La última fiesta de un Barça insaciable

BarcelonaLa temporada 2024/25 es ya historia. Los aficionados del Barça serán fáciles de reconocer cuando se tuesten tomando el sol en la playa, quemen calorías subiendo el Puigmal o bajen de un avión al aeropuerto de Bali. Serán aquellos con una carcajada de oreja a oreja que les durará hasta agosto. El equipo de Hansi Flick decidió poner la guinda a su temporada casi maravillosa conquistando San Mamés, silenciando a los aficionados locales y recordándole a Nico Williams donde se juega el mejor fútbol del continente. Con dos arañazos de Lewandowski en la primera parte, el Barça terminó el trabajo realizado tras recibir el pasillo a los campeones. Olmo puso la guinda con el tercero de penalti.

Un equipo que quiere ganarlo todo. Sea un partido oficial o una costillada, sea en la liga o en la Champions. Hansi Flick decidió hace años borrar la palabra derrota de su diccionario. Y su Barça es una máquina altamente competitiva. ¿Que muchos aficionados vascos silban al campeón? Un triunfo y trabajo realizado. ¿Que algunos jugadores creen que pueden detener a Lamine con faltas duras? Que les toque perder el partido y ya aprenderán. Para acabar la temporada de los tres títulos, el curso del renacimiento, el Barça pasó de los 100 goles gracias a un Lewandowski que quizás sin la lesión que sufrió, le hubiera podido mangar a Mbappé el título de máximo goleador de la temporada.

Flick decidió hacer jugar a Iñaki Peña en la portería, como si fuera una forma de pedirle perdón por haberlo enviado al banquillo cuando priorizó a Szczesny. Decisión que resultó ser correcta, aunque le doliera al portero de Alicante, que habrá que ver si sigue, al Barça. El resto del equipo era suficientemente competitivo, con Araujo de central y Gavi en medio del campo, haciendo de escudero de su buen amigo Pedri. Como en los tiempos de las canciones de gesta, los grandes caballeros necesitan a alguien que les ayude y les haga el trabajo sucio. Y Pedri y Gavi cumplen ese rol a la perfección. El partido empezó con el Athletic marcando el ritmo después de haber organizado un emotivo homenaje a Óscar de Marcos, que se retira. Eso sí lo sabe hacer bien, el Athletic: cuidar a los suyos.

Sannadi, sin puntería

Pero el homenaje duró poco. Tras un gol bien anulado a Ibai Gómez y una aparición de Nico Williams, Lewandowski rompió la defensa vasca con gran facilidad y batió a Unai Simón con un toque elegante por encima del portero. Música de violines para silenciar el ruido de un estadio de San Mamés que se quedaría con un palmo de nariz cuando apenas tres minutos más tarde un nuevo error defensivo permitiría a Lewandowski marcar uno de los goles más cómodos de una carrera en la que ya ha marcado 101 goles de azulgrana. El partido ya estaba casi sentenciado y se habían jugado apenas veinte minutos.

Los vascos lo fueron intentando, que suelen ser incansables, pero en el fútbol moderno es clave tener buenos delanteros. Y el Barça jugaba con Lewandowski y el Athletic con Sannadi, ese gigante con cara de ser un pedazo de pan que hace seis meses jugaba en tercera con el Barakaldo. Sannadi, el hijo de marroquíes que estudió en una ikastola, es toda voluntad. Pero cuando tuvo ocasiones claras, las desperdició. De hecho, el Barça pudo hacer algunos goles más en una primera parte donde Raphinha y Lamine Yamal, por un día, se lo quitaron con calma. El trabajo ya estaba hecho. Era un partido raro, cierto. Durante la semana el Barça había hecho fiesta en Port Aventura y los locales habían realizado actos dedicados a De Marcos. Todos tenían ganas de irse de vacaciones.

En la segunda parte Nico Williams lo intentaba sin suerte, bien defendido por un buen amigo suyo como Alejandro Balde. De nuevo, era Sannadi quien desperdiciaba las ocasiones vascas, mientras Lewandowski ya empezaba a estar un poco harto de Yuri, uno de esos rivales que quieres perder de vista, duro y tosco como él solo. Él cometería el penalti a Olmo en el último minuto que transformaría al vallesano para poner punto y final a la temporada. El Barça supo gestionar el marcador con calma y cerraba la temporada de la mejor forma: pasando por los 100 goles marcados. Nadie ha podido detener a este Barça en la liga, muy superior. Tanto, que ha provocado que el Madrid se entregue en los brazos de Xabi Alonso, asustado cómo está de ser dominado en los próximos años por un Barça maravilloso.

La temporada 2024/25 ya es historia. Comenzó con interrogantes y termina con certezas. Empezó con prudencia y termina con euforia. La temporada del renacimiento de la mano de Hansi Flick ha sido una fiesta. Y terminó así, con un nuevo triunfo. El último.