Copa - Octavos de final

El Barça alarga su dulce resaca con una exhibición también en la Copa

El estado de gracia de los de Flick se traslada a Montjuïc, donde la afición disfruta con una goleada en el Betis (5-1) y la clasificación para los cuartos de final

FC BARCELONA - REAL BETIS
16/01/2025
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BarcelonaEl Barça alargó la dulce resaca de la Supercopa arrasando al Betis en un nuevo recital de fútbol y una nueva manija (5-1). Esta vez en Lluís Companys, donde había deberes pendientes después de tres derrotas seguidas ante el Atlético de Madrid, Leganés y Las Palmas. Con la Copa, los azulgranas mantuvieron la alegría en el juego también en casa, ante su afición, brindándoles un muy buen partido de fútbol. A base de rock and roll, superaron la eliminatoria de octavos de final contra el combinado de Manuel Pellegrini, que se vio claramente superado y si no encajó más goles fue por los goles anulados por fuera de juego.

Tras humillar al Real Madrid en Arabia Saudí, la autoestima del Barça de Hansi Flick está por las nubes y el Betis lo pagó, desmenuzado en Montjuïc. De poco importó que el técnico diera descanso a Lewandowski, porque en la mediapunta repitió un tal Gavi. El andaluz, hambriento de fútbol ahora que ya vuelve a sentirse en plenitud tras la larga lesión en la rodilla, no tardó ni tres minutos en abrir la lata. Asistencia de Dani Olmo, con un toque tan talentoso como suave dentro del área, y control con la derecha y remate con la izquierda de Gavi. La posición de mediapunta le prueba al 6 azulgrana, que ya empezó el marcador ante el Athletic en las semifinales de la Supercopa.

Dani Olmo, haciendo de falso nueve sin el ariete polaco, también quería su gol. El de Terrassa fue titular por primera vez desde que recibió la cautelar del CSD y tenía ganas de volver a celebrar un gol. Gavi lo sabía, y le buscó con un pase delicioso en el corazón del área que el terrassense convirtió en un disparo travieso, ajustado, pero Veites respondió con una gran intervención. En la siguiente que tuvo Olmo, fue el palo el que le privó de celebrar una diana con su afición, besar el escudo que ama y señalar los colores que quiere defender tras el martirio que ocurrió cuando se quedó sin licencia.

Jules Kounde culmina una obra de arte

Pero la fiesta seguiría con un goleador inesperado: Jules Kounde, que está jugando a un altísimo nivel. No sólo es crucial y fiable en defensa, sino que también está destapándose en ataque. El segundo tanto del Barça fue una obra de arte. Pedri cambió la orientación del juego de izquierda a derecha, con un cadera para girarse y un pase zanja preciso que Kounde dejó pasar entre las piernas mientras se animaba a pisar área y Lamine Yamal, con una asistencia maravillosa, sirvió un balón alto, delicado, que el defensor francés rompió con una volea imposible por Veites. El 2-0 y, sobre todo, el arrebato ofensiva del Barça que atacaba y atacaba sin parar, queriendo más y más, animó a una afición que tras el segundo levantó el culo de la silla para acordarse de la goleada al Madrid del domingo al grito de "bote, bote, bote, madridista quien no bote".

Todo lo miraba un Betis que era un invitado de piedra a una nueva exhibición azulgrana. Solo durante los primeros compases del partido habían logrado salir un poco de la cueva, buscando ser verticales en las pocas ocasiones que superaron una presión feroz del Barça. Con Araujo –que fue coreado por la afición– sustituyendo al lesionado Iñigo, la retaguardia siguió al propio ABC de siempre con Flick: valentía, tirar la línea arriba y derribar al rival en la trampa del fuera de juego. De hecho, el Betis sólo puso a prueba a Iñaki Peña en una sola ocasión hasta los últimos minutos, cuando tuvieron un penalti. Hasta entonces, sólo Vitor Roque, cedido por los azulgranas, lo había puesto a prueba y se topó con un gran paro. El valenciano también quiere reivindicarse ahora que Szczesny, titular en la Supercopa y sancionado contra los andaluces, le disputa el puesto.

El Betis, desdibujado frente al vendaval ofensivo que tenía enfrente, dio gracias de marcharse al descanso habiendo encajado sólo un par de goles. La revisión del VAR negó un doblete precioso a Kounde, que estaba en fuera de juego por algo del bigote de una gamba. De hecho, los fueras de juego hicieron que la goleada no fuera más escandalosa, porque en la reanudación, también le anularon un gol así a Lamine Yamal. Esto le picó y, a continuación, se inventó una jugada llena de recortes y magia que la defensa llegó a rechazar, pero Raphinha embocó el rebote para hacer el tercero.

El arrebato azulgrana, lejos de detenerse, fue a más. Ferran, entrado desde el banquillo, hizo el cuarto, mientras que Lamine Yamal, ahora sí y después de algo de suspense por una nueva revisión del VAR, rubricó la manija tras un desmarque en el espacio y recoger un pase de Fermín. Sólo un penalti de Kounde sobre Jesús Rodríguez, ya en las postrimerías, permitió una pequeña alegría en el Betis. Vitor Roque no falló desde los once metros. No lo celebró. Tampoco había casi nada que celebrar, porque la noche en Montjuïc solo tuvo color: el azulgrana. El lunes, el Barça conocerá a su próximo rival en la Copa.

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