Fútbol Femenino - Barça

”Esta vez sí me veía con opciones de ser entrenador del Barça”

Rafael Navarro, actual seleccionador de Suiza, repasa su trayectoria como técnico asistente del “mejor club del mundo”

Rafael Navarro, con los cuatro títulos
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BarcelonaLlegó en el 2019 de la mano de Lluís Cortés con el objetivo de "volver a ganar una Liga". Seis años después, se ha ido del Barça después de conseguir tres Champions League, seis Ligas, cinco Copas de la Reina y cinco Supercopas. Rafael Navarro (El Pinell de Brai, 1986) ha vivido todos los éxitos del primer equipo femenino en primera persona. El catalán –que fue segundo entrenador de Lluís Cortés, Jonatan Giráldez y Pere Romeu– asumió el pasado noviembre el reto de liderar la selección de Suiza. "Las herramientas de trabajo que tengo aquí son bastante similares a las que tenía en el Barça. Aparte de eso, las ideas que he intentado introducir están muy bien vistas por parte de la Federación, que tiene predisposición para cambiar cosas", explica en el ARA.

Una nueva etapa en su carrera profesional que le ayuda a mejorar la conciliación familiar con su esposa y sus tres hijos. "Ahora puedo ajustar los viajes a mis necesidades, puedo hacer las reuniones el martes o el miércoles. Con el Barça tienes entrenamientos, partidos, competición y hay poco margen de maniobra. El horario es lo que es y no puedes adaptarlo". Aparte, deportivamente también le da la oportunidad de ser primer entrenador. "Es una propuesta que se ajusta a mis demandas ya mis inquietudes de volver a dirigir un equipo sin tener que ir a un país muy lejano. Además, es una selección con la que puedo competir". Sin embargo, echa de menos la competición del día a día. "Hacía veinte años que entrenaba cada semana, evidentemente continúas en el mundo competitivo y vas a ver constantemente partidos, pero tú no formas parte del día a día".

Seis años en los que ha tocado el cielo con el Barça

Llegar a la cima puede ser asequible, pero lo complicado es mantenerse durante tantos años como ha hecho el Barça. La clave, según Navarro, es el espíritu competitivo de las jugadoras y cuerpo técnico. "Mucha gente gana una final y ya tendría suficiente, pero ellas siempre quieren más. Siempre se ha sabido encontrar una motivación: ahora porque es la primera Champions, ahora la segunda, este año porque la final está en Bilbao…". Seis años en los que han pasado tres técnicos: Cortés, Giráldez y Romeu. "Los tres son entrenadores muy válidos y profesionales. Futbolísticamente, el club ya busca a gente similar para que la metodología no cambie en exceso. La diferencia está más en la forma de llevar el grupo donde cada uno tiene su personalidad".

Navarro no esconde su deseo por no haber podido dirigir el "mejor club del mundo". "Nunca se sabe, pero especialmente esta última vez me parecía que estaba con opciones de ser el entrenador. Tuvimos conversaciones con el club los dos asistentes, tanto Pere Romeu como yo, y al final se tomó la decisión de que fuera Pedro. Si hubiera sido yo el escogido, yo encantado porque a todos nos gustaría entrenar al Barça. La gente tiene sus criterios que la persona que eligen es suficientemente competente, para mí no hay ningún problema". El entrenador ebrense destaca también las facilidades que pone Romeu en el día a día. "Ha conseguido que haya un buen ambiente en el cuerpo técnico con la gente muy motivada y con los roles y responsabilidades muy claras para que cada uno pueda ayudar al máximo desde su parcela. Es un gran conocedor del juego y es capaz de analizarlo muy bien para tomar decisiones rápidas y efectivas".

En este sentido, considera "excesivas e injustas" las críticas que recibió el equipo durante la pasada temporada. "El rendimiento y los resultados fueron buenos, se ganaron tres de los cuatro títulos y sólo se perdió la final de la Champions por 1-0 en un partido que no es el mejor, pero en el que dominamos". De hecho, se da la casuística que tanto Cortés como Giráldez perdieron la primera final europea que disputaron, mientras que ganaron la segunda. "Con el tiempo nos daremos cuenta de lo que ha sido este equipo, sin duda algo sensacional".

Un nuevo modelo de juego

La voluntad de Navarro –que sigue viviendo en Catalunya, aunque viaja a menudo a Suiza– es introducir una nueva metodología de entrenamiento, un nuevo modelo de juego y, deportivamente, estar en el Mundial de Brasil de 2027. En la primera fase clasificatoria, Suiza ha quedado encuadrada en el grupo B2 con Irlanda del Norte, Turquía y Malta. Para ello, Navarro tiene una jugadora que conoce a la perfección el estilo de juego azulgrana, Sydney Schertenleib. "Es una futbolista polivalente que empezó jugando en la base del ataque, pero también le hemos visto de interior y extremo izquierdo y, además, tiene mucho gol".

Schertenleib es uno de los ejemplos de esta evolución del fútbol femenino suizo. "Tanto la liga española como la suiza son dos competiciones en vías de una profesionalización idónea. En España quizás sí se va un paso por delante porque ya se logró hace unos años un convenio colectivo y también hay unos requisitos de cómo deben ser los estadios o el césped. Todos los partidos se pueden ver por televisión, cosa que aquí en Suiza todavía no, pero espero desde la suya, pero espero desde la Suiza. concluye el seleccionador.

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