Espacio Barça

El Espai Barça de Laporta: mucha más inversión, pero pocos ingresos adicionales

El ARA ha tenido acceso a los informes de negocio de los proyectos de Bartomeu y al que finalmente se está construyendo actualmente

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Las obras de demolición de la tercera gradería del Camp Nou vistas desde la Travessera de les Corts de Barcelona.

BarcelonaCualquier reforma del estadio del Barça ha tenido como pretexto incrementar el volumen de negocio del club. Ocurrió cuando se dejó atrás el campo de Les Corts para construir el Camp Nou en los años 50, cuando Josep Lluís Núñez levantó la tercera gradería en los años 80 o cuando en 1994 eliminó el foso para construir más butacas en la primera gradería. Joan Laporta, en su primera etapa, pensó en el proyecto Foster. Y Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu pusieron la semilla de lo que hoy se conoce como Espai Barça y que, tras la intervención de Laporta, se ha empezado a construir.

"Vida útil caducada" y "nuevo modelo de negocio" han sido los conceptos que más se han utilizado en la última década para justificar la remodelación del coliseo. También se llegó a plantear empezar de cero y hacer un nuevo estadio junto a la Diagonal, en los terrenos de la Universidad de Barcelona. Pero la idea decayó en el 2012 cuando los directivos de la época convencieron a Sandro Rosell de que los gastos no compensaban los beneficios. costó 600 millones, para reformar el Camp Nou, hacer un nuevo Palau y el estadio Johan Cruyff. Todo esto tenía que dar 50 millones extras por temporada, en comparación con lo que se ingresaban hasta el momento. Con los años fue subiendo el precio, aunque también aumentaba la rentabilidad del proyecto. Siempre, según las proyecciones. En el 2020, justo antes de dimitir, Bartomeu dejó a punto un crédito con Goldman Sachs por valor de 825 millones. Aunque, como explicó el ARA, ese dinero no habría sido suficiente para acabar la totalidad de la reforma y habría sido necesaria una inversión extra.

Sea como fuere, aquel Espai Barça prometía otros 150 millones de ingresos por temporada (en el 2019 se facturaron 161 y los pronósticos vaticinaban 304 una vez las obras se hubieran terminado). Pero Laporta rehizo la reforma del Camp Nou de arriba abajo y el presupuesto se disparó hasta los 1.450 millones. Aunque los beneficios no lo hicieran en la misma proporción: el rendimiento anual previsto es de 346 millones, tan sólo 37 más que la anterior propuesta.

La negociación con Goldman Sachs, condicionada por el volumen de negocio del nuevo estadio

"Negociar con Goldman Sachs fue muy duro, pero logramos un interés del 3,5% porque la proyección de beneficios extras era el triple del capital a devolver", explica una voz autorizada de la directiva de Bartomeu. El club obtenía los 825 millones a cambio de devolver 50 durante 25 años. "Los informes fueron claves para poder convencerlos. La parte más difícil de explicar fue la del Museo, que pasaba de 47 a casi 80 millones de facturación. Pero entre el número de visitantes histórico y un turismo consolidado en Barcelona de 12 millones anuales, apoyamos suficientemente la tesis".

Pero el regreso de Laporta al palco supuso un giro copernicano para el proyecto. La propuesta inicial de Bartomeu preveía construir un eslabón de lonjas VIP entre la primera y la segunda gradería, y aumentar la inclinación en la gradería baja del estadio, corrigiendo un defecto de la remodelación de 1994. Como consecuencia, hasta 12.000 abonados , los de las últimas filas, debían recolocarse en la tercera. Éste fue el gran argumento de la nueva junta para rehacer los planos. Así como también "las deficiencias en la grada superior que aconsejaban echarla al suelo y hacerla totalmente nueva", justificaban los nuevos gestores. Pero dado que con todas las modificaciones el precio se disparaba, el equipo de gobierno de Laporta tenía que buscar alternativas para sostener el negocio. Si no, habría sido impensable obtener la financiación.

Previsió del cost del projecte
Xifres en milions d'euros. En el projecte de Bartomeu, el cost final hauria estat més elevat perquè no es comptaven algunes partides, com els marcadors. En el de Laporta, no s'inclou la construcció del nou Palau Blaugrana en el fons de titulització

El ARA ha tenido acceso al informe de ingresos de ambos proyectos. La comparativa pone de manifiesto cómo los palcos VIP y el aumento de la facturación con las entradas para el público en general son los dos pilares que sostienen la reforma que finalmente ha sacado adelante Laporta. Pero como el incremento del precio total –que, en el fondo de titulización, no garantiza la construcción del nuevo Palau– no era proporcional a los beneficios totales, Goldman Sachs apretó a los dirigentes azulgranas en la negociación. La crisis derivada de la pandemia, las dificultades económicas que arrastraba al Barça y el encarecimiento de los materiales como consecuencia de la guerra en Ucrania no pusieron las cosas fáciles al club azulgrana. Por último, el interés medio era del 6,49%, el doble, y la financiera se reservaba el derecho a intervenir en la explotación del nuevo estadio si, una vez terminado, el rendimiento no era el previsto y, por tanto, existían dificultades para devolver el crédito.

Visto desde la calle, no existen grandes diferencias entre los proyectos de Bartomeu y Laporta. Pero sí mirado desde dentro. Los actuales gestores no retocan la inclinación de la primera gradería, exceptuando algunas localidades cercanas al césped. Esto mantiene los 12.000 abonados en su sitio. En contrapartida, se sitúa un eslabón doble de lonjas VIP entre la segunda y la tercera gradería. Pero aunque se doble la capacidad de los palcos, el precio no se multiplica por dos. "Los palcos privados no se pueden vender tan caras si no están cerca de césped", admiten desde el Espai Barça. De los 22 millones que se facturaron en el 2019, en el último año normal antes del cóvido, la anterior junta preveía ingresar 51 y la proyección actual alcanza los 76,5.

Un estadio con mayor capacidad, que disparará la facturación entre las entradas, los abonos y los palcos VIP

El nuevo estadio tendrá mayor capacidad, hasta 105.281 espectadores. Pero habrá casi un millar (898) de asientos menos para la venta por lo general. Esto se debe a que la gran mayoría de nuevos asientos serán VIP (4.347) y Laporta prevé desbloquear 2.400 localidades de la lista de espera de abonos. Sin embargo, con las nuevas técnicas de venta, con el Seient Lliure y el incremento de precios, la venta de tickets supondrá 73 millones (hasta ahora eran 43). Laporta también mejora en cuatro millones los ingresos por los abonados, en relación con el proyecto descartado. Mientras que la restauración debe dispararse hasta los 8 millones, dos más que los previstos por la anterior junta.

Previsió dels ingressos del projecte
Xifres en milions d'euros. Les dades d'ingressos actuals fan referència al 2019, l’últim any abans de la pandèmia. La diferència en percentatge és entre el projecte Bartomeu i Laporta

El resto de partidas (explotación del estadio con actos y eventos, aparcamiento y Museo) tienen prácticamente la misma previsión de facturación. Exceptuando los esponsors, que Bartomeu preveía subir hasta los 54,3 (incluyendo los naming rights y otros patrocinios). Laporta proyecta siete menos.

Sólo una vez acabada la reforma y cuando el Espai Barça funcione a pleno rendimiento, se podrá saber si los pronósticos que hizo la empresa Legends, y que tuvieron un papel clave para que Laporta pudiera convencer a Goldman Sachs, tenían razón.

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