Barça

Las derivaciones salariales de la salida del Kun Agüero

"Se ha portado muy bien con nosotros", explican desde el Barça, donde se celebra que el ariete haya querido liquidar el contrato con efectos inmediatos

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El Kun Agüero anunciando su retirada profesional.

BarcelonaSolo cinco partidos ha podido jugar el Kun Agüero en el Barça. La aventura del argentino en el Camp Nou, que ya nació trastocada por el adiós a regañadientes de Leo Messi, ha sido demasiado corta debido a un problema cardíaco que ponía en riesgo su salud. Una vez digerida la salida de Messi, y después de superar una lesión en el gemelo que lo tuvo más de dos meses de baja, Agüero apareció en los esquemas de los técnicos –primero Koeman y después Xavi– como una alternativa solvente en el plano realizador. "El Kun hará goles si las lesiones lo respetan", se repetía desde Sant Joan Despí sobre el delantero de Quilmes, que firmó un contrato a la baja para dos temporadas, instalado en la clase media de la escala salarial, equivalente a menos de la mitad de lo que cobraba en el City y con variables asociadas a su rendimiento. Todo ello en sintonía con la austeridad planificada por el CEO azulgrana, Ferran Reverter.

Agüero fue el primer fichaje que Laporta presentó en su segunda etapa como presidente. Pero, como se lesionó, no fue inscrito en la Liga en virtud del gesto de Gerard Piqué de bajarse el salario, cosa que propició las altas de Memphis Depay y Eric Garcia, sino que tuvo que esperarse al final del mercado, cuando el Barça se quitó de encima la ficha de Antoine Griezmann y pudo obtener suficiente margen para inscribirlo tanto a él como a Luuk de Jong. Ahora, una vez se ha visto que, lamentablemente, tendrá que dejar la práctica profesional del fútbol, Agüero ha pactado una rescisión del contrato, que tenía blindado hasta el 30 de junio de 2023. "Se ha portado muy bien con el club", explican desde el Camp Nou, donde celebran que el ariete haya querido liquidar la relación sin cogerse ninguna baja ni agotar el plazo de tres meses –hasta febrero– que los médicos le dieron para valorar el impacto de los tratamientos para controlar las arritmias. No cobrará el año que le quedaba y percibirá solo una parte de lo que tenía pactado para este curso. Y no de golpe, sino con un prorrateo hasta finales de temporada.

Los abogados del club y los del jugador han negociado las últimas semanas para cerrar un pacto indeseado –porque la plantilla se debilita– pero a la vez satisfactorio –porque Agüero ha obrado pensando en la situación económica que atraviesa el Barça–. En paralelo, el departamento de compras de la entidad está en conversaciones con la aseguradora que cubre al primer equipo para cobrar una cantidad que compense la pérdida del futbolista a media temporada por motivos de salud. "Es la primera vez que nos encontramos en una situación así", apuntan desde Arístides Maillol, donde recuerdan que los jugadores perciben todo lo que se estipula en los contratos incluso cuando pasan largas temporadas sin jugar por lesión –Dembélé, al que se dio de baja en 2020 para incorporar a Braithwaite– o por enfermedad –Abidal–. En estos casos, el salario de los afectados va a cargo, a medias, entre el club y la aseguradora. "Agüero tiene derecho a una pensión de invalidez si se demuestra que se retira por accidente de trabajo, pero puede no beneficiarse de ello porque tiene otros negocios y dinero para dos vidas", añade al ARA Toni Roca, experto en derecho futbolístico.

La normativa de la Liga, tajante

La cantidad correspondiente a la liquidación de Agüero repercutirá en la masa salarial de esta temporada. Aún así, como el argentino cobrará mucho menos de lo que estaba previsto, el club ganará margen salarial para inscribir a Dani Alves en la Liga a tiempo para el partido del día 2 de enero en Son Moix contra el Mallorca. El brasileño podrá volver a jugar de forma oficial con la camiseta azulgrana gracias a la norma del uno por cuatro, que se aplica a equipos que, como el Barça, superan la ratio salarios-ingresos y solo pueden inscribir por valor de una cuarta parte de aquello que ahorran. Así, para poder aspirar a incorporaciones más importantes, la entidad necesita liberar salarios más elevados, como los de Samuel Umtiti o Philippe Coutinho; cerrar renovaciones a la baja, como la de Sergi Roberto, o vender para sumar ingresos y restar masa salarial. El último factor pone el foco sobre Dembélé, que, si no acepta la oferta de renovación, es carne de traspaso. El inconveniente con el francés es que su agente es partidario de agotar el acuerdo vigente hasta junio para firmar libre por otro equipo a cambio de una jugosa prima. Ofertas no le faltan.

La dirección deportiva trabaja para mejorar a corto plazo los argumentos que tiene Xavi Hernández en la plantilla. Se juegan la clasificación para la Champions 22/23 y la necesidad de renovar patrocinios vigentes y encontrar algunos nuevos. Es urgente revertir la milanización. De aquí las negociaciones con Ferran Torres, Cavani o Martial. O los rumores sobre el posible regreso de Alexis Sánchez, un escenario que se observa "como ultimísima opción", dicen en el Barça. El problema para ejecutar operaciones no es de liquidez, sino de margen salarial, un factor que condiciona la labor de Mateu Alemany y la supedita a los caprichos del mercado. Por eso, y a pesar de la posición pública de rechazo al pacto de la Liga con CVC, desde el Camp Nou buscan la fórmula para beneficiarse del capital (y no deuda) de este fondo británico para ir de compras en invierno y planificar también las operaciones del verano que viene. Sin salidas relevantes ni CVC, la Liga será insensible con las urgencias de un Barça que estará condenado a tirar con lo que tiene hasta finales de temporada.

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