El Barça de Grimau aún no hace sombra al Madrid
El equipo azulgrana se despide del título en un último cuarto en el que el conjunto blanco juega con mayor determinación
MálagaEl Barça de Roger Grimau aún no da sombra al Real Madrid, que se proclamó campeón de la Copa del Rey en Málaga (96-85). El equipo azulgrana se despidió del título en un último cuarto en el que el conjunto blanco jugó con mayor determinación. Sin referencias ofensivas claras, el conjunto culé no pudo mantener el pulso de un rival que lleva años un paso más por delante. La combinación de músculo y experiencia del vigente campeón de Europa no tuvo respuesta. Facu Campazzo (18 puntos y 6 asistencias) –que fue elegido MVP–, Guerschon Yabusele (15 puntos y 9 rebotes) o Dzanan Musa (15 puntos).
Pese a sufrir el peor recorte económico de la historia de la sección , el proyecto del Barça tiene brotes verdes, pero todavía está lejos de la apuesta del Real Madrid. Jabari Parker (19 puntos) y Tomás Satoransky (15 puntos) fueron dos de los jugadores del equipo azulgrana más fiables en la final de Málaga. A cuatro sillas de distancia, Joan Laporta y Florentino Pérez presenciaron la final desde el palco.
Grimau empezó el partido con un cinco titular relleno de centímetros: Satoransky, Kalinic, Parker, Da Silva y Vesely. El técnico catalán intentó repetir la arriesgada estrategia del partido de hace unas semanas utilizando Da Silva para defender a Campazzo. Con la lección aprendida, el Madrid supo contrarrestar este planteamiento para llevar la iniciativa durante un primer cuarto muy igualado (19-19).
La irrupción en el partido de Mario Hezonja impulsó las opciones del Madrid. El ex del Barça, que cuando era un niño escogía siempre los colores azulgranas para jugar en la PlayStation, anotó 12 puntos en un segundo periodo en el que ninguno de los dos equipos fue capaz de abrir una brecha significativa en el marcador. Entre los dos conjuntos tan sólo perdieron tres balones en una primera mitad con tanta exigencia como concentración (43-45).
La final fue subiendo de intensidad a medida que ambos equipos tuvieron claro que el campeón lo sería por pocos puntos de diferencia. Jabari Parker, un jugador que ha sorprendido por su implicación, supo estar a la altura de lo que un partido de esa dificultad requería. El encuentro llegó muy igualado en los últimos diez minutos (66-63).
La puesta en escena del Madrid en el último cuarto fue muy efectiva. Su acierto desde la línea de tres puntos puso al Barça contra las cuerdas (77-68). Chus Mateo mantuvo a Campazzo, Musa, Deck y Yabusele más de un cuarto de hora seguido sobre el parqué, una estrategia muy inusual en el baloncesto moderno, pero el equipo azulgrana no supo desgastarlos. A dos minutos para el final, la diferencia del conjunto blanco era de doce puntos (91-79).
Cuando el Barça ya jugaba a contrarreloj en busca de la remontada fue penalizado por algunas decisiones arbitrales controvertidas. "Se nos castigó en exceso en determinados momentos", lamentó Grimau. El equipo azulgrana no tuvo ni la energía ni el talento para dar la vuelta al marcador contra un rival mucho más trabajado que supo combinar momentos de arrebato con situaciones en las que impuso su considerable experiencia.
Minicopa culé
El Barça infantil superó al Real Madrid en la final de la Minicopa Endesa (78-89) y se proclamó campeón del torneo. Pese a tener tan sólo 12 años, Mohamed Dabone fue el mejor jugador de la final; sumó 22 puntos y 26 rebotes.