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Vísperas de Arnadí en el Festival de Torroella de Montgrí: el triunfo de la belleza eterna

El concierto ha contado con las voces solistas de Juan Sancho, Xavier Sabata, Núria Rial y Sunhae Im

Vísperas de Arnadí en el Festival de Torroella de Montgrí: en primer término, Núria Rial, Sunhae Im, Dani Espasa (de espaldas), Juan Sancho y Xavier Sabata.
2 min
  • De GF Händel
  • Dirección musical: Dani Espasa, al frente de Vísperas de Arnadí
  • Con Sunhae Im, Núria Rial, Juan Sancho y Xavier Sabata.
  • Festival de Torroella de Montgrí, 3 de agosto de 2024

En el segundo concierto de la programación del Festival de Torroella de Montgrí, el conjunto catalán Vísperas de Arnadí, acompañado de un elenco extraordinario de solistas, ha protagonizado una velada barroca de mucha altura, con una versión exquisita del oratorio El triunfo del tiempo y del desengaño , de GF Händel.

Händel compuso este magnífico oratorio –el primero de su catálogo– en 1707, con tan sólo 22 años, poco después de que el Papa prohibiera la producción de óperas paganas por su tono excesivamente ocioso y desenfrenado. Sobre el papel es una pieza sacra de temática devota, tal y como mandaban los cánones eclesiásticos, pero, sin embargo, pese a la censura papal, la partitura no dista mucho del estilo virtuoso y teatral de una ópera, con una trama intrigante que encadena arias y recitativos frenéticos y que mantiene un fuerte sentido dramático en todo momento. De hecho, dentro del torrente musical de la obra, que el conjunto de intérpretes hizo brotar en Torroella con mucha energía, bajo la atenta y experta dirección de Dani Espasa, es fácil reconocer, en todo su esplendor original, arias famosas que el compositor, más tarde, reescribió para sus óperas. Un ejemplo de ello es la preciosa melodía de Lascia la spina, interpretada deliciosamente por Núria Rial, conocida por su adaptación posterior a la ópera Rinaldo.

Dani Espasa y Núria Rial, en el concierto con Vísperas de Arnadí

Inspirado en los versos de Petrarca, el oratorio narra una batalla intensa y enconada entre dos bandos, el del Placer, símbolo del deseo terrenal, y el del Tiempo y el Desengaño, ideales de virtud intelectual, que se conjuran para seducir a la Belleza, que se debate entre ambos bandos. Al final de esta contienda, que los solistas se esforzaban en llevar a escena con gestos y miradas, como no podía ser de otra forma, triunfa, con un pasaje final delicadísimo y excelso, el sentido de la vida pura, casta y espiritual.

Escritos originalmente por dos castrati, en el Espacio Ter asumieron los papeles de Belleza y Placer las sopranos Sunhae Im, de voz ágil y ligera, algo estridente en los agudos pero rapidísima en la coloratura y sublime en la emotiva intervención final; y Núria Rial, con un timbre poderoso y dulce a la vez. El tenor Juan Sancho también jugó sus cartas como Tiempo con una proyección vibrante y pujante, mientras que el contratenor Xavier Sabata (Desengany), especialista en el repertorio händeliano, lució especialmente, con su gusto por el gesto, la entonación y un fraseo luminoso, y protagonizó los momentos más expresivos de la noche.

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