El genio que el Barça descartó cuando ya le tenía fichado
Aíto García Reneses rechazó el precontrato con Drazen Petrovic, que acabó en el Real Madrid
BarcelonaConvencido de que su hijo con habilidades para ser jugador de baloncesto profesional era el otro (Aleksandar) y obsesionado con convertirlo en un genio de la música, el padre de Drazen Petrovic tardó en entender las virtudes de un joven que acabó marcando una época. Movistar ha estrenado estos días un biopic que recupera su trayectoria por entender su carácter competitivo. La producción, más voluntariosa que exitosa, hace hincapié en la llegada a la élite del deportista croata.
Petrovic pasó de la Cibona al Real Madrid, equipo con el que ganó una Recopa de Europa y una Copa del Rey. Sin embargo, el escolta no pudo levantar el título liguero contra un Barça que hizo valer el valor del juego colectivo. Biserka Petrovic, la madre de Drazen, reconoció hace unos años que pensaba que su hijo fijaría por el conjunto azulgrana y no por el blanco. De hecho, la decisión estaba tomada. ¿Cuál fue el motivo del cambio de rumbo?
El reportaje De enemigo a ídolo (Informe Robinson) entrevistó a algunos de los protagonistas que conocen lo ocurrido de primera mano. Mirko Novosel, ex entrenador de la Cibona, lo deja claro. "Gracias a la gestión del representante José Antonio Arízaga, Petrovic llegó primero a un acuerdo con el Barça", sentencia. Aíto García Reneses, entrenador del equipo azulgrana, descartó la contratación. "Me negué a fichar a Drazen Petrovic. Las cláusulas que tenía ese precontrato no me gustaban porque era ficharlo para dos años después y mientras tanto empezar a pagarlo. Además, en ese momento Petrovic no era símbolo de la deportividad y del esfuerzo", reconoce el técnico.
"Si fichas a Petrovic por tenerlo, todavía, pero si fichas a Petrovic por no tenerlo te rompe con toda la dinámica que intentas transmitir a tus jugadores", analiza Aíto. Cuando conoció la negativa del Barça, Arízaga levantó el teléfono para llamar al Real Madrid. Ramón Mendoza no dudó. Corría el año 1986. Dos años después debutó con el Real Madrid, donde sólo disputó una temporada antes de dar el salto a la NBA.
La teoría de la conspiración
La adaptación al Madrid, donde muchos de sus compañeros le odiaban, no fue sencilla, pero el equipo blanco, que entrenado por Lolo Sainz, tuvo una buena trayectoria hasta que perdió la final ante el Barça. La bautizada como Liga de Petrovic acabó en el museo culé. Incapaz de digerir una derrota inesperada, la prensa española alimentó un relato conspiranoico con Juanjo Neyro como protagonista. El árbitro, al que el escolta croata había escupido en un torneo estival, dirigió tres de los cinco partidos de la final.
Aprovechando un partido del Barça contra la Cibona, un par de ex jugadores, Epi y Manolo Flores, y dos miembros de la comisión deportiva desplazados a Zagreb, Ferran Butxaca y Albert Buscató, visitaron en el 2010 el museo dedicado a Petrovic. La expedición azulgrana almorzó con la madre de Drazen en el restaurante Amadeus, propiedad de la familia Petrovic. El local fue así bautizado porque un periodista italiano definió al jugador como el Wolfgang Amadeus Mozart del baloncesto.
Uno de los momentos más emotivos de la visita se produjo cuando la expedición culé se dio cuenta de la presencia de una medalla muy especial, la que recibió el jugador croata por la disputa del Mundial de clubes del año 1985 jugado en el Palau Blaugrana y ganado por el Barça.