El orgullo de Montjuïc y la magia de Lamine Yamal destronan al Real Madrid

BarcelonaLa comunión entre la afición, que llenó el estadio en la vuelta a Lluís Companys, y el Barça de Hansi Flick es la fortaleza de un equipo que, precisamente eso, cuando juega como un equipo, parece imparable. La plaga de lesiones no detiene a una plantilla que ya ha recuperado a un Lamine Yamal animado por la causa y que, pese a las diversas rotaciones en un once con invitados inesperados, como Dro Fernández (17 años), vuelve a ser una máquina de ganar, y ya supera al Real Madrid en lo alto de la tabla. La fórmula del técnico alemán, con una exigencia extenuante, sigue dando frutos a un Barça hambriento que culminó una nueva remontada con la derrota de una Real Sociedad miedosa y con muchos experimentos en el once (2-1). Montjuïc ya espera el miércoles al PSG en el regreso de la Liga de Campeones a la capital catalana.

Sin hacer gran cosa, la Real le bastó con una jugada al contragolpe para batir la portería de Szczesny después de una media hora de juego en la que no había pasado casi nada. Los vascos cogieron a un despistado Kounde con los meados en el vientre y entre Oyarzabal y Barrene cocinaron una jugada veloz para habilitar a Odriozola, que remató a placer solo en el segundo palo. El tanto en contra ponía en evidencia que, si bien el Barça tenía el control del balón, no había encontrado las rendijas para buscar portería con claridad. El gol fue un aviso que desveló a marchas forzadas a un conjunto adormilado hasta entonces. Verse por debajo en el marcador fue una descarga eléctrica que se tradujo con una ocasión clara para empatar en la que Remiro sacó reflejos felinos para desviar un remate en propio de Zubeldia tras un centro de Kounde que buscaba redimir sus pecados.

El defensor francés encontraría el perdón pocos minutos después. Con Montjuïc espoleando a los suyos, un buen remate de un atrevido Bardghji acabó a córner tras un nuevo parón del portero de la Real Sociedad. Rashford, que convierte los saques de esquina en caramelos para sus compañeros, envió un balón preciso y tenso al corazón del área que Kounde cabeceó al fondo de la red. La afición estallaba de emoción porque, con el empate, ya se frotaba las manos con la posibilidad de una nueva remontada de este Barça que había recuperado el arrebato y cantaba con alegría "madridista quien no bote", dando saltos a la grada y levantando el culo de las sillas. Con tablas en el luminoso se llegaría al descanso con la Real sacando agua del barco ante un Barça liderado por Pedri y con un atento Remiro para cortar una última carrera de Rashford cuando el británico ya subía la portería.

Lamine Yamal lidera la remontada

La oportunidad para Dro terminaría en la reanudación, y mientras Montjuïc aplaudía ilusionada el calentamiento de Lamine Yamal, Dani Olmo saltaba al césped para encaminar la remontada. El Barça necesitaba la inspiración del mediapunta terrassense ante una Real que salió más espabilada tras pasar por el túnel de vestuarios. También la de Lamine Yamal, que entraría a jugar para disputar la última media hora de juego. Ni un minuto necesitó el extremo de Rocafonda para revolucionar el partido: jugada personal por la banda derecha, Sergio Gómez no puede con él, hace un centro preciso con la derecha –su pierna menos hábil–, que se resuelve con un remate colosal de Lewandowski con sabor a liderazgo.

La última media hora fue una fiesta, con la afición contenta y Lamine Yamal haciendo una sotana deliciosa a un Sergio Gómez que sólo podía perseguir la sombra del dorsal 10 azulgrana. Los cambios probaron a un Barça que, si no hizo un descosido a la Real fue porque Remiro se hartó de rechazar balones bajo palos. Solo los descuidos de Kounde añadieron dramatismo en una acción en la que Kubo envió un disparo al larguero. Lewandowski también chocaría con la madera en una acción clarísima. El Barça es ya el nuevo líder de la Liga. Que la fiesta continúe contra el PSG.