La semifinal Chelsea-Barça
27/04/2024
2 min

BarcelonaHace una semana, después de la Semana Trágica del equipo masculino y de la derrota del femenino en Montjuïc, un amigo culé me ​​dijo "Es que si no podemos ni confiar en ellas ya podemos plegar". En Londres las jugadoras confirmaron que sí, que se puede confiar perfectamente, tras remontar, ganar al Chelsea y clasificarse para la final de Bilbao del próximo 25 de mayo, la quinta en su historia y nada menos que la cuarta consecutiva. Un hito que será recordado por una generación que se está acostumbrando a ver un éxito tras otro de un equipo legendario.

El partido no fue brillante, pero sí intenso y vibrante. En el primer gol de Aitana en el minuto 25' respondió el Chelsea con un balón al larguero de Leopolz y un disparo de Macario en el que Cata Coll se lució. En la segunda parte el Barça arrancó bien, sitiando el área de las inglesas, pero Nüsken estrelló el balón en el palo en el 57'. Justo después llegó la jugada decisiva del partido: Buchanan vio la segunda amarilla en cuatro minutos después de atropellar primero a Salma Paralluelo y después a Patri Guijarro. Con una menos, el Chelsea no tuvo más remedio que echar atrás hasta que Carter empujó a Aitana dentro del área y Rolfo marcó el segundo de penalti a falta de 15 minutos para el final del encuentro. Las de Emma Hayes sacaron fuerzas de donde pudieron ya las azulgranas les entraron los nervios, en cuanto cometieron imprecisiones y sufrieron más de la cuenta, pero hubo final feliz en un Stamford Bridge lleno hasta la bandera por primera vez en un partido de fútbol femenino. Estos son los hechos, pero la emoción de verlas de nuevo en una final es difícil de explicar.

Las alegrías en la casa las está dando el fútbol femenino, así que es el momento idóneo para que el club se ponga las pilas y para recordar que hace dos días dieron la rueda de prensa de Laporta y Xavi justo cuando se presentaba un acuerdo único de Vueling con el equipo femenino como protagonista. Son detalles que no pueden pasarse por alto. No era necesario. Hay que cuidarlas, mimarlas. No son el segundo plato, sino el principal, y en la final de Bilbao se apuntarán todos los que el jueves estaban sentados en la primera fila aplaudiendo al presi y no le dijeron, porque seguramente ni se dieron cuenta, que ellas también están y que son las únicas que pueden ganarlo todo.

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