Dembélé-Barça: un desenlace por eliminación

BarcelonaTodo apunta a que Ousmane Dembélé continuará en el Barça. Después de casi un año de culebrón, el extremo francés está a un paso de convencer a su representante de cabecera, Moussa Sissoko, que lo mejor para su carrera será quedarse en el Camp Nou a las órdenes de Xavi Hernández, un entrenador que desde el principio ha confiado en sus condiciones. Sissoko, un negociador muy duro, ha conseguido que el Mosquito agotara su contrato como azulgrana, pero no ha sido capaz de traducir el interés de ningún club europeo en una oferta lo bastante buena y que incluyera una prima de fichaje beneficiosa para sus intereses. El principal problema de las conversaciones ha sido precisamente este: que el agente reclamaba un signing bonus de un total de 45 millones para que Dembélé continuara en el Barça. Si finalmente el normando mantiene su taquilla, lo hará a cambio de una cantidad mucho más modesta, que se prorrateará durante los años de vigencia del nuevo trato. "Él quiere seguir y tiene pinta de que lo conseguirá", sentencian al ARA fuentes del vestuario. Aun así, en el área deportiva todavía esperan noticias 100% concluyentes, una respuesta definitiva que se hace esperar.

Cuando se confirme, la continuidad de Dembélé supondrá otra victoria interna para Xavi, que al aterrizar en el banquillo del Barça dejó muy claro que el francés era un jugador con potencial. "Para mí es todo uno reto ayudarlo a entender mejor el juego. Bien entrenado, Ousmane puede ser el mejor del mundo en su posición", decía la egarense en sus primeras comparecencias. Mientras tanto, en los despachos, el director de fútbol, Mateu Alemany, se sorprendía con las altísimas pretensiones de Sissoko, hasta el punto de romper negociaciones con él en Navidad y de buscar una salida satisfactoria para todas las partes en el mercado de invierno. Pese a los intentos de colocarlo en la Premier o en el PSG, y de un breve periodo de ostracismo como castigo por no renovar, Dembélé aguantó la presión hasta el 31 de enero, se quedó en el club y consiguió que Xavi lo amnistiara y volviera a contar con él hasta final de temporada. De hecho, el técnico lo ha preferido casi siempre a Adama Traoré, fichado a media campaña para ofrecer competencia al normando, que ha respondido convirtiéndose en el mejor asistente de la Liga (13 pases de gol).

Con esta continuidad virtualmente asegurada, el Barça tendrá que detener la inversión prevista en Raphinha, extremo derecho del Leeds con el cual tenía un acuerdo verbal pero que implicaba un gasto superior a los 50 millones. Esto no quiere decir, aun así, que el club pare la búsqueda de un jugador de banda, puesto que Adama volverá al Wolverhampton y Trincao es probable que vuelva a marchar cedido. En este sentido, se mantiene la puerta abierta a la incorporación de Ángel di María, que es agente libre después de acabar contrato con el PSG. El veterano atacante argentino –cumplirá 35 años en febrero – tiene una propuesta de la Juventus encima de la mesa, pero agota sus opciones para esperar al Barça y aspirar a volver a la Liga después de ocho años compitiendo en Inglaterra y Francia. Como ya explicó el ARA, Di María no es una prioridad, pero sí una alternativa que el cuerpo técnico ve con buenos ojos. Igual que Adama y Trincao, lo representa Mendes, cosa que ayudaría al entendimiento con Joan Laporta y compañía. A cambio de aceptar unas condiciones a la baja en relación a los gajes que tenía en el PSG, el argentino pide que el contrato con el Barça tenga como mínimo dos años de vigencia, hasta el 2024.

Dembélé será un fichaje más

Tanto Dembélé como Di María o cualquiera de los jugadores que el Barça quiere fichar o renovar –como Gavi– están a la espera de que el área deportiva pueda hacerles espacio a efectos de fair play financiero. Aunque el club cierre antes del 30 de junio la palanca de la televisión para acabar el ejercicio 21/22 con números verdes, el límite salarial continuará excedido hasta que los fondos propios negativos no se compensen con la venta de más patrimonio, ya sea elevando el porcentaje de renuncia a derechos audiovisuales o externalizando parte del negocio de BLM.

Mientras esto no pase, y para poder inscribir cualquier masa salarial no contemplada para la temporada 22/23, la entidad se tendrá que regir por la norma 1/3 o 1/4 y liberar el triple o el cuádruple de aquello que quiera dar de alta. En este sentido, la venta de Frenkie de Jong se ve como un paso atrás necesario para poder dar dos adelante. Alemany calcula generar un buen pellizco con la salida del neerlandés. Por eso pide 100 millones entre fijos y variables al Manchester United por él.