El enemigo más odiado del Palau Blaugrana
Rudy Fernández podría jugar su último partido en el templo azulgrana tras anunciar su retirada a los 39 años
BarcelonaRudy Fernández disputará este domingo (18.30 h, Movistar) el que podría ser su último clásico en el Palau Blaugrana. Al menos, será el último de la fase regular de la ACB, a la espera del desenlace de la temporada con respecto a la Euroliga y el play-off por el título de liga. El alero del Real Madrid, uno de los enemigos más odiados por la afición del Barça, anunció el jueves, el día que cumplió 39 años, que dejará al club blanco al final de esta temporada.
El ex de la Penya comentó que ya tiene "cierta edad" y que empieza a pensar más en "la familia y otras cosas". Pese a este anuncio, Rudy seguirá jugando en verano en caso de que la selección española supere al Preolímpico. De esta forma, podría cumplir la promesa que le hizo a su padre de participar en otros Juegos Olímpicos y también podría ser el primer jugador masculino en disputarles seis veces.
Nacido en Palma, Rudy dejó su ciudad natal a los 12 años para irse a Badalona y formar parte de la cantera del Joventut. En el 2002, con 17 años recién cumplidos, debutó con el primer equipo, precisamente ante el Real Madrid. Y, coincidiendo con la llegada de Aíto García Reneses en el 2003, se convirtió en un fijo de su quinteto, lo que le llevó a las primeras convocatorias con la selección española ya sus primeros Juegos, en Atenas 2004. En declaraciones al ARA, Aíto recuerda que le conoció jugando un Campeonato de España junior en Sabadell, y que "de vez en cuando se ponía en medio de la zona y hacía algún tapón". "El año siguiente apostamos por él, y desde que empezaba a jugar se ponía a defender como si le fuera la vida. Ha mejorado y ha mantenido esa mentalidad hasta el final", decía el técnico.
Su paso por la Peña
En 2004, Rudy fue el MVP de la Copa sin ganarla –la única vez que ha ocurrido en los últimos 20 años–. En la Penya ganó los primeros títulos de un extenso palmarés –Eurocup (2006), Copa del Rey (2008) y Copa ULEB (2008)–. En 2008 dio al salto a Estados Unidos para cumplir su sueño de jugar en la NBA y jugó con los Portland Trail Blazers –después de ser elegido por los Phoenix Suns en el draft del 2007, con el que no llega a debutar–, donde se convirtió en un jugador importante desde el banquillo. Pero no hicieron una buena actuación en play-off.
En 2011 se fue a los Denver Nuggets y regresó a la ACB al año siguiente, esta vez para llegar a las filas del Real Madrid, donde ya había estado tres meses el año anterior por el locaut –una huelga en la NBA–. Ha sido en el club blanco donde se ha convertido definitivamente en uno de los mejores jugadores estatales y en el que se ha alimentado su rivalidad con el Barça. Es el jugador español con mejor palmarés. Es el jugador con más internacionalidades con España: ha participado en todos los trofeos conseguidos por el combinado estatal, en el que destacan dos Mundiales (2006 y 2021), cuatro Eurobaloncestos (2009, 2011, 2015 y 2022) y dos medallas de plata olímpicas (2008 y 2012), así como una de bronce (2016).
El último clásico de fase regular en el Palau
Respecto a lo que podría ser su último clásico en el Palau, Rudy no quiso desahogarse mucho y se limitó a decir que jugará en una pista "que no le quiere mucho". Siempre que el alero ha visitado el feudo azulgrana vestido de blanco, las gradas le han dejado claro que no era bien recibido. Sonrisas irónicas y gestos provocativos por parte del jugador también lo han alimentado.
La historia, sin embargo, pudo ser bien distinta, porque Rudy pudo aterrizar en el Barça hasta en dos ocasiones. En 2007, cuando jugaba en la Penya, recibió la primera oferta de la entidad azulgrana. El club buscaba un sustituto en Navarro, pero las negociaciones no lograron. Cuatro años después, antes de fichar por el Madrid, el alero tenía pactado su fichaje con el Barça, pero utilizó el acuerdo para recibir una mejor oferta de los blancos. "Teníamos un acuerdo verbal que el jugador ha roto", aseguró Joan Bladé, directivo encargado del área de baloncesto entonces. La relación del jugador con la Penya es mejor: pese a no estar exenta de algunas polémicas, no es un rival tan odiado como en el Palau.
