Deco y los amigos de Joan Laporta

BarcelonaDeco ya manda. Que tenga toda la suerte del mundo. Cuando una persona estrena cargo suele producirse un fenómeno fascinante: la gente que ya sabe cómo irá. Algunos te dicen que será un desastre, que llega ahí porque es amigo de Laporta, que es el inicio del final. Ni el Apocalipsis, tú. Sonarán trompetas, caerán muros y se abrirán tumbas. Es el fin del Barça. Otros, en cambio, ya ven la Champions a manos de un Deco con un puro en la boca al vuelo de regreso de la final. Es el nuevo rey Midas, todo lo que toca se convertirá en oro. Yo, sinceramente, no tengo ni idea. Cuando pase el tiempo tendremos una opinión.

Es cierto que Laporta trabaja mejor rodeado de conocidos y amigos, gente de confianza. El club no ha escondido que una persona clave en todo ello ha sido Alejandro Echevarría, una de esas personas que merece un libro sobre su vida dentro de algunos años. Uno de esos hombres que sabe acercarse al poder sin cometer el error de aquellos a los que les encanta salir en la primera página de los periódicos, ser trending topic. Él mueve fichas en la sombra. Echevarría, excuñado de Laporta, el hombre que era patrón de la Fundación Francisco Franco y discutía de política con el independentista Laporta sin dejar de ser amigos, fue clave a la hora de defender que Deco merecía volver al club. Sinceramente, no me gusta mucho este contexto, pero cuando lo preguntas a gente de Brasil, casi todo el mundo dice que Deco sabe mucho fútbol. Mucho. Su imagen seguramente queda manchada por sus últimos años en el Barça, cuando después de ganarlo todo en el Oporto y en el club azulgrana se soltó. No es justo juzgar a Deco por los pecados del pasado. El nuevo Deco se calla, deja pocos titulares, trabaja y ficha. Este mercado de fichajes lo ha aprobado, aunque con gran mancha negra: pasar de ser representante de jugadores del club a ser directivo deportivo parece un conflicto de intereses sospechoso. "He arreglado lo que tenía que arreglar con el Barça", se ha defendido hoy.

Al final podemos abrir mil debates, pero seguramente todo acaba reducido a una cuestión de modelo. Si crees en un modelo en el que las personas son escogidas por su cargo analizando el currículo, los datos y la experiencia, me parece normal dudar de la gestión de Laporta. Si confías en modelos en los que las sensaciones almorzando con las personas en una mesa son claves, en las que consideras que es vital tener un grupo unido aunque signifique apostar por personas con poco currículum, te parecerá bien cómo trabaja el actual presidente. El tiempo dirá. Yo ya he aprendido que Laporta tiene una gran capacidad para sorprender, por los giros de guión y saber improvisar. Más de una vez ha hecho apuestas que parecían alocadas y han funcionado. Me gustaba mucho Mateu Alemany, creía que era la persona ideal para trabajar en el Barça. ¿Habría preferido que continuara en el Barça? Sí. ¿Que esperaré mucho tiempo antes de ser crítico con Deco? También. Que trabaje y el tiempo dirá si rodearse de una guardia pretoriana le funciona a Laporta.