Barça

El 'becario' privilegiado de Hansi Flick

Thiago Alcántara, buen amigo del nuevo técnico azulgrana, se formará como entrenador durante el verano en el Barça y acompañará al equipo en la gira por EEUU

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Hansi Flick y Thiago Alcántara

BarcelonaQue Thiago Alcántara no desarrollara más años de su carrera como futbolista en el Barça es una espina clavada entre buena parte del barcelonismo. El 14 de julio del 2013, bajo la presidencia de Sandro Rosell, el club le traspasó al Bayern a cambio de 25 millones de euros y el acuerdo de disputar un amistoso entre ambos equipos en un margen de cuatro años. Fue un gesto de buena voluntad de los bávaros, porque su cláusula era de 18 millones porque no había llegado al mínimo de minutos que le habría elevado hasta 90. Pep Guardiola, que entonces se estrenaba como entrenador en el Bayern de Múnich, le recibió con los brazos abiertos. "O viene Thiago o no viene nadie más. Es un superjugador", había dicho el técnico catalán pocos días antes de que la operación se sellara oficialmente.

Su marcha fue difícil de entender. Se iba uno de los centrocampistas más talentosos de la casa, que había llegado a la cantera en el 2006. Los argumentos que se destilaron del club para justificar la salida era eloverbooking de centrocampistas consolidados que el Barça tenía, encabezados por Andrés Iniesta y Xavi Hernández. El hijo mayor de Mazinho hacía las maletas hacia Alemania con 22 años. Se despedía con un total de 101 partidos disputados, habiendo ganado cuatro Ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes y una Liga de Campeones.

Lejos de Barcelona seguiría haciendo grande su palmarés, hasta anunciar la retirada, a los 33 años, el 8 de julio. Después de una temporada y de unos últimos años de carrera lastrados por las malditas lesiones, Thiago anunciaba en las redes sociales un secreto a voces: colgaba las botas. El dolor había ganado la partida en el fútbol. Después de trece años en la élite, jugando en equipos de primer nivel como el Barça, el Bayern y el Liverpool, ponía punto y final a una carrera coronada con once ligas, nueve copas y dos Champions, entre más títulos.

"Siempre estaré dispuesto a devolver al fútbol lo que me ha dado y agradezco el tiempo que he disfrutado", escribió. Dicho y hecho, porque Hansi Flick, con quien coincidió durante una temporada en el Bayern y con quien mantiene una excelente relación personal, se apresuró a ofrecerle una estancia en su cuerpo técnico. Aunque Thiago siempre ha sido un centrocampista con una exquisita lectura táctica, todavía no tiene decidido por completo si enfocará su futuro hacia los banquillos, pero el ofrecimiento de Flick, el cariño que tiene por el Barça (y por Barcelona: tiene casa en la ciudad y su mujer es catalana) y la oportunidad de continuar vinculado a un vestuario de primer nivel, aunque sea sólo durante el verano, son factores de peso que le sedujeron.

Thiago Alcántara, un aliado de confianza para Hansi Flick

Por su parte, Flick también suma un aliado de confianza en su aterrizaje en el Barça. Thiago, que también acompañará al equipo a la gira por Estados Unidos, ayuda al alemán en la cuestión idiomática, al tiempo que participa en la preparación táctica de los futbolistas y, especialmente, en la transmisión de las ideas que el nuevo técnico quiere implantar. Con un grupo plagado todavía por muchos jóvenes canteranos a la espera del grueso de los internacionales, Thiago se encarga también de ayudar a los centrocampistas, aportándoles su experiencia, según exponen al ARA fuentes conocedoras del día a día de el exfutbolista en los entrenamientos.

Con Thiago, Flick y el Barça suman este verano "un futbolista muy inspirado en Mazinho, su padre, con el que se ha pasado noches y noches repasando partidos, buscando los secretos del juego", tal y como apunta Martí Perarnau, periodista y escritor. "Al Bayern, Pep le dio muchos galones y más que le habría dado con la marcha de Toni Kroos, pero las lesiones le condicionaron", añade Perarnau. Su último entrenador fue Jürgen Kloop, en el Liverpool, donde Thiago no pudo tener la continuidad que hubiera querido por los problemas físicos. Ahora, sólo él decidirá si se sienta en un banquillo. De momento, el verano le pasará al club que le vio convertirse en profesional.

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