producida por Hause & Richman, la obra hurga en las dificultades de los hombres para expresar las emociones a partir de tres personajes con tres formas distintas de encararse a su masculinidad.

Uno de los ingredientes que llevaron a Casanovas a escribir sobre esta cuestión fue un estudio que afirmaba que el ámbito en el que los hombres heterosexuales tienen más facilidad para mostrarse emocionalmente es el deporte. En el escenario, el dramaturgo une el fútbol (a los tres amigos les apasiona) y la cocina (uno de ellos es un chef con dos estrellas Michelin) para construir el ecosistema en el que se les planteará la posibilidad de abrirse emocionalmente. "El llanto es la última frontera de la vulnerabilidad, de la muestra de sentimientos. ¿Serán capaces de superarla?", se pregunta Casanovas.

Para adentrarse, el espectáculo transita entre tres personajes –interpretados por Roger Coma, Òscar Muñoz y Joan Arqué– con miradas diversas sobre la masculinidad en la sociedad actual. "Oriol no tiene ni idea de lo que ocurre a su alrededor, no sabe cómo debe actuar ni cómo revisarse. Mateu trata de adaptarse al contexto pero no sabe muy bien cómo hacerlo, no tiene las herramientas adecuadas. Y Eduard, directamente, se niega", explica Casanovas. El dramaturgo utiliza una obra suya, Jauría, para empezar el melón. Eduard, interpretado por Roger Coma, sale muy enfadado de ver aquel espectáculo sobre el caso de la Manada. "Es el arquetipo de la masculinidad de los años 80, no ve la necesidad de tener que cambiar si durante años su forma de funcionar ha sido operativa", subraya Coma.

A su lado, los amigos intentan revisar su pasado de una manera menos tajante, intentando reflexionar sobre aquellas actitudes y comportamientos que ahora no son aceptados. "El Mateu presenta una crisis declarada de pareja. Ha hecho un trabajo previo de deconstrucción, pero sus amigos le cuestionan si lo ha hecho por voluntad propia o por las circunstancias familiares", señala Muñoz. El tercero en discordia, Oriol, hace preguntas que "abren una herida que va mucho más allá del momento" y "les pone a todos en un problema enorme de consecuencias imprevisibles", añade Arqué.

Platos para viajar al pasado

Un menú cerrado transcurre en la cocina del restaurante de Oriol, que tiene una crisis y bastante dilemas sobre qué debe hacer con su carrera profesional. Durante el espectáculo, el chef cocinará a sus amigos una serie de platos que los transportarán a momentos vividos no muy agradables. "La cocina a menudo es un espacio de disfrute, pero Oriol experimenta qué pasa si los platos que los prepara los llevan hacia lugares desagradables, que no les apetece tan probar. ¿Debemos mirar el pasado con nostalgia o revisando qué no hicimos bien?", se pregunta Lázaro García. Sobre situar la comedia en una cocina, Casanovas da dos motivos: "Por un lado, muchos hombres de éxito en Catalunya son chefs y, en cambio, muchos de ellos recibieron los conocimientos culinarios a través de sus madres. Por otro, creo que una cocina es un lugar de mucha intimidad, de explicarse muchas cosas".

stats