Johan Cruyff estaría tan contento...: los apuntes en caliente del Betis-Barça

BarcelonaVictoria incontestable del Barça por continuar una semana más líder de la liga española. Los azulgranas remontaron con ferocidad un gol inicial de Antony con un Ferran Torres colosal (3-5). Al final, los locales maquillaron el marcador. A continuación, unos apuntes en caliente.

Qué contento estaría Cruyff. De entrada, por la vistosidad de su propuesta azulgrana y la tranquilidad ante la adversidad en forma de gol rival: ocho veces ha remontado el equipo ya después de empezar perdiendo. El malogrado ídolo neerlandés también aplaudiría apuestas decididas como la de Gerard Martín en el eje central de la defensa o la de Eric Garcia en medio del campo –tembla, Frenkie–. Ante los problemas, soluciones valientes, como sorprender con Roony Bardghji en el once para compensar las molestias de Raphinha. Flick podría haber tirado de manual y poner a Lewandowski en el lugar del brasileño, pero decidió sacudir el árbol y acertó.

Tres de cinco. La actuación de Roony merece un punto y aparte. Reapareció en un duelo oficial después de algunas semanas de ostracismo y no solo no desentonó, sino que también tuvo una participación decisiva en la remontada exprés del Barça en la primera parte. El sueco de origen sirio patrocinó la acción del 1-1, realizó un centro sensacional para que Ferran marcara también el 1-2 y puso la guinda él mismo con el 1-3, que llegó con un chutazo con su teórica pierna menos buena, la derecha. Parecía el clásico futbolista de una sola jugada, pero resulta que su repertorio era más rico. Si sigue progresando, será una enorme noticia tanto si se consolida en el equipo –fantástico suplente– como si no –plusvalía y adiós.

Con el peinado de buen jan. Tras vivir un bache importante en su carrera, Ferran Torres hizo terapia, popularizó lo de la "mentalidad tiburón" y endureció su aspecto con pelo rapado y una media cresta. La receta le funcionó para levantar cabeza, pero no por ser titular en un Barça que pagó 50 millones por él. Ahora que ha dejado al degradado y se peina como un cachorro delupper Diagonal, en cambio, parece que el valenciano ha encontrado su mejor versión. Ya no necesita hacer ver que es un villano. Acumula once tantos en la Liga –su mejor marca como culé cuando solo estamos en diciembre– y se ha picado con Lewandowski, que lleva ocho. Ferran es más útil que el polaco para lo que Flick persigue.

No se puede cortar la mano. El partido acabó dado y bendecido en la primera parte con el 1-4, un marcador insalvable para un Betis demasiado anárquico y sin intensidad para presionar a la salida de balón del Barça, que jugó a placer. Pero aparte de ser claramente inferiores a un oponente que les superó en todos los sentidos, los andaluces tuvieron que lamentar que el árbitro les complicara algo más la tarde. Instado por el VAR, Hernández Maeso pitó un penalti desconcertante por una mano muy involuntaria de Bartra, que en la misma jugada había rechazado el peligro netamente con el muslo. La pena máxima, que significó el 1-5, sencillamente no era necesaria. Sobran las ayudas y también los reglamentos contradictorios.