La escuela de barrio que late en la defensa del Barça

Sant Adrià de BesòsEl Club Deportivo Sant Gabriel es uno de los templos del fútbol formativo de nuestro país. Ya en su momento fue uno de los referentes del fútbol femenino en Catalunya: llegó a estar cinco años seguidos en Primera División entre 2010 y 2015. Aunque en los últimos tiempos la sección femenina del club se ha ido desmenuzando poco a poco por la falta de recursos. La sección masculina, que también tuvo épocas doradas y formó a grandes futbolistas como Luis García u Oleguer Presas, hoy se enorgullece de haber formado a cuatro jugadores que han comenzado esta temporada con el primer equipo del Barça: Alejandro Balde, Gerard Martín, Sergi Domínguez y Àlex Valle.

El objetivo del club fundado en 1960 es claro: "Formar jugadores", asegura el presidente del Sant Gabriel, Gregorio Peralta. "Como no tenemos primer equipo, estamos muy orgullosos de que se marchen a clubs grandes como el Barça y debuten en Primera", dice Xavi Miracle, director deportivo de la entidad. "Somos un club que hace de trampolín de jugadores y entrenadores", añade. De hecho, el club de Sant Adrià de Besòs tiene un contrato con el Barça desde el año 1994 que permite a los culés conseguir los servicios de los jugadores más destacados del Sangra. Casi cada temporada alguno de los jóvenes futbolistas del club termina vestido de azulgrana.

"Nosotros debemos tener claro que el jugador que enviamos al Barça puede acabar triunfando en el fútbol profesional. Es esencial que tenga un buen entorno familiar", explica Peralta. Por eso, cuando cree que algún jugador tiene un nivel superior al del resto y un entorno favorable, no duda en ofrecerle al club barcelonés. "Es inútil retenerlos. Si alguien quiere y puede irse a un equipo mayor debemos darle la baja", asegura.

La gran capacidad de formar defensores

"Casi todos los jugadores que han salido de aquí y han llegado a ser profesionales son defensas", explica Miracle. Por eso no es casualidad que los cuatro futbolistas que empezaron la temporada a las órdenes de Hansi Flick con pasado en el club san adrianense se sitúen en la línea defensiva. "Ahora mismo, los dos laterales izquierdos del Barça –Balde y Gerard Martín– han sido formados en casa. Y si contamos Àlex Valle, que está cedido al Como, son tres", añade el director deportivo.

Hace más de tres lustros, el presidente del Sant Gabriel ya era consciente del potencial de Balde: "Era prebenjamín y ya le ofrecí al Barça, pero me dijeron que no. Se marchó al Espanyol y al cabo de cuatro meses el Barça se interesó por él y se lo llevó aquí jugando, cuando entenderé como no, lo entendré como no." Ahora que le ve triunfante en la élite, alucina.

Gerard Martín, en cambio, fichó por el club del Besòs cuando era infantil y estuvo cuatro años, hasta que lo fichó el Cornellà. "Tenía un gran potencial, aquí destacaba muchísimo, pero no me esperaba que llegara al primer equipo del Barça. Me ha sorprendido mucho", confiesa Peralta. Valle, por su parte, sólo estuvo un año en el club, siguiendo una trayectoria distinta a la de Sergi Domínguez, otro azulgrana que ahora juega eminentemente en el filial. Domínguez empezó en la guardería del Sant Gabriel con sólo 5 años y ahora ya suma algunos partidos como central con el primer equipo del Barça. "Yo jugaba con el padre de Sergi Domínguez en fútbol sala, y ya vi que Sergi chutaba muy fuerte por lo pequeño que era, e insistí en mi padre en que me lo llevara al Sant Gabriel", recuerda el presidente. "Cuando estaba en el alevín A le marcó tres goles al Barça siendo central y quisieron ficharle al año siguiente", añade.

Peralta tiene clara la clave del éxito desde que es presidente: "Ganamos a base de coraje. Lo que nos hace diferentes es la fuerza que tiene el club para salvar categorías y hacer posible lo imposible". También cree que los jugadores que se forman en el Municipal José Luis Ruiz Casado –da nombre a un ex jugador del San Gabriel víctima de ETA– "aprenden a sufrir y eso les hace más intensos", afirma.

Joan Llandrich, el hombre que apostó por el fútbol femenino en la ciudad

"Todo el mundo conoce al San Gabriel por el Llandrich", dice Miracle. Antes de que la actual Liga F fuera profesional, Sant Adrià de Besòs lucía equipo femenino en la Primera División estatal. Un fútbol femenino sin la popularidad que ha logrado en los últimos años pero que, gracias a la apuesta de Llandrich por potenciarlo, permitió al Sant Gabriel jugar cinco años en la máxima categoría. "Llandrich se gastaba cantidades estratosféricas de su bolsillo para mantener al equipo femenino. A las jugadoras les pagaba piso, sueldo, transporte y estudios", resalta Peralta.

"Eran momentos en los que el masculino iba con ropa sin marca y el femenino, en cambio, vestía a Nike porque el Llandrich sólo quería poner dinero para las chicas", asegura el presidente. Pero todo cambió cuando Llandrich se marchó, y solo pudieron mantener el fútbol base femenino hasta que el Levante Les Planes les tomó "más de 70 niñas", según Miracle.

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