Tener que jugar al fútbol pese a la tragedia de la DANA: "Debería estar sacando barro"

BarcelonaPese a que muchas veces parecen vivir en una burbuja, la devastadora tragedia de la DANA ha puesto de acuerdo a entrenadores y futbolistas con la incomprensión de tener que jugar al fútbol como si nada. El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, y uno de sus capitanes, Lucas Vázquez, han sido de los últimos en expresarse. Fue en la previa del duelo de Champions que los blancos disputarán hoy ante el Milan. "No tengo ganas de hablar de fútbol, ​​es muy complicado. No tenemos el corazón limpio", dijo ayer el preparador italiano. "Debemos jugar cuando no queremos hacerlo", afirmó el defensor. Son otros dos ejemplos de un sentimiento compartido en el mundo del fútbol. El sábado, los blancos no jugaron porque su partido estaba en Mestalla, el estadio del Valencia. En Primera sólo fueron aplazados los partidos que implicaban a la entidad che –de hecho, su estadio fue habilitado como un depósito de recogida de alimentos– y el Villarreal.

Ayer lunes, el Valencia solicitó de nuevo el aplazamiento del duelo de la primera eliminatoria de la Copa que debe enfrentarle con el Parla y que estaba previsto para mañana miércoles. La Federación Española accedió a la petición. Medios que se encargan de cubrir la actualidad del Valencia recogían el malestar del vestuario antes de que se confirmara el aplazamiento. "Con todo lo ocurrido y lo que queda, el miércoles no deberíamos jugar", exponen citando fuentes del vestuario valencianista. En un comunicado, el Valencia reiteró que "el club entiende que, en este momento de gran dificultad, todas las energías, atención y apoyo deben estar enfocados a ayudar a las personas afectadas por el trágico suceso de la DANA. El fútbol está en un segundo plano".

El domingo, antes del derbi entre el Barça y el Espanyol, tanto Hansi Flick como Manolo González, así como otros entrenadores, expresaron su disconformidad por tener que disputar la jornada pese a la tragedia de la DANA. La masa social del Espanyol puso en marcha el fin de semana una recogida de material y alimentos para los damnificados. La llamada hecha por el grupo de animación Curva RCDE, con la colaboración del club, consiguió que cientos de personas se acercaran al RCDE Stadium para dar mantas, palas, agua, productos de primera necesidad, ropa en buen estado y alimentos diversos. En poco más de 24 horas, el Espanyol cerró la recepción de donaciones con material suficiente para llenar cuatro trailers que ayer lunes partieron hacia Valencia.

Con una respuesta más tardía, el Barça explicó que este lunes "el presidente Joan Laporta ha contactado con las alcaldesas de las poblaciones de Paiporta, Benetússer y Catarroja, para expresarles su solidaridad y ofrecerles la colaboración y el apoyo económico del Barça en la reconstrucción de instalaciones y servicios sociales básicos en las próximas semanas y meses". La ayuda se encauzará a través de la Fundación del club y se centrará en iniciativas concretas de reconstrucción de servicios esenciales. Las actuaciones se financiarán a través de los fondos propios de la Fundació. Además, se pondrán en marcha diversas iniciativas de captación de fondos como la subasta de las camisetas firmadas por los jugadores del primer equipo de fútbol en su partido contra el Espanyol.

Tener que jugar el derbi Barça-Espanyol a regañadientes

Encima del césped, el defensor del Espanyol Carlos Romero, de Torrent, uno de los municipios afectados, tuvo que salir a hacer su trabajo. “Estoy jodido. Doy las gracias a todos los que se han volcado con mi tierra. Sobre todo en la Curva y en el club, por el esfuerzo que han hecho. Los visité y la cantidad de cosas que enviarán [a Valencia] es increíble. Desde aquí, a todos los valencianos enviarles un fuerte abrazo. A mi familia, a mis amigos, que están levantando barro, [les quiero decir] que me gustaría estar con ellos allí. Es lo que debería hacer ahora. Es una situación que me jode. Yo estar aquí jugando y no poder ayudar a los que de verdad lo merecen”, expresó Romero justo después del partido.

El azulgrana Ferran Torres, actualmente recuperándose de una lesión, no se vio en corazón de asistir a Montjuïc. Lo explicó en un mensaje en Instagram en la que expresaba su tristeza y pedía una mejor respuesta de los gobernantes españoles. Su texto acompaña una imagen de una bandera del País Valenciano manchada de barro y con la frase: "Nos levantaremos". "Está muy jodido. Un excompañero suyo con el que compartió entrenamientos hace tiempo es una de las víctimas. También tiene muchos conocidos afectados por la tragedia y siente mucha impotencia", explican en el ARA desde el entorno del futbolista de Foios, localidad prácticamente junto a Valencia. Quien tuvo que salir a jugar es el guardameta Iñaki Peña, también valenciano, pero en su caso de Alicante, una zona que no sufrió las devastadoras consecuencias de la DANA.