Apuntes en caliente

Determinación para no alargar la agonía: los apuntes en caliente del Barça-Granada

Llenar el área de defensas a lo loco sirvió para salvar un punto, pero no saca de pobre al Barça

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Ronald Koeman, abatido en el área técnica del Camp Nou.

BarcelonaEl Barça empató in extremis contra el Granada en el Camp Nou y sigue sin ofrecer una buena imagen esta temporada. A continuación, los apuntes en caliente de un partido que vuelve a señalar a Ronald Koeman.

'Decadencia' es la palabra. Y no se salva ni el Camp Nou, que se marchó a casa más enfadado con el árbitro y con el tiempo añadido que con su equipo. Confío en que, en frío, los aficionados abandonen el victimismo y reclamen recuperar la grandeza perdida. Y confío en que Laporta, un presidente de discurso valiente, acompañe las palabras con determinación y afronte una situación que pide un cambio en el banquillo antes de que sea demasiado tarde. Incluso Araujo, alma del equipo en estos días de oscuridad, jugará mejor con una dirección técnica renovada.

"El fichaje es Coutinho". Pues eso. Como ha sido imposible encontrar un destino serio para un jugador devaluado y con sueldo de estrella como él, los más optimistas intentaban ilusionarse con su permanencia en la plantilla del Barça. El brasileño ostenta la ficha más alta del equipo. Solo por eso ya está obligado a liderar el frente de ataque. Aun así, su reaparición en el once acabó con un suspenso sin paliativos. No valen las excusas ni siquiera para disculpar su estado de forma, que evidentemente es mejorable después de tantos meses parado por lesión. Da pena que contra oponentes como el Granada sea incapaz de aportar nada más que cuatro fintas y dos centros con poca fe. Seguramente, y siempre que no vuelva a la enfermería, jugará mucho porque no hay mucha alternativa. Pero con actuaciones así su carro de partidarios quedará desierto.

Como el Eibar de Mendilibar. Si contra el Bayern el cruyffismo de Koeman consistió en salir con cinco defensas y entregar la pelota al rival, ante el Granada la etiqueta se aplicó a golpe de centros al área. Da igual que los andaluces se avanzaran en la primera jugada del partido. En casa y con 89 minutos por delante, no puede ser que el equipo renuncie a la búsqueda de los pasillos interiores, que escenifique el "es lo que hay" que emana del vestuario proponiendo un plan de reacción que habría firmado el Eibar de Mendilibar. Y si la idea era esta, ¿por qué no entró Luuk de Jong inmediatamente después del gol de Duarte? Si una cosa tiene el delantero neerlandés es capacidad para rematar centros.

Fútbol piedra. De Jong entró después del descanso, pero Koeman, ahogado por la urgencia, pensó que podía compensar la falta de cintura exhibida en la primera parte llenando el área de rematadores para intentar materializar el bombardeo de centros. Otra vez la curiosa interpretación del cruyffismo: Piqué como si fuera Alexanko, y Araujo, que lo remata absolutamente todo, de regalo. El remedio sirvió para salvar un punto, pero no saca de pobre al Barça. Al contrario: puede alargar la agonía de un proyecto deportivo fruto de la última huida hacia adelante de Bartomeu. Sí, en menos de diez años hemos pasado del falso nueve y del 3-7-0 a ocupar el área a lo loco.

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