Barça

El Barça golea en Sevilla y se embriaga de optimismo (0-3)

Las paradas de Ter Stegen dan paso a una nueva exhibición de un equipo que necesita muy poco para marcar goles

4 min
Robert Lewandowski, celebrando el 0-2 del Barça en el campo del Sevilla

BarcelonaCostará hacer bajar al Barça de la nube donde se ha subido. El optimismo ha vuelto al día a día de los culés, cambiando rostros y levantando el ánimo de un club que se mira al espejo y de nuevo se ve atractivo. En los últimos años, en el espejo veía reflejada una mueca. El equipo de Xavi ha puesto la directa y estiró las orejas del Sevilla de Lopetegui. Los dos equipos se encontraban a un punto en mitad de sus respectivos caminos. El Barça sube hacia la cumbre y el Sevilla se hunde en los infiernos, roto por dentro. Al equipo de Xavi siempre le sale cara. A los andaluces, un digno rival los últimos años, ahora le sale cruz.

Ir al Ramón Sánchez Pizjuán, estos últimos años, era como ir al dentista. Tocaba sufrir. Pero este año los nervios duraron 20 minutos, no mucho más. Un muy buen inicio de los sevillanos permitió reivindicar la figura de Marc-André Ter Stegen, pero una vez Raphinha marcó el primero, todo se decidió. Como si fuera un combate de boxeo, una vez el Barça conectó el primer golpe, vio como al rival le temblaban las piernas. El Sevilla había salido valiendo y el equipo de Xavi lo aprovechó para demostrar que el rival tenía una mandíbula de mantequilla. El gol del brasileño agrietó el alma de los sevillanos y animó a un Barça que ya ha conseguido poner su nave con los vientos a favor, en la dirección correcta. En la clasificación, por encima, ya solo está el Real Madrid.

Si Xavi sorprendió con su equipo, fue precisamente por no cambiar el equipo. En vez de hacer rotaciones, jugaron casi los de siempre, con Balde en el lateral, mientras Jordi Alba lo miraba con cara de pocos amigos en el banquillo. Lewandowski, convertido en el centro de gravedad del equipo, jugaba bien acompañado por Dembélé y Raphinha. El francés jugó un primer tiempo delicioso, disfrutando tanto como un niño delante de un videojuego, apretando los botones para marcar goles. De hecho, los primeros minutos del Barça no fueron especialmente buenos, con un partido roto, alocado, arriba y abajo. Entretenido era, pero también peligroso. Uno de aquellos escenarios un poco caóticos donde lógicamente, se sentía muy cómodo Dembélé. El francés parece vivir mejor si hay un poco de anarquía. Xavi, en cambio, se rompía la garganta dando instrucciones, reclamando control, viendo como era Ter Stegen quien se llevaba todos los elogios con dos intervenciones salvadoras, de aquellas que suman puntos y ganan partidos. También Ter Stegen ha recuperado su mejor nivel. Casi todo le sale bien al Barça, ahora. No hace tanto, el alemán no lo conseguía.

Xavi sabe cómo quiere que juegue su equipo. Conoce el estilo, quiere que su propuesta mande. Pero en ausencia de control, había que imponer la ley en las áreas. Primero, con las paradas de Ter Stegen y después, con Lewandoswki comiéndose el alma de los defensas del Sevilla. El primer gol vino después de un precioso remate del polaco. La defensa consiguió sacar como pudo la pelota de la línea de gol y Raphinha, puntual, solo tuvo que acompañar la pelota al fondo de la red para marcar su primer gol en la liga. El segundo sí lo marcó el polaco, cómo no. Koundé, recibido con aplausos por la que era su afición hace pocas semanas, demostró de nuevo que es un defensa de los que siempre mira hacia delante, inventándose una asistencia lejana que Lewandowski transformó en un gol. Suerte que el polaco celebra los goles riendo, o se podría pensar que es un robot, la creación de un científico brillante. Alto y fuerte, tan frío cuando toca tomar decisiones, Lewandowski ha hecho de marcar goles su día a día. Parece fácil, pero no lo es. Y él, cuando marca uno, busca a los aficionados del Barça para sacar la mejor de sus risas, como si fuera un superhéroe que sonríe a los ciudadanos a quienes acaba de salvar la vida. Lewandowski parece creado por un guionista de cómics o Hollywood.

Eric Garcia, cara y cruz

Después de pinchar en casa contra el Rayo el día del debut en la liga, el Barça navega con el viento llenando sus velas. El tercer gol lo marcó Eric Garcia después de una gran jugada de estrategia, donde de nuevo Kounde participó. El de Martorell se estrenó como goleador con el Barça, pero poco después se lesionó. No todo pueden ser buenas noticias, ya lo sabemos. Fue la única mancha en un expediente casi perfecto donde Xavi pudo ir haciendo cambios a mitad de la segunda parte, pensando en un calendario que hace subida y al tener enchufados cuantos más jugadores mejor. Jordi Alba y Frenkie De Jong tuvieron sus minutos. Sergi Roberto, convertido en un actor secundario que siempre tiene minutos con Xavi, también. Y un Ansu Fati que sería titular en cualquier equipo, tan bueno como es, pero de momento es suplente en el Barça, puesto que el técnico egarense sabe muy bien cómo quiere jugar. Y ahora prefiere extremos más verticales, de salida. La jugada le sale bien a un Xavi que ve como su proyecto crece alto y fuerte, con las raíces muy fuertes en la tierra.

Con Kounde acabando el partido de central, el Barça se permitió el lujo de acabar el partido con cierta pereza, como si tuviera ganas ya de debutar en la Champions. La carpeta del partido de Sevilla ya estaba cerrada, con un expediente dentro que hablaba maravillas de un Gavi que fue clave, recuperando la pelota del 0-1. Y demostrando de nuevo su capacidad de ser omnipresente. El Barça se permitió el lujo de golear sin que fuera el mejor partido de un genio como Pedri. En el nuevo Barça, el protagonismo se reparte, cada semana. Un nuevo Barça que se embriaga del licor del triunfo, de las mieles de la euforia. Cuesta no irse a dormir soñando que este año, sí. Que este equipo hará historia.

  • Sevilla: Bono, Gonzalo Montiel (Suso, 74’), Fernando, Nianzou, Acuña, Joan Jordan (Delaney, 46’), Ivan Rakitic, Nemanja Gudelj (Carmona, 46’), Lamela, Youssef En-Nesyri (Dolberg, 56’) e Isco (Papu Gómez, 70’)
  • FC Barcelona: Ter Stegen, Kounde, Araujo, Eric Garcia (Sergi Roberto, 54’), Balde (Jordi Alba, 63’), Sergio Busquets, Gavi, Pedri (Frenkie de Jong, 63’), Raphinha, Lewandowski (Ansu Fati, 74’) y Dembélé (Ferran Torres, 63’)
  • Goles: 0-1 Raphinha (21'), 0-2 Lewandowski (36') y Eric Garcia (50')
  • Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano).
  • Tarjetas amarillas: Dembélé (9'), Balde (28'), Jordán (33'), Carmona (66'), Araujo (75') y Sergi Roberto (89')
  • Tarjetas rojas: ninguna
  • Estadio: Ramón Sánchez Pizjuán (40.233 espectadores)

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