Barça-Alavés de Liga

Lewandowski asusta a sus fantasmas y los del Barça

El polaco, con un doblete, da la vuelta al marcador ante el Alavés y rescata al equipo de Xavi de sumar una nueva derrota ruinosa (2-1)

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Robert Lewandowski celebra su primer gol ante el Alavés

BarcelonaRobert Lewandowski, con dos goles, el segundo de penalti, sacó al Barça de su particular descenso a los infiernos (2-1). Tras una primera parte nefasta, de las peores de la era Xavi con permiso de la derrota en Hamburgo, el equipo ha reaccionado con más orgullo que fútbol en la segunda mitad y ha dado la vuelta al marcador. Tres puntos que permiten aguar crisis numéricas y seguir a cuatro puntos del Girona y a dos del Real Madrid al frente de la clasificación, pero los problemas en el juego persisten.

Sólo 18 segundos ha tardado el Barça en escuchar los primeros silbidos en Montjuïc. El inicio de partido ha sido dantesco, con una suerte de jugada ensayada desastrosa. El equipo sirvió del círculo central, Gündogan jugó atrás para que Iñigo Martínez buscara un desplazamiento a la banda derecha en la carrera de Lamine Yamal, Fermín y Araujo, en teoría el único destinatario capacidad de ganar el balón por arriba. La defensa cortó el balón, que volvió de nuevo a los pies de Gündogan, él se duerme ante la presión de Guridi y, con el Barça descolocado y dormido (Cancelo, hoy lateral izquierdo, era quien estaba cerrando a la derecha ), el Alavés se ha adelantado con un gol en el primer palo de Samu a pase de Javi López. El cabreo de Ter Stegen era monumental. El Barça tenía que salir a sellar las dudas ante un rival de la parte media-baja de la tabla y la salida al césped de los de Xavi ha sido ridícula.

Pero lo peor de todo es que encajar este primer gol tempranero y que ha provocado caras largas en todo el estadio no ha sido sólo un accidente. Los azulgranas no han comparecido hasta superado el primer cuarto de hora de partido. En sólo trece minutos, Samu, un auténtico dolor de muelas para una defensa que hacía aguas con Iñigo y Kounde de centrales, pudo hacer dos goles más. Envió un remate que impactó por fuera en la red del lateral izquierdo de la portería y falló, solo, un mano a mano ante Ter Stegen tras encontrar una autopista entre Cancelo e Iñigo. Samu es, sólo por detrás de Vinícius y empatado con Nico Williams, el futbolista más rápido de la Liga. Mide 1,93 metros.

No sería la última acción del joven delantero de 19 años, que minutos más tarde se encargaría de dejar en evidencia a Kounde. El central francés, por quien el Barça pagó 50 millones más variables el pasado verano, vería cómo Samu le mangaría el balón pese a tener la ventaja, le ganaría la carrera y, por suerte para el Barça, su remate acabaría en el larguero . Xavi ha agotado la paciencia y ha tomado una decisión que debería haber tomado hacía rato: enviar a Kounde al lateral y emparejar a Samu con Araujo. Emparejado con el uruguayo, el ariete del Alavés no ha tenido otra acción de peligro en todo el partido. Y Kounde, empeñado en hacer de central, acabaría jugando mejor de lateral.

Lewandowski lidera la reacción con un gran gol

Después de hacer una primera parte nefasta, para olvidar, el francés haría el centro del tanto que supondría la remontada del Barça. Kounde se ha podido reivindicar de sus minutos basura en el primer tiempo para servir un centro en el corazón del área que Lewandowski ha convertido en un golazo. Hacía seis partidos que el polaco ni marcaba ni remataba entre los tres palos, su peor racha desde la temporada 2010-11, cuando apenas empezaba a jugar al fútbol alemán. Remate de cabeza colosal del 9 azulgrana. Esto es lo que se le pide y eso es lo que necesita: que le abastezcan de balones en condiciones. Lewandowski ha podido calmar un poco los ánimos, los suyos –en la primera parte se le ha visto especialmente irritado y frustrado– y los de parte de la afición. Por primera vez esta temporada, se han oído silbidos en Montjuïc, sobre todo, en la primera parte.

Robert Lewandowski celebrando su primer gol ante el Alavés

Sin embargo, el polaco acabaría viendo la amarilla pocos minutos después del gol, por una falta muy protestada por el estadio y por las constantes quejas del jugador. El árbitro Mateo Ferrer Busquets, debutando este curso en Primera, se ha llevado varios gritos y cánticos que cuestionaban sus habilidades con el silbato. El Barça pasa un momento muy complicado y la crispación ha sido palpable hasta el segundo gol, que llegaría después de que Xavi sacudiera el banquillo, quemando todas las naves con el equipo más ofensivo que podía plantar: Kounde en el banquillo, Cancelo de lateral derecho y Balde a la izquierda; y Ferran por un desgastado João Félix, más voluntarioso y trabajador que acertado. Antes ya había entrado Raphinha por Fermín, también fuera, repitiendo la fórmula de algunos partidos atrás de hacer jugar al ex del Leeds como interior. Así, Xavi podía mantener a Lamine Yamal, de los más traviesos en la segunda parte.

La remontada acabaría siendo patrocinada por Ferran y Lewandowski. Pase delicioso de Iñigo, el central del Barça más dotado en este sentido, el valenciano controla dentro del área y Aqbar, que llega tardísimo, le hace un penalti como una casa. El polaco no falló desde los once metros y, así, asustó a sus fantasmas y los de un Barça más resultadista que efectivo. Kike García, con un remate de cabeza, y Tenaglia, con un disparo desviado, aún han tenido tiempo de poner el miedo en el cuerpo. Por suerte ha quedado sólo en dos sustos. En dos semanas, nueva prueba en Vallecas. Queda mucho trabajo por hacer.

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