Estreno teatral

"Vivimos en un infierno y hemos perdido el camino que nos llevaría al paraíso"

Toni Servillo se zambulle en la 'Divina Comedia' en el Teatro Goya con 'Le voci di Dante'

Toni Servillo, en una imagen promocional.
30/10/2025
3 min

Barcelona"Mio dio! Mio dio!" De repente aparece en pantalla el extraordinario actor Toni Servillo (Afragola, 1959). Está atolondrado porque el avión que debía llevarlo a Barcelona se ha cancelado y mañana martes actúa en el Teatro Goya. "Aún no tengo la tarjeta de embarque, estoy preocupado", confiesa en una rueda de rueda. hablaríamos de él a través del móvil de Londres en Barcelona; ¡este hombre ha viajado hasta el futuro!", exclama. En el espectáculo que ha agotado entradas en el Goya, Le voci di Dante, el actor propone justamente un acercamiento contemporáneo a la gran obra del poeta italiano, la Divina Comedia. "Los clásicos sólo tienen sentido si son revisitados, si les damos una nueva lectura a través de nuestras preocupaciones y emociones", defiende.

Le voci di Dante convoca en el escenario a diferentes personajes e historias con los versos originales de Dante sobre los que el dramaturgo Giuseppe Montesano escribe "una reflexión crítica de la Divina Comedia expresada con emoción actoral pero sin el narcisismo del actor", asegura Servillo. Este ha sido su gran reto: "No se trata de la lectura de un ensayo aburrida, intelectualoide y autocomplaciente, sino que el pensamiento que surge del poema de Dante se transforma en un relato inquietante, eléctrico, emotivo. y al mismo tiempo emocionar", dice Servillo, que ha combinado a lo largo de su carrera el teatro –ha actuado a menudo en nuestro país, en 2024 en el Temporada Alta con Tre modi por non morire, del mismo autor– y el audiovisual –con títulos como La grande bellezza, Gomorra y Il divo–. Servillo es un gran defensor de la potencia del teatro: "Es la única ocasión totalmente humana que tenemos de compartir pensamientos y emociones. El teatro es una fiesta de la inteligencia y de los sentidos. El teatro es un lugar de resistencia de la humanidad, un vestigio de la civilización, que además permite desconectarnos del ruido del mundo en una forma que no te ajena sino.

El mundo de ayer, el mundo de hoy

Como todos los estudiantes italianos, Toni Servillo se familiarizó de joven con la Comedia. Cita a toda prisa la mano de referentes, lugares y culturas que se asoman –"España, Italia, Bohemia, Atlántico, África, Inglaterra, Oriente, Occidente, Grecia, Roma, Constantino, Aristóteles: todos los saberes quedan reflejados en su obra, en su sueño de unidad", dice– por “ infinita hecha de historias individuales, que todavía llevamos dentro porque llevamos dentro su amor, su odio, su sed de vida, su sentirse perdido en la oscuridad y su deseo de querer salir de ella para entender qué es el verdadero amor".

En el espectáculo aparecen algunos de los mejores pasajes y las voces más bonitas del poema, escrito hace siete siglos: el último viaje de Ulises; los amantes adúlteros Paolo y Francesca; "los displicentes, los indiferentes, los que han perdido al intelecto y no hacen ni el bien ni el mal sino que miran hacia otro lado", señala; y la oración en Sant Bernat para que María interceda para llegar al último canto.

Haciendo una metáfora con la Divina Comedia, ¿cómo ve el mundo, hoy, Toni Servillo? "Vivimos en un infierno y hemos perdido el camino que nos llevaría al paraíso –sentencia–. No conocemos el purgatorio porque vivimos una época infernal e inhumana". Y, sin embargo, o quizás por eso mismo, Servillo y Montesano invitan a los espectadores a reunirse en un teatro para reflexionar juntos, para "perseguir la vida y no sufrir por la vida", dice el intérprete.

Estas "bonitas palabras", sin embargo, sólo las podremos oír cuando "resuelva el problema práctico del vuelo", dice sonriendo el actor, que branda un puro entre los dedos. "Ay, ay, Narciso –le dice al director del Temporada Alta, Narcís Puig–, pero abbracciarti stasera o domani. ¡A presto!"

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