Barça

Se acaba el serial Dembélé: se quedará en el Barça cobrando menos

La falta de ofertas y el aval de Xavi, elementos clave para acabar con un pulso que hace meses que dura

4 min
Ousmane Dembélé puede dejar el Barça este verano.

BarcelonaEl pulso entre el Barça y Ousmane Dembélé está a punto de llegar al fin. La falta de ofertas otros equipos y el aval de Xavi Hernández han sido los elementos clave para acabar con un serial que hace meses que dura. Desde el club azulgrana no se descarta que el anuncio de su continuidad se pueda hacer oficial este fin de semana. Como muy tarde, la previsión es que sea a principios de la semana próxima. El extremo francés, de quien en el Barça se había llegado a sospechar en el pasado mercado de invierno que, si no renovaba, era porque tenía un preacuerdo con otro equipo, ha aceptado quedarse con las condiciones que la entidad le había puesto sobre la mesa. Esto quiere decir una rebaja de la ficha alrededor de la mitad de lo que había cobrado hasta ahora. Según avanzó Mundo Deportivo, el atacante seguirá dos cursos más de azulgrana, hasta 2024. De este modo, el caso Dembélé, que llegó al límite cuando el club lo decidió dejar sin jugar cuando en el mercado de invierno se negó tanto a renovar como a irse, quedará resuelto.

El tira y afloja entre el Barça y el extremo francés, mejor dicho con su representante, Moussa Sissoko, hacía muchos meses que duraba. En el vestuario, Dembélé transmitía que se quería quedar, mientras que su agente –de quien en el club se han hecho cruces de su poca profesionalidad– buscaba un equipo dispuesto a pagar una suculenta prima de fichaje si agotaba su contrato como azulgrana. Desde el 30 de junio que el jugador es agente libre, pero ningún club ha mostrado mucho interés en desembolsar la soñada lluvia de millones que esperaba Sissoko. Aun así, si hay algún ganador en esta partida es Xavi, que consigue mantener bajo su batuta a un extremo puro, a quien confía en educar y sacar rendimiento.

De hecho, el entrenador azulgrana solo aterrizar en el banquillo del Barça dejó muy claro que el francés era un jugador con potencial. "Para mí es todo un reto ayudarlo a entender mejor el juego. Bien entrenado, Ousmane puede ser el mejor del mundo en su posición", decía en sus primeras comparecencias. Mientras tanto, en los despachos, el director de fútbol, Mateu Alemany, se sorprendía con las altísimas pretensiones de Sissoko, hasta el punto de romper negociaciones con él en Navidad y de buscar una salida satisfactoria para todas las partes en el mercado de invierno.

El gol, la principal losa

A pesar de los intentos para colocarlo en la Premier League o en el PSG –que ha conseguido retener a Kylian Mbappé– y de un breve periodo de ostracismo como castigo, Dembélé aguantó la presión hasta el 31 de enero, se quedó en el club y consiguió que Xavi lo amnistiara y volviera a contar con él hasta final de temporada. De hecho, el técnico lo ha preferido casi siempre a Adama Traoré, fichado a media campaña para ofrecer competencia al francés, que respondió convirtiéndose en el mejor asistente de la Liga (13 pases de gol). Desde Sant Joan Despí también se defiende que, después de varias intervenciones médicas de sutura, los problemas graves con las lesiones han quedado atrás. Por otro lado, la principal losa del francés el último curso ha sido su poca aportación goleadora: solo dos dianas, una en la Liga y la otra en la Copa, contra el modesto Linares.

Con la continuidad de Dembélé está por ver qué pasará con Raphinha, del Leeds. El futbolista, representado por Deco –que colabora con el Barça como cazatalentos en el mercado sudamericano–, ve con buenos ojos aterrizar en Barcelona, a pesar de que tiene mejores ofertas para seguir en la Premier League. Mientras no llegaba el desenlace con el extremo francés, el club ha ido avanzado en la contratación de Raphinha, que no viaja de gira con el Leeds porque ha pedido permiso para resolver su futuro. Hay que acabar de desencallar, sin embargo, las diferencias económicas -y los plazos de pago- entre el conjunto inglés y el Barça. Desde el cuerpo técnico se mantiene que el brasileño y el francés pueden ser futbolistas compatibles, pero la entidad azulgrana, en plena reconstrucción de su músculo financiero vendiendo activos, estudia cómo repartir los esfuerzos económicos en el mercado.

Joan Laporta ha cifrado en 200 millones la inversión prevista en fichajes, a pesar de que las operaciones de gran envergadura tendrán que esperar a la activación de la segunda palanca –la venta de un 15% más de los derechos televisivos–, que no será hasta pasado el 15 de julio. De hecho, tal como explicó el presidente, antes hay que sellar que Goldman Sachs, prestamista del Barça, también acepte que la entidad azulgrana pueda comprometer este 15% más, puesto que el club tiene los derechos televisivos como una de las garantías con el fondo norteamericano. “Lo tenemos apalabrado con ellos. No podemos correr, pero sí que queremos que vaya rápido. Antes del 15 de julio dudo que lo cerremos, será mejor hacia la segunda quincena”, resolvió Laporta el miércoles. Esto permitirá activar la norma 1:1, que quiere decir que por cada millón que se libera el Barça puede gastar la misma cantidad. Hasta que esto no pase, no se puede inscribir ni Kessié, ni Christensen, ni siquiera el nuevo contrato de Sergi Roberto. Tampoco el de Dembélé.

stats