Barça

El despido de Koeman, el último 'favor' de Bartomeu a Laporta

Si el presidente del Barça echa al neerlandés, elevará hasta los 32 millones el gasto en entrenadores desde el cese de Valverde

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Ronald Koeman, abandonando las oficinas del Barça

BarcelonaEl futuro del banquillo del Barça ha derivado en dos culebrones. Uno tiene que ver con la búsqueda de un entrenador que genere consenso entre el presidente, Joan Laporta, su junta directiva y los dos hombres fuertes en el área deportiva: Mateu Alemany y Ramon Planes. Y el otro gira alrededor de la resolución (o no) del contrato de Ronald Koeman. El primer serial comenzó después del empate del equipo en el campo del Levante, un error que acabó de hundir las opciones de triunfo en la Liga, mientras que el segundo se hizo evidente este martes por la tarde, una vez se acabó el encuentro entre el técnico holandés y su representante y Laporta y sus colaboradores.

Por un lado el Barça, que no tendrá dinero para hacer fichajes de primer nivel este verano, sigue buscando el candidato ideal para el banquillo entre una lista de posibilidades que cada día es más corta. Y, de la otra, estira la agonía de Koeman, que se convierte, por sí sola, en otra producción por capítulos con dos finales posibles: un relevo millonario o una continuidad con escaso crédito. La vía del cambio de entrenador haría feliz a una parte importante de la afición y propiciaría el inicio de un proyecto deportivo vinculado a la nueva cúpula dirigente. Pero, a cambio, implicaría un gasto que podría superar los 11 millones en concepto de contrato incumplido, diferimiento salarial y liquidación de ayudantes.

Mateu Alemany (a la derecha) hablando con Joan Laporta y Rafa Yuste en un acto de campaña electoral.

Porque Koeman y su staff técnico firmaron el verano pasado hasta el 2022 y no están dispuestos a regalar ni un euro en caso de despido, puesto que consideran que han hecho un buen trabajo y hay un documento firmado que les empodera. Rob Jansen, representante del entrenador, asistió a la reunión del martes con Laporta y transmitió estas condiciones. Después continuó la negociación a través de los mensajes a los medios, a los cuales informó de las "buenas sensaciones" que había habido en el encuentro. A De Telegraaf incluso dijo que no se podía descartar que Koeman alargara su compromiso como culé. Todo ello presiona al Barça, que prefiere evitar una liquidación tan cara y, en todo caso, querría tener atada una alternativa para el banquillo antes de gastarse el dinero.

Si finalmente hay relevo, Laporta y su junta estarán ampliando el agujero que Bartomeu empezó a abrir a principios de 2020, cuando echó a Ernesto Valverde. Según la memoria económica de 19/20, el ex presidente Bartomeu tuvo que dedicar 12,9 millones al cese del Txingurri, que tenía contrato hasta 2021 y ya perdonó una parte de lo que le tocaba. Eran tiempos prepandémicos, en el que el Barça sobrevivía a la crisis gracias a una facturación privilegiada. La cosa cambió con la llegada del covid. Y la suerte de Valverde no la tuvo Setién después del 2-8 en Lisboa, cuando el Barça lo fulminó y le negó la indemnización pertinente –tenía contrato hasta el 2022– aduciendo una supuesta "incapacidad". El cántabro denunció al club por impago de más de 4 millones –tiene las de ganar en el juzgado– y sus colaboradores aceptaron un acuerdo a la baja para ir a entrenar el Andorra de Piqué.

A Setién lo sustituyó Koeman, que tenía contrato en vigor con la selección holandesa. Para romper el acuerdo, Bartomeu aceptó pagar poco menos de 5 millones, que, por cierto, pertenecen al ejercicio 20/21, el primero que tendrá que cerrar la directiva de ahora. Así, si el actual entrenador acaba saliendo, la inestabilidad del banquillo en el último año y medio puede comportar un gasto total superior a los 32 millones. La cantidad se homologaría al salario bruto de Antoine Griezmann, que es el segundo futbolista que más cobra de la plantilla después de Leo Messi.

Xavi, de esperar una llamada a pasar el día en el zoo

Por otro lado, si Koeman finalmente acaba saliendo, la práctica totalidad de los sustitutos que tiene Laporta sobre la mesa tienen contrato en vigor. Es decir, tendrían que compensar a sus pagadores de alguna manera. Xavi Hernández, uno de los que más adeptos tiene en la junta, renovó con el Al-Sadd y, a pesar de que tiene una vía de escape en caso de llamada del Barça, tendría que abonar una cifra simbólica a cambio de la rescisión. Además, propondría cambios en el organigrama que tampoco saldrían gratis. Xavi esperaba este martes una llamada del club azulgrana que finalmente no se produjo. Este miércoles lo ha pasado con la familia en el Zoo de Barcelona.

Otro de los candidatos, Robert Martínez, tiene contrato con la selección belga hasta el Mundial de Catar (2022), igual que Mikel Arteta, que está comprometido hasta el 2023 con el Arsenal, o que Pep Guardiola, que para volver al Camp Nou se tendría que poner de acuerdo con el Manchester City, que también lo ató hasta 2023. Los únicos futuribles que cogerían el banquillo de balde son Jordi Cruyff, que desde febrero tiene una cláusula liberadora con el Shenzhen chino, y Francesc Xavier García Pimienta, que es el actual entrenador del Barça B.

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