Barça

Un Barça sin miedo a nada incendia la liga

El equipo de Flick aprovecha el empate del derbi de Madrid llevándose los tres puntos de Sevilla con un triunfo muy trabajado (1-4)

La alegría azulgrana después del primer gol en Sevilla
09/02/2025
4 min

BarcelonaQue tiemble el enemigo. El Barça vive instalado en el optimismo y sigue recortando puntos a ambos equipos de Madrid. En Sevilla había que ganar y se ganó, en un partido incómodo, duro. No suele ser fácil ganar en el campo del Sevilla y de hecho, los triunfos todavía tienen un sabor más dulce cuando ha tocado esforzarse y picar piedra. Si hace poco más de una semana parecía utópico que el Barça aspire a la liga, ahora es una realidad. La liga depende de los hombres de Flick, ahora apenas dos puntos por detrás del Madrid. Un equipo empeñado en pelear por cada balón, cada partido y cada título, haciéndolo los días que se lo pasa bien y también aquellos en los que hay que picar piedra, como en el duelo de Sevilla, donde acabó con un hombre menos por una roja en Fermín.

Después de ver cómo sus rivales de Madrid se sacaban de quicio entre ellos empatando, el Barça salió con hambre en el terreno de juego. Quería seguir los pasos del partido de copa en Mestalla, terminando el trabajo rápido, pero no todos los rivales se dejan asustar tan fácilmente. El dominio azulgrana sería total de salida pero el Sevilla no se dejaba dominar fácilmente. García Pimienta, quien durante años soñó con dar el salto de la Masía al banquillo del Camp Nou, entendía que había que renunciar a la posesión, apostando su suerte en las contras. El balón siempre era de un Barça donde De Jong dejaba a Casadó en el banquillo, jugando cerca de Pedri y Gavi. Un equipo agresivo que movía el balón con velocidad, de un lado para otro, mareando a los defensas locales como en la jugada en la que Nyland le negaría el gol a Lamine con un gran parón a los siete minutos. Pero de ese córner, el Barça sacaría pelota. Los equipos deben cuidar la estrategia y este Barça lo hace, con un movimiento donde Raphinha e Iñigo Martínez hicieron el trabajo sucio, para que Lewandowski demostrara que con el paso de los años, sigue moviéndose como nadie dentro del área rival.

Podía parecer que lo más difícil, hacer el primer gol, ya se había hecho. Pero cuando juegas con una defensa así de antemano, siempre juegas al límite. Siempre juegas con fuego, como un artista de circo de aquellos que cruza el cielo por encima de una cuerda. Sólo 25 segundos después de marcar el 0-1, el Barça recibía el empate cuando el Sevilla rompió el fuera de juego azulgrana por milímetros justo después de sacar de centro. La nueva pareja de centrales, formada por Iñigo Martínez y Araujo, reaccionó algo tarde y Vargas empataba. Tocaba empezar de nuevo con Araujo, de nuevo, apareciendo en la foto del dudoso fuera del juego, reclamando que lo era cuando él lo rompía. El uruguayo, poco afortunado, no tendría el día lesionándose poco después al chocar con Saúl. Flick no tuvo más remedio que hacer entrar a Cubarsí a un partido que se había embarrado, con el Barça incómodo ante un Sevilla muy físico. Los andaluces siempre tenían dos hombres sobre Lamine y Raphinha, desconectando del juego de los mejores delanteros visitantes. Nunca es fácil, ganar en el Sánchez Pizjuán, como iba descubriendo el técnico alemán. El partido estaba bien vivo, con Lamine haciendo una asistencia de espuela muy bonita en Koundé y Lukebakio intentando una chilena preciosa ante Szczesny. Con muchos encontronazos, gente por el suelo y pelotas perdidas. El Sevilla quería correr y el Barça sacar el balón. El resultado era un empate en el descanso que no gustaba ni un ápice a un equipo azulgrana con alma de líder.

En el descanso, Flick dio descanso a un Gavi demasiado revolucionado, haciendo entrar a Fermín, uno de los que no suele fallar. Y en apenas 50 segundos el andaluz hacía el segundo gol azulgrana rematando de cabeza un precioso centro de Pedri. El Barça volvía a mandar, aunque por un momento pareció volver a caer a la misma piedra, ya que Vargas marcó el empate cuando el Sevilla sacó del centro del campo. En este caso sin embargo, en claro fuera de juego. No, el Barça no repetiría los errores del primer tiempo, terminando el trabajo con un golazo de Raphinha poco después. Parecía que no era el día del brasileño, pero cuando el Sevilla protestaba un penalti inexistente, se inventó un disparo como aquellos que llevaba años Rivaldo: seco y duro.

El partido parecía decidido, pero Del Cerro Grande, en la sala VAR, pidió revisar una dura falta de Fermín, quien acabaría expulsado con media hora aún por jugar. Una falta dura, pero sin clavar los tacos, de un jugador que acababa por ser la cara y cree en pocos minutos. Del gol a la roja. Tocaba apretar los dientes y resistir, pues. Y el Barça lo haría, con el regreso de Dani Olmo y Eric aportando oficio en medio del campo, sin dejar pasar la gran oportunidad para acercarse aún más a sus rivales. Pese a tener un hombre menos, el Barça se permitió el lujo de hacer el cuarto con un cabezazo de Eric Garcia. La liga no es una utopía. Todo lo contrario.

  • Sevilla: Nyland; Juanlu, Badé, Kike Salas, Pedrosa (Marcao, 87'); Saúl (Manu Bueno, 75'), Gudelj (Akoumé, 75'), Sow (Suso, 63'); Lukébakio, Isaac Romero, Vargas (Ejuke, 63'). Entrenador: Francisco Javier García Pimienta.
  • Barça: Szczesny; Kounde, Araujo (Cubarsí, 21'), Iñigo Martínez, Balde; Pedri, De Jong (Eric Garcia, 70'), Gavi (Fermín, 46'); Lamine Yamal (Gerard Martín, 89'), Lewandowski (Dani Olmo, 70'), Raphinha. Entrenador: Hansi Flick.
  • Goles: 0-1 Lewandowski (7'), 1-1 Vargas (8'), 1-2 Fermín (46'), 1-3 Raphinha (55'), 1-4 Eric Garcia (89').
  • Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité de Canarias) y Carlos del Cerro Grande (Comité de la Comunidad de Madrid) en el VAR.
  • Tarjetas amarillas: Saúl (16'), Gavi (37'), Isaac Romero (45'), Badé (67'), Hansi Flick (75'), Eric Garcia (81') y Marcao (88').
  • Tarjetas rojas: Fermín (60').
  • Estadio: Sánchez Pizjuán.
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