El Barça de las remontadas todavía no puede con el campeón de Europa

BarcelonaLa Champions dio una bofetada cruel al Barça con una derrota tan dolorosa como justa servida en el último minuto ante el PSG (1-2). Lamine Yamal se fue apagando, Pedri se quedó sin gasolina y el conjunto azulgrana acabaría dejando el alma, pero los parisinos fueron mejores y sometieron a los de Hansi Flick, que encajan la primera derrota de la temporada con un gol de Gonçalo Ramos en el último minuto del tiempo reglamentario.

El césped de Montjuïc vivió una intensa batalla de Champions en la que los franceses fueron mejores. Y eso que el primero en golpear fue un Barça que salió hambriento, con Lamine Yamal animado en la banda derecha. El 10 inició el partido haciendo una ruleta y encarándose a hasta tres rivales, para dejarles los tres atrás. Era la carta de presentación del astro azulgrana, que también sería el primero en asistir al incansable Ferran Torres, en la primera ocasión clara del partido. Luis Enrique, como Hansi Flick, también apuesta por jugar con la línea defensiva bien arriba, y aquí el atacante valenciano olía la sangre en busca de la espalda de los centrales. Así, tuvo su primera gran oportunidad. Pudo sortear la salida de Chavalier pero, con poco ángulo, remató forzado y Zabarnyi socorrió la acción a última hora.

El Barça presionaba bien arriba y apretaba al PSG a la vez que la afición subía los decibelios, en parte para animar a su equipo, en parte para contestar a los cerca de 2.800 aficionados del PSG ubicados en el gol sur que no se cansaban de animar a los suyos y que durante bastantes momentos. El aviso de Ferran fue la antesala del primer gol, que provocaría un gran estallido de emoción en Montjuïc ante un PSG que cae especialmente antipático. La alta presión del Barça encontraba recompensa. Recuperación de Lamine Yamal, Pedri distribuye para el eje hacia la izquierda y Rashford, con un pase delicioso, habilita a Ferran en el corazón del área y el valenciano envía el balón al fondo de la red ante las caras largas de toda la defensa del conjunto francés. El gol era un premio merecido, que hacía justicia al relato de un duelo apasionante, a pesar de las numerosas bajas a ambos lados.

El PSG reacciona y se impone

El conjunto blaugrana se sentía superior y buscaba el segundo. Lo probaría Dani Olmo, cuyo disparo salió cerca del palo izquierdo tras una gran acción de Pedri. Con la autoestima bien alta, Rashford también rozaría el gol, pero la defensa logró desviar su remate desde la frontal. Parecía que el Barça caminaba hacia una gran noche europea ante el campeón, pero si algo tienen los equipos de Luis Enrique es que nunca se les puede dar por vencidos. Superada la media hora de juego, el PSG supo sacudirse el pánico escénico y empezó a imponer una suerte de dictadura del campeón que sometió a los azulgranas. De Jong salvó por los pelos la expulsión, tras una entrada fea en Nuno Mendes. El lateral izquierdo del PSG, seguramente el mejor especialista de la posición que existe ahora mismo, se convirtió en una visita al dentista para el Barça.

Con Lamine Yamal poco aplicado en la marca, Mendes conducía el balón por los carriles interiores sin apenas parar. De Jong era quien le perseguía cuando embocaba hacia el área azulgrana, pero con el neerlandés amonestado, el portugués imponía su potencia por ser una amenaza casi constante en el tramo final de la primera mitad. Los atacantes del PSG, algunos de ellos actores secundarios por las ausencias destacadas de Dembélé y Doué, se frotaban las manos con las asistencias de Mendes.

Así llegaría el empate, con el lateral plantándose hasta la frontal, asistiendo a Mayulu y éste, que se aprovecha de que Cubarsí se tira demasiado deprisa al suelo, haciendo la diana del 1-1 que confirmaba que se había vuelto la tortilla y que el PSG era quien se había girado. Vitinha, que parece multiplicarse porque estaba en todas partes, mandaba más que Pedri y Barcola intimidaba más que los atacantes azulgranas. Antes del descanso, sin embargo, Rashford logró volver a poner un poco el miedo en el cuerpo del PSG con un par de recortes y un centro al primer palo que lograría desviar a Pacho.

En la reanudación, Luis Enrique seguiría ganando la partida a Hansi Flick. El conjunto parisino tenía el balón y marcaba el ritmo del partido, exigiendo a un Eric y un Cubarsí que tuvieron que trabajar duro en el eje de la defensa. La mejor noticia para el Barça era que el marcador no cambiaba y eso mantenía unas esperanzas que se traducirían en un par de arañazos. La más clara la tuvo Dani Olmo, que recogió un rebote cerca del punto de penalti y, con todo a favor, chutó fuerte pero centrado y Hakimi, providencial, le negó el gol al Barça. Lamine Yamal también reclamó la segunda tarjeta amarilla de Nuno Mendes, por una falta en la frontal, que Michel Oliver no quiso enseñarle.

La gasolina de Pedri se iba acabando, hasta llegar a la reserva y Flick lo cambiaría por Bernal a falta de 15 minutos para el final. El agotamiento del canario era el agotamiento de todo un Barça en el que sin la luz de Lamine Yamal se apagó ante un PSG que rozó el 2-1 con un disparo al palo de Kang-in Lee. Fue antes de la bofetada final de Gonçalo Ramos que enmudeció a Montjuïc.