El Barça conoce el secreto para convertir el fútbol en un arte
Los de Hansi Flick se sacan de encima a un Getafe siempre antipático gracias a los goles de Ferran y al juego coral de todo el equipo (3-0)
BarcelonaEl Barça contagia alegría. Una vez rueda la pelota, las cosas se ven desde un prisma distinto. El equipo de Hansi Flick juega de memoria y lo hace girar todo en torno a Pedri, un pequeño centrocampista convertido en el centro de gravedad de un equipo especial. Pero los goles les puso un Ferran Torres eléctrico. Contra el Getafe, el trabajo ya estaba terminado en el descanso. Y pensar que más de uno se mordía las uñas pensando que tocaría jugar unos partidos sin Lamine Yamal, el genio que este lunes aspira a ganar el Balón de Oro con apenas 18 años. Y había que vivir sin él jugando de local en un estadio pequeño como Johan Cruyff. Pero ese equipo no pierde el tiempo quejándose. Crea sus discursos a través del fútbol. Y cómo juega, este Barça.
Si el Valencia fue barrido del terreno de juego del estadio Johan Cruyff tras una segunda parte explosiva, el Getafe ya había perdido los papeles en la primera al convertirse en un juguete en manos del Barça. En lugar de sentirse incómodo por jugar en un estadio donde poco más de 5.000 afortunados pueden ver de cerca el espectáculo, el Barça parece haberse contagiado del espíritu alegre del fútbol base. De la ciudad deportiva Joan Gamper. Del estadio Johan Cruyff. Los nombres del pasado que explican el presente. Los futbolistas disfrutan, tal y como lo hacían cuando eran adolescentes y tenían un montón de sueños. Por momentos, el partido fue sorprendentemente fácil, ya que normalmente el Getafe es más incómodo que una piedra en el zapato. Pero el temible equipo de Bordalás se resquebrajó de por medio, incapaz de detener el juego colectivo de un Barça que fue haciendo rotaciones, pensando en un calendario que sube, ya que toca jugar dos partidos por semana. Flick había dado descanso a Araujo y Cubarsí, y apostillaba por una defensa central con Christensen y Eric Garcia. Poco trabajo tuvieron, ambos, cuando tocaba defender. Pero sí supieron entender el partido con la cabeza erguida, mirando hacia delante. Moviendo el balón con acierto. El baile azulgrana empezaba con ellos. Luego, Pedri se encargaba de poner música de violines.
En ataque, Flick quiso mojarse en el debate sobre si debería jugar Lewandowski o Ferran. ¿Cómo lo hizo? Haciéndoles jugar juntos, junto a Raphinha y un Dani Olmo que necesita dar un paso adelante. Y lo hizo, con una asistencia de espuela preciosa al gran protagonista del partido, Ferran Torres. El tiburón hizo dos antes del descanso, el primero después de una gran jugada coral azulgrana y el segundo en un grave error visitante. Y aún pudo hacer un tercero, Torres. El Getafe sufría tanto que no le quedó más remedio que hacer lo que tanto domina: convertirse en el malo de la película, haciendo un montón de faltas. Dando empujones, discutiendo, quejándose. Bordalás ha convertido al equipo del sur de Madrid en los bad boys de la Liga. Raphinha cayó en su trampa, y se encaró con rivales cuando ya tenía una tarjeta amarilla. Flick, pues, le sustituyó al descanso por si acaso, e hizo entrar al gran héroe de Newcastle, Marcus Rashford, que se inventó una gran jugada para regalar a Dani Olmo el 3-0. Le hacía falta un partido así, con asistencia y gol, al jugador terrassense.
Lesión de Fermín
El Getafe quería detener el alud de juego azulgrana, pero no podía. El Barça sabe construir y el Getafe parecía una empresa de escombros de edificios. Dos filosofías de juego opuesta cara a cara. Sobre un césped que había aguantado a la perfección el fuerte chaparrón de antes del partido, el Barça fue muy superior. Todo eran buenas noticias para Flick, como el buen papel de Gerard Martín o ver a Olmo sonriendo cuando sentenció el 3-0 a los 62 minutos. El estirón de orejas del día del Rayo, cuando alertó de que hay que aparcar el ego y jugar como un equipo, funcionó. El Barça conoce el secreto para convertir el fútbol en un arte. La receta es trabajo, solidaridad, entrenar fuerte, calidad y algo de ego. Sólo un poco no duele, demasiado, es un problema. Fue una jornada redonda con una sola mancha: la lesión de Fermín en casi la última jugada del partido. Habrá que ver que le pasa al andaluz.
Sin Lamine, sus compañeros han dado un paso adelante con los goles de Fermín, Lewandowski, Raphinha, Rashford y Ferran en los tres últimos partidos. No deja de ser raro que sólo menos de seis mil personas pudieran ver en acción a un equipo que enamora a millones de personas. Cosas del Barça: sobre el césped enamora y en los despachos se lucha por volver cuanto antes a casa, a la tierra prometida del Camp Nou. Este equipo se lo merece. Más personas deberían poder disfrutar de este ballet azulgrana.
- FC Barcelona: Juan García; Kounde, Eric Garcia, Christensen, Gerard Martín (Araujo, 83'); Frenkie de Jong (Marco Casadó, 60'), Pedri (Bardghji, 75'), Dani Olmo; Raphinha (Rashford, 46'), Ferran Torres (Fermín, 60') y Lewandowski. Entrenador: Hansi Flick.
- Getafe CF: David Soria; Kiko Femenía, Djené (Davinchi, 46'), Abqar, Domingos Duarte, Diego Rico; Luis Milla, Mario Martín (Javi Muñoz, 46'), Arambarri (Coba, 70'); Adrián Liso (Álex Sancris, 79') y Borja Mayoral (Abu Kamara, 46'). Entrenador: José Bordalás.
- Goles: 1-0 Ferran Torres (15') y 2-0 Ferran Torres (34'), Dani Olmo (62')
- Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea y Juan Luis Pulido Santana en el VAR
- Tarjetas amarillas: Mario Martín (3'), Raphinha (31'), Adrián Liso (42'), Djené (44'), José Bordalás (44'), Christensen (54'), Abqar (59')
- Tarjetas rojas: Ninguna
- Estadio: Johan Cruyff, 5602 espectadores.