Las claves del lío Barça-Uruguay por la salud de Araujo

BarcelonaLa selección de Uruguay debuta hoy en el Mundial de Catar con un partido trampa contra Corea del Sur (14 h, Gol Mundial) en el que Ronald Araujo no jugará. El central del Barça no se ha recuperado todavía de la avulsión muscular que le obligó a pasar por quirófano a finales de septiembre después de lesionarse, precisamente, con el equipo charrúa. Pero esto no quiere decir que haya viajado a Oriente Medio solo para hacer grupo. Tiene la idea de vestirse de corto para cumplir el sueño de disputar un campeonato del mundo con su país y Diego Alonso, su seleccionador, y el staff que lo acompaña están remando en esta dirección. 

“Habrá lío con Araujo”, decían al ARA hace unos días desde la Ciutat Esportiva Joan Gamper en relación a la situación del central. Y el lío ya está aquí, porque el futbolista trabaja para acortar plazos bajo las órdenes de los preparadores y los fisios uruguayos. Comandados por el Profe Ortega, célebre trabajador en la sombra del cuerpo técnico de Diego Simeone en el Atlético de Madrid, atienden al defensa con la idea de que juegue durante la fase de grupos del campeonato. De poco está sirviendo la presencia en Catar de dos profesionales del staff del Barça, los recuperadores Yon Álvarez y Chechu Pérez, que se están encontrando con muy poco margen para aportar su criterio, que es mucho más prudente. Se imponen las ganas de Araujo y la palabra de los profesionales de Uruguay.

“Ronald está evolucionando muy bien y su cuerpo dirá cuándo podrá jugar”, afirmó Alonso en la rueda de prensa de ayer, dejando la puerta abierta al debut del central el lunes contra Portugal. Es decir, dentro de cuatro días. El tercer duelo es el viernes 2 de diciembre contra Ghana. Este optimismo choca frontalmente con la idea de los profesionales del Barça, que intentaron que la Asociación Uruguaya de Fútbol firmara un compromiso para que Araujo viajara a Catar no para disputar ningún minuto, sino para hacer piña con sus compañeros. No lo consiguieron. 

Fruto de aquella negativa, ahora Uruguay puede hacer jugar a Araujo sin ningún impedimento escrito y firmado. Pero como el riesgo de recaída no desaparece (el tiempo de baja era de tres meses y apenas han pasado dos), el Barça está moviendo hilos para conseguir que una instancia superior como la FIFA disuada a Alonso y a sus colaboradores de incurrir en un riesgo para la salud de un futbolista que está llamado a marcar una época en el Camp Nou. Su ausencia, de hecho, fue decisiva para que el equipo cayera eliminado en la Champions League.

Evitar un nuevo caso Umtiti

En las últimas horas, el área médica, la deportiva y la jurídica del club azulgrana han unido fuerzas para impedir que Araujo corra demasiado para reaparecer y se vuelva a lesionar. No ha funcionado el diálogo con el jugador y tampoco la presión hacia los técnicos, médicos y recuperadores de la selección uruguaya. De aquí que la amenaza se haya retransmitido más allá de la esfera privada. Todo ello con la intención de evitar repetir males como el que todavía se arrastra con Samuel Umtiti, que conserva el contrato millonario que firmó con el Barça antes de lesionarse gravemente de la rodilla por querer forzar para jugar el Mundial de Rusia de hace 4 años y, posteriormente, no aceptar que se tenía que operar para recuperarse.

Por su parte, la expedición de Uruguay se ha mostrado sorprendida por el revuelo que se ha generado desde Barcelona por la postura del Barça. Según informa Mundo Deportivo, el combinado sudamericano dice que no está forzando a Araujo y recuerda la existencia de una pauta definida con el propio club azulgrana, según la cual se otorga al doctor Alberto Pan, de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), la última palabra sobre la posible alta del futbolista.